—Sí escucho otro villancico mataré a alguien —gruñó Dap, sobre su cama, en Alaska.
Terminé de ordenar la habitación y la miré en la pantalla de mi ordenador con una sonrisa burlona.
Con la llegada de la navidad, y con eso el fin de las clases, terminaba todos mis exámenes extras, pasándolos todos y dando a un inicio a las vacaciones de cuatro semanas, Daphne aprovechó de pasar unos días con nuestra familia, yo habría ido si no fuera porque el proyecto estaba en problemas, el algoritmo faltaba terminarlo y el programa no daba abasto con toda esa base de datos que se recompiló en las semanas completas de partidos amistosos entre el equipo, así que me quedé para arreglarlo, además, el dinero no nos sobraba, ahora menos con un bebé en camino y la fisioterapia para el tobillo de Dap.
Su recuperación post operatoria, más las primeras semanas de tratamiento fueron un infierno, para ambas, yo soportando su mal humor y ella soportando su mala suerte, ninguna estaba muy feliz con el accidente, tampoco Asher, pero se preocupó por ella y le dijo que la esperaría, y la entrenadora hizo un programa especial para Daphne para evitar que la hipoatrofia fuera demasiada.
En ese tiempo, Daphne quiso saber cómo Jack Tucker le terminó ayudando y yo le dije que él estaba en el lugar y momento correcto, se lo tragó, pero no por completo.
Yo no volví a hablar con Jack sobre nada de Miles o Alice, en resumidas cuentas, nada de lo de esa noche, pero sí preguntó un par de veces como estaba Dap y me acompañaba a la residencia cuando nos encontrábamos por la tarde (que era bastante seguido) y fue tan natural que me preguntaba cómo sería ser pareja y hacer eso cada día, agregándole caricias, agarrarnos de la mano y besos.
Hablamos tanto, lo escuché reír tanto, que comenzaba a pensar que mi actitud era autodestructiva porque él no podía ser para mí. La ironía del corazón roto dolía mucho más, porque mi corazón seguía saltando feliz (incluso si se fisuraba) cada vez que lo veía, en la pista, en las caminatas, en el comedor, por el campus, teniendo toda mi atención y yo la suya.
Roxy y yo aprovechamos de ponernos al día con las materias y me contó sobre lo de Ezra, lo que me ponía contenta con ella por eso. Ezra, para impresión mía, era bastante dulce como novio. Más de una vez atrapé a Jack observándonos desde la pista cuando ellos se hacían sus caricias y mi corazón se partía cada vez, por él y un poco por mí.
Había sido unos dos meses de muchos sucesos.
—¿Cómo te va con el proyecto? —preguntó mi hermana.
—Pues, necesita remodelaciones, terminamos un prototipo en tres días, es obvio que tendría fallas y el programa le está generando dolores de cabeza a Ezra. Roxy hace lo posible para pensar en una solución con la base de datos. Y pensando que en menos de dos semanas tendrán un partido dando inicio a la temporada tenemos poco tiempo para probar que esta maldita cosa funciona, por lo que la presión es real, pero aparte de eso... vamos bien.
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It's Love at Quantum Level
RomanceCuando Jack Tucker, se presenta en la puerta de Danny Solis por una confusión, ella sabe que toda su vida cambiará para siempre, en especial después de que pasan la noche más inusual de todas. Creyó que no se volverían a ver, como no lo habían hecho...