Melody subió a su habitación para darse una ducha.
Cuando iba a salir del cuarto de baño escuchó ruidos al otro lado de la puerta.Melody pegó su oído en la pared intentando escuchar el ruido con mayor calidad.
Alguien había entrado en su cuarto.
Sin dudarlo un momento Melody agarró un cepillo y su secador de pelo. Se colocó frente a la puerta y de una patada la abrió.
-¿QUIÉN ANDA AHÍ? MUÉSTRATE COBARDE, TENGO UN SECADOR Y NO TENGO MIEDO A USARLO.-vociferó Melody mientras apuntaba con el secador a todos lados.
Entonces Melody se dio cuenta que, sentado en su cama, un chico al que no conocía la miraba perplejo.
-¿Y tú quien matrioskas eres?-interrogó ella apuntándolo con el cepillo.
-Soy Dan y por favor deja de apuntarme con esas cosas, pareces una psicópata.
-Oh por Dios, me halagas.-dijo mientras echaba su cabello hacia atrás con un movimiento de la mano.
-Okey... he venido aquí para avisar de que es la hora de la cena, los que quieran deben bajar ya.
-¿Y POR QUÉ NO LO HAS DICHO ANTES? COMIDAAAAAAAA.-gritó la chica saliendo de la habitación a una velocidad inimaginable.
Dan se quedó mirando la puerta, perplejo. Esa chica si que era extraña.
Entonces sacándolo de sus pensamientos Melody volvió a entrar dando un portazo.
-Debería ponerme las zapatillas.-habló para si misma. Dan río sobresaltando a la chica.
-Eeeeeeyyyy... Ah no es verdad, que tú ya estabas aquí.-le dijo Melody.
-¿En serio no te acuerdas? ¡A sido a penas unos segundos!-rió él.
-Ay bueno la memoria no es mi punto fuerte. Venga baja conmigo, necesito que alguien me guíe o me perderé, otra vez.
Ahora que se fijaba Melody se dió cuenta que ese chico era bastante guapo.
Tenía los ojos azules y pecas, era alto (aunque comparados con ella la mayoría de los de su edad eran altos) y tenía un bonito pelo blanco que caía por sus hombros. De repente Melody se sobresaltó.
-¡Tu pelo es blanco!-gritó señalándolo con el dedo índice. Dan volvió a reír esta vez más fuerte.
-Si es verdad.- asintió aún riendo y acompañó a Melody hasta las escaleras.-Ahora solo tienes que bajar. Eso creo que no es tan difícil.
-¡Eso si puedo hacerlo!-gritó ella emocionada.
Corrió por las escaleras hasta que sintió como su talón resbalaba y su cuerpo se lanzaba en caída libre.
Un gran estruendo hizo que Dan se girase para luego oír un "Estoy bien" por parte de Melody. Él rió y siguió con su camino.
"Esa chica me va a matar de la risa" pensó mientras llamaba a las demás habitaciones para avisar sobre la cena.
Una vez abajo Melody se encontró con que sus amigos estaban ya todos reunidos y cenando.
-TRAICIÓN, ALTA TRAICIÓN, QUE LES CORTEN LA CABEZA.-comenzó a vociferar haciendo que medio comedor se la quedase mirando.
Sus amigos estallaron en carcajadas mientras que ella se acercaba contoneándose.
-Quiero comeeeeeeeer.-dijo ella alargando la ultima palabra.
-Mi tripita tiene hambre.-añadió golpeándose el estómago.
Dail le pasó un plato con sopa y un trozo de pan. Todos esperaron a que Melody empezase a comer pero esta no movió ni un músculo.
-Mel, ¿por qué no comes?-preguntó preocupada Sarah.
-Estoy esperando a alguien.
-¿A quién?-preguntó Dail curioso y con un poco de ¿celos?
-Ahí viene. ¡Daniolooooo!-gritó ella al ver a un chico de blancos cabellos entrando en la habitación.
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De la noche a la mañana
AdventureUn día Melody, una chica de pelo castaño y corta estatura, se ve involucrada en una pelea un tanto extraña mientras iba de camino a su colegio. Dos hombres harapientos de mediana edad peleaban brutalmente y se atestaban ¿mordiscos? el uno al otro ...