Amor Mortal

Capítulo 22

Between wind and water - Hael

Helena

Odiaba a Alexei con toda el alma.

Realmente lo hacía.

No me sorprendía que me obligará a quedarme, porque ya podía esperar cualquier cosa venir de ese hombre.

Tuve que ver como mi hermano se marchaba sin mí.

Quedando bajo las amenazas de Alexei Sirenko.

Por un momento pensé que después de que me disparará tan cerca de la cabeza y por poco me arrebatará la vida él de verdad quería cuidar de mí.

Me dolía darme cuenta que Alexei nunca cambió.

Alexei continuaba siendo el mismo hombre vengativo, cruel y déspota que siempre ha sido.

El mismo que conocí siete meses atrás.

Creí en su falsa preocupación y estuve a punto de perdonarlo.

Pero agradecía que no haberlo hecho o me hubiese arrepentido después.

No sabía en qué momento vendría a buscarme.

La tristeza me invadió dándole paso a la depresión días más tarde cuando la realidad me golpeo en el rostro como un huracán arrasador percatándome de la ausencia de Brenan en la casa

Perdí el apetito.

No podía dormir.

Ni siquiera podía mantener cerrados los ojos por más de diez minutos.

Me sentía tan vulnerable cuando intentaba dormir.

La aterrorizante imagen de Alexei me acechaba todas las noches desde que volví a mi antigua habitación.

Esperando el momento dónde Alexei intentará sacarme de la cama a mitad de la noche tomándome del cabello y arrastrándome hasta el jardín obligándome a arrodillarme ante él con el arma apuntándome directamente a la cara.

Viéndolo actuar como un maldito desquiciado y cuando la oscuridad intentaba consumirme.

Adormilada, sentía la bala impactarse en el costado de mi cabeza y despertaba con la respiración agitada y aterrada de que se volviera realidad.

Prefería estar en las sombras de mi habitación.

Con los ojos abiertos y alerta todo el tiempo.

Lo había vuelto mi refugio las últimas semanas.

Sabía que no era correcto ni mucho menos sano, mantenerme despierta las veinticuatro horas al día.

Echaba de menos a Brenan.

Me había acostumbrado a verlo todos los días y pasar el tiempo con él.

Charlar sobre cualquier cosa. Recordando aquellos lindos momentos viviendo con nuestro padre.

Escuchar su voz y ver que volvía a ser el mismo hombre bromista y sarcástico de siempre después del disparo que recibió el mes anterior.

Extrañaba que le diera golpecitos a la punta de mi nariz cuando intentaba evadir sus suposiciones sobre Alexei y su arrepentimiento.

Lo hacía cuando de pequeña me colocaba nerviosa.

Cuando supe que Brenan estaba vivo y descansaba en una de las habitaciones de la casa de Alexei.

No podía estar más que feliz.

Pasaba la mayor parte con él.

A veces, dormía en su habitación a su lado.