—¡Mas enfocado! —me grita Dróiner—, ¡Concentra el Aura en tu puño y suelta un golpe!
»¡Así!
Su enorme puño me golpea de lleno y me manda a volar, los edificios y el suelo adoquinado paran lentamente mi velocidad, hasta que impacto con el muro exterior de la ciudad, que se agrieta ante el golpe. Yo me limpio la sangre que cae de mi boca, y comienzo a correr hacia Dróiner, quien corre hacia mi blandiendo su enorme espadón.
«Contener el Aura —pienso al reprimir el enorme poder que busca salir de mi cuerpo—, canalizara a una extremidad, potencia tu fuerza, velocidad y destreza, a cambio de mermar otros aspectos a un nivel meramente humano y golpea con todo lo que tengas»
Suelto el golpe contra Dróiner, quien lo bloquea con el lado plano de su espadón, pero yo libero el Aura que cubre mis nudillos, produciendo un canon de Aura que se divide y arrasa las calles a los lados, perforando una zanja en la montaña, hasta lo que aparece el cuarto de un palacio, pero los muros se regeneran a ojos vista y se expanden en una masa gris, que vuelve a llenar el agujero.
Sin tiempo para pensar en que fue eso, tengo que esquivar el golpe del masivo espadón.
Con el eco de la roca cuarteándose y la graba salpicando, ruedo entre los escombros, lanzando un golpe contra Dróiner que le hace caer de rodillas, perdiendo el equilibrio. Aprovecho la oportunidad para sujetarlo de uno de los cuernos, y lo tiro hacia abajo, lanzando un rodillazo que le da en su enorme hocico de lobo.
La sangre salpica, y el muy maldito sonríe enseñando los enormes y amarillentos colmillos.
Cuando me quiero dar cuenta, Dróiner cae de espaldas y yo aún tengo su cuerno roto en mi mano, mientras que él se pone en pie sin perder la maldita sonrisa.
—Hijo de puta —digo al tirar el cuerno enjoyado a un lado—, esto te parece divertido.
—Claro que sí, pequeño demonio, solo una vez cada mil años llegan los heraldos reales a este mundo.
—¿Reales? —mientras Dróiner se acomoda la nariz, yo aprovecho para echar un trago de las lágrimas, reponiendo el daño por frio que mi cuerpo empieza a sufrir.
—Yo soy descendiente de un heraldo, uno que vivió, lucho y murió en honorable combate hace mil años —dice mientras saca su propia poción de ese agujero negro con bordes de cierra verdes—, he luchado y ganado para llevar este título entre los clanes. Pero no tengo tanto poder como mi ancestro, tanto poder como puedes llegar a tener algún día.
—Te estoy dando una paliza.
Dróiner suelta una carcajada.
—Golpear con mayor fuerza, no significa golpear mejor —su sonrisa lobuna se ensancha—. ¿Qué tal si empezamos con Mana?
Abro mucho mis ojos.
La hoja translucida de su espadón brilla, y cuando lanza un corte horizontal, veo como una cuchillada curva de energía blanco azulada, sale disparada contra mí. El primer instinto que siento es lanzarme al piso y rodar para esquivarla, pero gracias al Aura que potencia mis reflejos y sentidos, dándome la capacidad de pensar y procesar mucha información en segundos, puedo ver como una capa de escarcha se forma al avanzar la cuchilla.
Salto hacia arriba con todas mis fuerzas, pero entonces siento como todos mis movimientos son sellados, como si el aire de pronto me aplastara. En eso aparece Dróiner y me lanza un golpe contra el suelo, haciéndome atravesar al menos una docena de duros paneles de un blanco muy translucido, que se quiebra con el sonido del cristal, pero es tan duro como golpear contra las gruesas murallas de la ciudad.
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Batalla de héroes.
FantasyEl ser autoproclamado como: Dios. Los secuestro y los envió a otro mundo. En un mundo de muerte y guerra, en el eterno girar del destino, sin comienzos ni finales, un grupo de seres proclamándose como dioses, juegan con un sin numero de razas para...