La gente comenzó a bajar del autobús "ordenadamente" mientras que Sarah y Melody se miraban cómplices, ya que ellas sabían que los chicos habían escuchado su conversación anterior y ahora estaban muertos de curiosidad.
Melody cogió sus armas y bajó de aquel enorme autobús seguida por sus amigos. Al bajar notó como el viento despeinaba su pelo y como la arena se levantaba a causa de este fuerte vendaval. Estaban en medio de una especie de desierto en el que no había nada más que arena y alguna que otra roca.
-Estamos en un desierto.-comentó Dail a lo que Melody lo miró con una sonrisa irónica.
-¡Oh en serio! ¡No me digas!-contestó ella mientras levantaba una ceja.
-Si en serio, no pensé que tu retraso sería tan grande como para que ni te dieses cuenta de algo tan obvio como eso.-contraatacó Dail sonriendo burlonamente. Melody bufó y continuó andando por detrás de algunos de los militares. Caminaron por aquel desierto durante varios minutos hasta que decidieron pararse a descansar.
Los militares repartieron agua y comida entre las personas mientras la brigada médica, entre ellos Tom, se encargaba de revisar como iban los heridos y si las demás personas se encontraban bien. Tom se acercó al pequeño grupo que Melody, Sarah y los chicos habían formado.
-Me alegra ver que todos estáis bien, ha habido gente que no ha sobrevivido a la huida.-dijo con una sonrisa que reflejaba tristeza.
-De hecho yo no estaría aquí ahora si no fuese por nuestra querida Melody.-habló Dail golpeando la espalda de su amiga que se atragantó con el agua que estaba bebiendo.
-¿Por qué dices eso?-preguntó Derek curioso mientras todos se acercaban más para poder escuchar mejor. Melody aún seguía tosiendo mientras miraba a Dail fulminante.
-Pues en la huida una de esas cosas me atrapó y Melody inmediatamente se dio la vuelta para ayudarme, más zombies se acercaron a mi mientras intentaba huir de el que ya me tenía agarrado. Le dije que se fuese pero no me hizo caso, en cambio cogió su pistola y acabó con los zombies de un solo disparo en la cabeza a cada uno.-explicó él, tranquilo, mientras comía una manzana.-Dispara muy bien para ser una enana.
Melody se levantó y pegó a Dail en la cabeza por llamarla así. Ella no era precisamente alta, de hecho era de las más bajitas del curso y Dail se solía meter con ella por eso, ya que él la sacaba una cabeza como mínimo.
Todos rieron, hasta Melody, y continuaron hablando de cosas sin sentido hasta que Steve los llamó para reanudar la marcha.
Tras media hora de caminata llegaron a un gran y alto precipicio donde no se distinguía el final. Todos miraban el precipicio algo extrañados. De repente los militares comenzaron a saltar por el barranco, seguidos por los médicos y algún que otro profesor. Las demás personas se miraban entre ellas atónitas sin poder creerse lo que acababa de pasar. Leyon no tardó en comprender lo que ocurría y al mirar a sus amigos vio que Melody también lo había entendido. Los dos se miraron y asintieron, se tomaron de la mano, cogieron carrerilla y con mucho impulso saltaron al vacío mientras escuchaban los gritos de sus compañeros a sus espaldas.
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De la noche a la mañana
PrzygodoweUn día Melody, una chica de pelo castaño y corta estatura, se ve involucrada en una pelea un tanto extraña mientras iba de camino a su colegio. Dos hombres harapientos de mediana edad peleaban brutalmente y se atestaban ¿mordiscos? el uno al otro ...