14. La polilla en el bosque

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[Nota del autor: En esta historia Enid y Merlina tienen 18 años.]

El cielo se tornó con un tranquilizante color plomizo y la lluvia empezó a golpear las ventanas con fuerza. El viento soplaba con rabia, haciendo que las puertas crujieran.A pesar del clima, Merlina deambulaba meditabunda y sin rumbo por los oscuros pasillos de "Nunca más". El eco de sus pasos resonaba en el lugar. La joven Addams llevaba días sintiéndose como si estuviera en un sueño, y su cuerpo parecía carecer de peso. Su recorrido finalmente la llevó a la escultura de Poe, cuyo rostro parecía mirarla con ojos vacíos. Merlina se acercó a la estatua y se detuvo frente a ella, admirando el libro que sostenía en su mano. Al intentar leer el título esculpido en la portada del libro se percató de que estaba decorada con una belladona, lo que hizo que la joven esbozara una sonrisa siniestra.

La lluvia seguía cayendo con intensidad, y los truenos sonaban cada vez más cerca, como si estuvieran golpeando la puerta. Esos truenos eran los emisarios de los jinetes de la tormenta.—¿Dónde te habías metido? —dijo Enid con un tono de reproche en su voz.

Merlina se volvió rápidamente y se puso en guardia, pero se relajó al reconocer a la señorita Sinclair.—¿Qué es lo que quieres? —respondió Merlina con frialdad, sin dejar de mirarla fijamente.—Tengo que hablar contigo en privado, vamos a... —dijo Enid, pero su discurso se interrumpió por el estruendo de un trueno que sacudió los cimientos de la edificación.

Sin esperar una respuesta, Enid se dio la vuelta y empezó a caminar. La joven Addams vaciló un instante, mirando hacia la estatua de Poe y preguntándose si debía seguir a Enid o no. Sin embargo, la tediosa actitud de la chica rubia era demasiado intrigante, así que empezó a adentrarse en la oscuridad del laberinto de pasillos.***Una vez que Merlina cerró la puerta tras de sí, Enid se dio media vuelta y mostró una cara inexpresiva. La habitación estaba sumida en una penumbra ominosa, iluminada solo por los destellos de los relámpagos que se filtraban por la ventana.

Enid parecía estar luchando por mantener sus emociones bajo control, pero estar junto a Merlina la hacía sentir incómoda y vulnerable. La tormenta rugía en el exterior y parecía ser un eco del interior de la chica de cabello rubio.

La inescrutabilidad de la señorita Sinclair se estaba convirtiendo en obsesión para la chica de cabello trenzado, pero también la hacía sentir un escalofrío recorriendo su espina dorsal.—La directora Weems me pidió que te avisara que el sheriff va a venir a verte en cuanto pase la tormenta —dijo Enid, adelantándose al interrogatorio de su roomie.—¿Eso es todo? —preguntó Merlina con un visaje de molestia y decepción.—La directora quiere que seas discreta. Mientras llega el sheriff, vamos a buscar información para ayudarte con tu investigación —ordenó Enid.—Acabas de darme una orden.—Debo asegurarme de que asistas a la reunión, así que, aunque no quiera, tengo que vigilarte. ¿Tienes algún problema con eso? —dijo Enid y le mostró sus garras, afiladas como dagas.

Merlina respiró con fuerza, su pecho agitado por una indefinida emoción, pero no podía hacer nada porque no quería empeorar su situación con la directora Weems. También sabía que el sheriff podía mandarla a la cárcel si consideraba que no iba a ser de ayuda para la investigación.—¿Esperas que te obedezca sin más? —espetó Merlina.

Enid se pasó la mano por la frente y bajó la mirada. Se sentó en su cama, recargó sus antebrazos sobre sus muslos y cruzó los dedos de sus manos. Levantó su rostro y miró fijamente a su roomie. El silencio reinaba en la habitación, era pesado y asfixiante. El diálogo mudo de las miradas de las jóvenes fue interrumpido por un trueno y el sonido de la lluvia arreciando, parecía una bestia que deseaba entrar y devorarlo todo.—¿Qué información puedes conseguir? —finalmente dijo Merlina con resignación.

La señorita Sinclair aspiró con fuerza y se puso frente a la pantalla de su laptop. La chica de cabello rubio fingió que no pasaba nada, como ya estaba acostumbrada.

Las jóvenes caminaban por un laberinto confuso y decadente. La inercia las hacía moverse, pero en realidad no sabían o querían tener un camino que elegir. Era igualmente confuso seguir vagando sin rumbo que fortuitamente encontrar la salida.

***

—Tal vez podamos buscar el video que el tipo que estaba en el bosque les mostró. ¿Cómo me dijiste que se llamaba? —preguntó Enid.—Erick. Uno de los ayudantes del sheriff dijo que quería volverse famoso y que había falsificado un video —respondió Merlina con curiosidad felina.—¿Es él? —preguntó Enid mientras ponía en pantalla completa la foto de un hombre de unos treinta años, con barba castaña, cara redonda, ojos verdes y aspecto desaliñado.—Sí —respondió parcamente Merlina.

—Se llama Erick Blacksmith, ha vivido aquí toda su vida y empezó a poner cámaras en el bosque después de que tuvo un avistamiento de pie grande. ¿Existe pie grande? —preguntó Enid y se volteó a ver a Merlina.—No.—Tiene un podcast, vaya, cada capítulo dura como cuatro horas. Tiene un blog con sus videos, ¡Dios!, están ordenados alfabéticamente, así que no vamos a saber cuál es el último.

Las luces de la habitación parpadearon con cada trueno, hasta que todo quedó inundado por la oscuridad. Solo quedaba una suave luz de tono amarillento que emanaba de la pantalla de la laptop y teñía las paredes de la habitación de amarillo. La luz de la pantalla parpadeaba y hacía que las sombras de las chicas bailaran de una forma siniestra. Mientras tanto, Enid seguía con su búsqueda.—Se apagó el módem, voy a conectar la laptop a los datos de mi celular para seguir buscando —dijo Enid.

Merlina no entendía nada de lo que decía Enid, simplemente le parecía una pérdida de su valioso tiempo.

—Tardaremos mucho tiempo si seguimos buscando los videos de Erick. ¿No recuerda nada que nos de una pista de qué buscar? —preguntó Merlina.—Erick no decía nada coherente, incluso mencionó de una polilla.—¿Polilla? Ya sé qué buscar

.Enid tecleó Modman en el buscador y apareció un video grabado con una cámara con visión nocturna. Lo reprodujo en pantalla completa y los tonos esmeralda del video dieron a la habitación una atmósfera sobrenatural.***—Llevas una hora viendo ese video, ¿Qué buscas? - dijo Enid.—La gárgola baja frente a la cámara pero no parece dejar huellas. Erick pudo dejar el relicario que encontré en el árbol. El video puede ser falso

Enid se acercó a la laptop y reprodujo el video.—Se ve muy real. Estuve escuchando su podcast. Los capítulos duran mucho porque cuando se equivoca lo repite y no corta el audio. No creo que pueda hacer un video que tenga esta calidad. ¿Tendrá un cómplice? —respondió Enid mientras observaba la pantalla de la laptop.—No creo que nadie se arriesgaría a asociarse con ese tipo. Tal vez le pagó a alguien.—Las cámaras que usa son de baja calidad, igual que su micrófono. No creo que tenga mucho dinero. Me llegó un mensaje. El sheriff está aquí - dijo Enid mientras revisaba su teléfono.

🔞 Merlina: Qué está noche sea una sinfonía...(Wenclair) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora