De la noche a la mañana

Maratón 2/3 (24)

Melody arrastró a Sarah hasta su cuarto y una vez allí cerró la puerta y corrió por la habitación en busca de la supuesta linterna.

Cuando la encontró la dejó sobre su escritorio y se dirigió a la cama. Empujó el colchón tirándolo al suelo y lo acercó al sofá, echó una manta por encima y recogió su linterna. Sarah la miraba intentando aguantar la risa.

-¡TACHAAN! ¡Mira nuestro fuerte!-gritó entusiasmada dando brincos por toda la habitación.

-Es muy bonito, Mel.-intentó tranquilizarla Sarah.

Cuando Melody se calmó las dos entraron en el "fuerte" y comenzaron ha hablar de cosas privadas hasta que Melody se decidió y le contó sobre lo que había hablado con Dail y Derek.

-Sarah... ¿tú sabes que a Derek le gusta Tom?

La cara de la rubia era un poema. Melody rió ante aquella escena. Su amiga se veía realmente confusa mientras intentaba hablar, pero solo emitía gruñidos y sonidos indescifrables.

-¿Te ríes? ¿Tú no estabas coladita por sus huesos?-gruñó Sarah mientras se cruzaba de brazos.

-Ay amiga mía, eso es agua pasada, ¡fue hace mucho! Unos treinta minutos más o menos.-dijo ella haciendo un gesto con su mano.

-Bien, pues tenemos que buscarte un nuevo ligue. Dail no, porque es tu mejor amigo. Leyon tampoco, porque también es tu mejor amigo. Derek obviamente que no, no creo que haga falta dar explicaciones. ¿Qué tal Dan? Él es guapo, listo, amable...-enumeró Sarah mientras contaba con sus dedos.

-Te has saltado a Erik.-le recordó Melody.

-Erik obvio que no, porque él me gusta a mí...-pensó Sarah, en voz alta.

Cuando Sarah se dio cuenta de lo que acababa de decir se sonrojó completamente y enterró su cara entre sus manos. Melody tardó en procesar bien toda la información. Cuando lo hizo, estalló en carcajadas.

Sarah molesta empujó a Melody al suelto pero esta no paraba de reír, entonces Sarah se levantó y fue al baño. Al volver llevaba un vaso lleno de agua que pronto vació sobre la cara de su amiga.

Entonces ella se calló y comenzó a toser para sacar todo el agua que se había tragado. Sarah le dedicó una sonrisa maléfica mientras se sentaba de nuevo en el suelo.

Una vez seca, Melody se tumbó y anunció a Sarah que se iba a dormir. Ella imitó a su amiga y apagaron la linterna.

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Habrían pasado ya unas dos horas desde que su amiga se durmió pero Melody no era capaz de conciliar el sueño.

Sabía que esta se había dormido por que escuchaba su respiración acompasada y pausada.

Una idea no dejaba de rondar por su mente, la mordedura de su brazo.

Estaba algo extrañada ya que estaba tardando más de lo que pensaba en convertirse en una de esas... cosas.

No quería poner en peligro a sus amigos; pero tampoco quería confesar que estaba infectada y que la echasen de allí.

Sabía que era egoísta de su parte pero no quería separarse de ellos. Decidió que hablaría con Tom sobre todo ese asunto mañana por la mañana.

Y con todos esos pensamientos en mente, Melody cayó en los brazos de Morfeo.