De la noche a la mañana

Maratón 1/3 (23)

Al parecer la pregunta de Melody tomó a los dos chicos por sorpresa. Dail soltó una carcajada escupiendo todo el agua y Derek se atragantó mientras sus mejillas se volvían de un intenso color carmesí.

Melody reía como loca mientras se agarraba su estómago y lanzaba patadas al aire provocando que se cayese al suelo.

Cuándo los tres se calmaron estuvieron varios minutos charlando de cosas neutrales hasta que, por una especie de altavoz, anunciaron que todos debían regresar a sus habitaciones.

Derek y Melody se dispusieron a regresar a sus habitaciones cuando Dail los detuvo.

-Mañana después de la cena hablaremos sobre esto con el grupo.

Los dos asintieron y salieron de la habitación, no antes de desearle las buenas noches a su amigo. Dail se tiró a su cama en plancha de un salto. Esta se hundió notablemente haciendo quedar a Dail en una posición bastante cómoda. Comenzó a pensar en todo lo que había pasado, en cómo en unos pocos días todo había cambiado drásticamente. El mundo se había ido a la basura, miles de personas habían muerto, su mejor amiga estaba al borde de la muerte, su mejor amigo estaba enamorado de un chico al que acababan de conocer...

Y con todos estos pensamientos en mente, Dail se durmió.

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El rubio entró en su habitación tras despedirse de su amiga, le dolía mucho la idea de haberla partido el corazón, pero ella no parecía dolida ni triste y cuando este había intentado disculparse por no poder corresponderla ella había soltado una sonora carcajada y le había asegurado que no había por qué preocuparse.

Se cambió de ropa y se puso un pijama que había encontrado en su armario. Tras lavarse la cara y cepillarse los dientes se metió en la cama y comenzó a repasar la conversación que había tenido con sus amigos.

Los dos habían afirmado que a él le gustaba Tom, lo cual le sorprendió porque ni él mismo estaba seguro. Pero, dándole vueltas al asunto, llegó a la conclusión de que era verdad que solo Tom lograba hacerle sentir como si tuviese mariposas en el estómago... ¿¡Qué mariposas?! ¡Tom le hacía sentir prácticamente un zoológico entero en el estómago!

Derek sonrió ya que esa mini reacción habría sido propia de su histérica y pequeña amiga. Entonces una fría voz femenina resonó por toda la estancia.

-"Quedan 10 minutos para que las luces sean oficialmente apagadas, a partir de esa hora cualquiera que salga de su dormitorio será acusado como posible cómplice de una conspiración contra los residentes del refugio."

Derek no esperó a que las luces se apagasen para caer en un profundo sueño.

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Melody andaba tranquilamente por los desolados pasillos, mientras silbaba una canción realmente bonita, dirigiéndose hacia el área donde se encontraban las habitaciones de las chicas. Esa canción era la que su madre le cantaba cuando era pequeña, antes de irse a dormir. Una lágrima rebelde cayó por su mejilla y ella se la limpió rápidamente. Odiaba llorar, lo cual era irónico e incluso cómico ya que no había hecho otra cosa desde que todo comenzó. Decidió que pensar en otra cosa menos horrible no la haría mucho daño. Pensaba en que, aunque le había dolido mucho que Derek estuviese enamorado de otro, le agradaba bastante la idea de que Tom y su amigo saliesen juntos. Además de que el hecho de ser abrazada por Dail ayudaba mucho.

La chica se sonrojó con su propio pensamiento, pero la idea de haber abrazado a Dail seguía ahí haciendo que se sonrojase cada vez más y más.

-Wow! Hola Mel, pensé que eras un tomate con patas.

La voz de Sarah tomó a su amiga desprevenida por completo y como respuesta obtuvo un chillido por parte de ella.

-¿Te he pillado teniendo pensamientos indecentes con algún chico misterioso cuya identidad desconozco? ¿O estás fantaseando con personajes de libros otra vez?-preguntó Sarah golpeando suavemente en el brazo a Melody con su codo.

-Ninguna de las dos, en realidad pensaba en unicornios fosforitos que cagan helado.

-Melody, pasa el número del camello que parece bueno.

Ahora era el turno de Melody de golpear a su amiga. Siguieron conversando animadamente mientras iban hacia sus habitaciones cuando una voz las sobresaltó. Literalmente las dos pegaron un pequeño salto.

-"Quedan 10 minutos para que las luces sean oficialmente apagadas, a partir de esa hora cualquiera que salga de su dormitorio será acusado como posible cómplice de una conspiración contra los residentes del refugio."-anunció una voz mecánica.

- Ya has oído al robot, hora de dormir y tener pensamientos pervertidos con famosos.-declaró Sarah.

-¿Y si hacemos fiesta de pijamas?-sugirió Melody dando una palmada y saltando mientras giraba sobre si misma.

-¿Qué no oíste sorda? En diez minutos se va la luz, adiós, goodbye, sayonara...

-Que si, que si, pero... ¿quien te ha dicho que yo no tenga una linterna?

-Eso significa...

-PARTY HARD!! All day, all nigth!!!-gritó Melody arrastrando a Sarah a su cuarto. Sarah solo rió y siguió a su amiga. Algunas veces era muy infantil pero igual la quería como si fuese su propia hermana gemela.