Especial

149 14 2
                                    

ᴊᴀᴄᴋ ᴛᴜᴄᴋᴇʀ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ᴊᴀᴄᴋ ᴛᴜᴄᴋᴇʀ

Esto era terrible.

Disparé una y otra vez en el juego, con lo que podría llamar demasiada fuerza bruta, descargando el fracaso que sentía. Todo se estaba saliendo de control, yo, el juego, la misión, mis sentimientos. Maldita sea.

Sentí la mirada de Fitz sobre mí.

Nos mataron en el juego y tiré del control en la mesa de centro, frustrado.

Mi amigo a mi lado silbó.

—¿Tienes problemas con el control de la PlayStation o es por una chica que usa anteojos, cabello castaño y responde bajo el nombre de Danny Solis?

—¿De qué estás hablando?

—Me refiero a que estás como un ogro desde que volviste del supermercado y solo hay una persona que te pone así en todo el mundo y esa es Danny —dijo, cruzándose de brazos.

Bufé.

—Ya dime, qué está pasando.

Gruñí.

Mi cabeza no dejaba de imaginar una y otra vez a Jakob Fitzhebert en una cita con Danny, tomándole de la mano, haciéndola reír, rozándole los dedos en su cabello, acercándose para besarla. Me enfermaba. Había algo que no se sentía bien en el centro de mi pecho cada vez que la recordaba toda nerviosa en la camioneta, preguntándome por una cita con otro chico, a mí.

Iría a una cita, su primera, y se veía tan hermosa, con ese vestido y maquillada, sonriendo tan dulce, jugando con sus dedos, removiéndose en el asiento y yo la iba a dejar, como un chofer, no, peor aún, como su amigo.

Danny quería que fuera su amigo y me lo dijo luego de que nos besamos, que me dejó con ganas de más, sorprendiéndome cuando dio el primer paso, olvidándome por un momento en dónde estábamos, devolviéndolo con tantas ganas que me dejó al descubierto, o eso creí porque después dice que soy un buen amigo.

Qué tontería.

Para peor, arruinando todo lo que pude conseguir, le digo que no quería ser su amigo, logrando conseguir una mirada de ella, tan dolida que me dolió a mí, cien veces más, como si me hubieran golpeado con un bate.

Ella tenía ese poder en mí, ser mi peor perdición y el alivio de mis días sin siquiera darse cuenta. Tenía tanto poder, que con solo verle su sonrisa todo dolor desaparecía de mi cuerpo, todo dejaba de ser importante y solo quería decirle algo divertido para escucharla reír.

Me había dado cuenta hace poco que sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de verla feliz. Como ir a dejarla a su cita con otro sujeto.

Un sujeto con suerte, al parecer.

—Tuck —insistió Fitz.

—Tu hermano, eso es lo que me pasa.

—¿Qué pasa con él?

It's Love at Quantum LevelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora