-Dail~ Daiiiil~ ¡Dail despierta!-susurraba Melody mientras se tiraba a la cama del castaño.
-¿Qué quieres? Aún es medianoche Melody, la gente normal dormimos más de una hora.-dijo este claramente malhumorado ya que ni se molestó en bajar su tono de voz.
-Shhh les vas a despertar-le contestó ella tapándole la boca.- Por cierto, ¿me acabas de llamar anormal?
-Lo has dicho tú no yo.-rió el chico levantando las manos en señal de inocencia.-Bueno ¿por qué me has despertado? Para tener esta cara tan hermosa necesito dormir mis horas correspondientes ¿sabes?
-Ey relaja los humos; pensé que las únicas divas aquí éramos yo y Erik
-Vosotros seréis unas divas pero yo soy LA DIVA.-contestó él mientras hacia un gesto de superioridad con su mano.
-Esta bien, diva, te he despertado porque quiero hablar contigo-dicho esto el semblante de Melody se tornó serio, tan serio que llegaba a ser escalofriante.
-Melody...-habló Dail pero ella no le dejó continuar.
-Dail, te voy a decir una cosa muy importante pero no se la puedes contar a nadie. Tú sabes que siempre he confiado en ti y siempre nos apoyamos el uno al otro...-Leyon se revolvió en el sillón provocando que Melody se asustase.
-No entiendo...-dijo Dail para ser nuevamente interrumpido por su amiga.
-Por favor no me interrumpas hasta que termine de contarte todo lo que te tengo que decir. "Que irónico; lo dice la que no para de interrumpirme" pensó él ligeramente molesto.
-Bueno... Tú sabes que yo nunca te mentiría si no tuviese una buena razón y yo sé que hace unos días, cuando todo comenzó, te diste cuenta que mentía sobre mi herida.-continuó Melody que comenzaba a notar un nudo en la garganta. Dail solo se limitó a asentir, tenía interés sobre lo que su amiga le estaba contando, no quería interrumpirla.
-Bien, la verdad es que-Melody tragó saliva en un intento de deshacerse de ese horrible nudo y esa sensación de angustia, lo estaba pasando realmente mal.- Dail la cosa que me hizo esa herida no era un perro, era una de esas cosas, un zombi.-dijo Melody notando como se le quebraba la voz.
Dail solo se quedó en silencio. No podía creer que su mejor amiga, la chica que siempre le alegraba, la única persona que realmente daba color a su vida, la única chica a la que había amado desde niños; esa chica iba a convertirse en una de esas horrendas criaturas que habitaban allí fuera.
-Dail...-susurró Melody cabizbaja sacando a este de sus pensamientos. -Por favor no me odies.-terminó esta mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas.
Dail abrazó a Melody, cosa que provocó que la chica se echase a llorar en los brazos de su amigo.
-Melody-la llamó él separándose para poder ver su rostro.- yo nunca podría odiarte, siempre has sido muy importante para mi.- "No sabes cuanto"pensó mientras observaba a la chica que seguía llorando ahora apoyada en su hombro. Unas lágrimas que Dail estaba intentando retener escaparon mojando sus mejillas. No lo podía evitar, ver así a esa persona que para él era tan importante le partía hasta el alma.
-Gracias Dail.-murmuró Melody ya mas calmada.-tú también eres muy importante para mí.
Dicho esto besó la mejilla del chico provocando el sonrojo de ambos.
-Lo mejor será que vallas a dormir, mañana hablaremos con los demás sobre esto.-habló Dail mirando hacia otro lado intentando ocultar su sonrojo.
-E-está b-bien.-contestó ella mirando fijamente al suelo como si fuese la cosa más interesante que había visto en su vida.
-Buenas noches.-susurró Dail dándole un beso en la frente a Melody haciendo que los dos volviesen a sonrojarse.
-I-igualmente.-tartamudeó dirigiéndose a su cama.
Lo que ambos no sabían es que cierto pelirrojo se encontraba observando toda la escena con una sonrisa de satisfacción en la cara.
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De la noche a la mañana
AdventureUn día Melody, una chica de pelo castaño y corta estatura, se ve involucrada en una pelea un tanto extraña mientras iba de camino a su colegio. Dos hombres harapientos de mediana edad peleaban brutalmente y se atestaban ¿mordiscos? el uno al otro ...