Amor Mortal

Prólogo

Rockabye - Clean Bandit ft Anne-Marie white Sean Paul

Cinco años atrás.

Dublín, Irlanda

Helena

Era feliz desde el momento en que supe que estaba embarazada.

Y casarme con el hombre de mi vida.

Era la vida que deseaba y anhelaba para nuestra hija.

Estaba emocionada por convertirme en madre con el hombre que amaba.

Quería ser para ella la madre que nunca tuvimos mi hermano y yo cuando éramos pequeños.

Quería que fuéramos la familia que deseaba cuando era una niña.

Pero parecía que lo estaba haciendo yo sola.

Connor estaba estresado y enojado todo el tiempo.

Sentía que Connor se había casado conmigo por el bebé y no porque realmente me amará.

Nos habíamos distanciado considerablemente desde entonces.

Nuestra relación era perfecta antes de saber del embarazo.

No me arrepentía de mi decisión de tener un hijo a pesar de ser jóven.

Quería compartir mi vida con Connor.

Comenzamos a salir mientras asistía a la agencia de modelaje.

Nos cruzamos por casualidad cuando él salía del gimnasio y yo iba a una cafetería cerca de la agencia con mis compañeras.

Pensé que era el hombre más guapo que había visto en toda mi vida.

Me sonrió y pidió mi número

Esa misma tarde, me invitó a cenar, siendo ese el inicio de nuestra relación.

No quería posponer mi sueño de convertirme en modelo.

Cuando formalizamos nuestra relación, sabía que Connor era el hombre con el que quería estar para siempre.

Pero no quería un embarazo tan pronto, tomaba la píldora. Me cuidaba cuando teníamos sexo.

Quería ser reconocida como Cora Miller.

Cuya mujer, era una la primera mujer empoderada de la década.

Brillante y rompiendo los estereotipos y estándares de belleza impuestas por la sociedad.

Siempre tenía una respuesta inteligente cuando la prensa intentaba des ameritarla pensando que solo era un rostro bonito y un cuerpo sensual para el consumo masculino.

Aspiraba a ser como ella.

Hacía poco una marca de ropa italiana de renombre y prestigiada me había ofrecido un contrato para participar en la semana de la moda.

Me había esforzado demasiado para lograrlo y estaba a punto de cumplir mi más grande sueño.

Pero de pronto, todo dio un giro de ciento ochenta grados cuando el médico confirmó mi embarazo meses atrás.

La pequeña niña de la cual me había enamorado mucho antes de tenerla en mis brazos.

Mi pequeña hija.

La hija que no hacía para nada feliz a Connor.

Siempre iba sola a las consultas prenatales.

Salía de casa sin tener un horario para volver.