15. Desde la sombras parte 1

336 18 1
                                    

[Nota del autor: En esta historia Enid y Merlina tienen 18 años.]

Ajax ya no era una gorgona, ya no era un ser vivó. Había perdido su instinto de supervivencia. El infierno ahora era un ambiente cotidiano para el joven Petropolus. El único deseo que le quedaba era la venganza. En dos días debería de ser su quinto aniversario de matrimonio. La mellada espada perteneciente a su fallecida prometida era su último vínculo. Con resolución entró en la torre de la que no saldrá con vida.

***

La luz color de topacio azul de la luna se filtraba a través de las altas y estrechas ventanas de la torre de piedra, iluminando con frialdad la espartana cámara. Un tapiz ornamentado que mostraba rituales arcanos cubría una de las paredes, mientras extraños símbolos y figuras estaban grabados en los pergaminos y códices desperdigados con desánimo por una pesada mesa de roble que sostenía un revoltijo de misteriosos objetos.

El latín, el griego koiné, el arameo, el acadio - entre otras lenguas muertas en las que estaban escritos los códices - se negaban a entregar sus secretos a Merlina por considerarla indigna. Ya eran muchos años los que llevaba en una búsqueda infructuosa de una respuesta. Incluso había aceptado con desesperación la marca de Caín en su cuerpo. "Esa maldición no se puede borrar hasta que llegue el fin de los tiempos", se decía a sí misma. Como bálsamo, ofrecía dominio sobre cualquier condenado.

Al voltear una de las hojas de uno de los gastados libros, percibió el olor a moho y notó cómo sus manos se volvían cada vez más huesudas y cómo sus uñas se tornaban de un negro podrido.

—Hola, Merlina -dijo jadeante Ajax.

—El perdonarle la vida fue un error —respondió mientras retiraba su vista del códice que revisaba.

—Me esperabas, ¿no? Por eso usaste serpientes para proteger tu torre.

—No notaste que también es irónico que su descenso al infierno haya sido subir a una torre.

—Muy graciosa. ¿Así te burlaste de Enid cuando la torturabas hasta matarla?

—Eso fue un accidente y estoy intentando remediarlo.

—No hay magia que pueda remediarla. Tú hiciste una masacre en la casa Addams, mataste a mi prometida y...

—Cállate -gritó Merlina, cuyo rostro se había distorsionado por la furia que la dominaba.

Merlina apretó los dientes con tanta fuerza que sintió cómo la mandíbula le dolía.

—No tienes derecho a hablarme así -dijo Merlina con una voz que sonaba más como un gruñido.

Ajax retrocedió un paso, pensando en que estrategia seguir. El silencio se hizo más pesado, interrumpido solo por el sonido del viento que soplaba con fuerza fuera de la torre de piedra. Merlina tomó una respiración profunda, y extendió la mano hacia Ajax.

—Ahora, sal de mi vista -dijo con una voz que sonaba más como un susurro.

—Tendrás que matarme no quieres volver verme.

Sus ojos se abrieron con un fulgor verdoso, y su cuerpo comenzó a temblar con violencia. Un intenso olor a azufre se extendió por la habitación, mezclándose con el fuerte aroma a moho de los antiguos libros que la rodeaban. El sonido de las páginas al ser volteadas se hizo más fuerte, como si la habitación misma estuviera protestando por la presencia del joven Petropolus.

La piel de Merlina se estiraba mientras algo en su interior crecía más y más hasta que finalmente la desgarro y desde el suelo emergió una ser desproporcionado que extendió sus alas de cubiertas de piel como la de un murciélago.

🔞 Merlina: Qué está noche sea una sinfonía...(Wenclair) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora