Capítulo 31. Poema 456 Emily Dickinson

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Elizabeth Salazar's POV

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Elizabeth Salazar's POV

Llegamos a Los Ángeles los chicos y yo. Nunca me había sentido tan feliz de sentir la temperatura de California.

Literal, quería tirarme en el suelo y besar la tierra. Pero es algo que no va conmigo.

Le pedí a mi tío que nos dejara en la parada de taxis, por la forma en que estamos vestidos, parecemos turistas. Los tres con short, playera y una gorra. Aunque igual y nos sirve para que no nos reconozcan, en todo caso que nos anden vigilando.

–Por favor, no hagan nada estúpido –les ordeno–. Y con hacer me refiero a ti Anthony, después tú te adelantas.

–No Elizabeth, debemos vengar a Frank –dice molesto.

–Escúchame –lo miro fijamente–, más bien, escúchenme los dos. El contador no es cualquier persona, el sabía de todos nuestros movimientos y nos tomó por sorpresa porque lo planeó a la perfección.

Volteo a varios lados para ver que nadie nos esté escuchando.

–Ahora estamos en las ligas mayores –bajo la voz–. Casi morimos por un descuido –Anthony quiere hablar pero lo detengo–. Sin duda nos vengaremos y antes de salirme del negocio, terminaremos con este asunto del comprador estrella. Me está colmando la paciencia y para hacer mi vida con Hailee, debo zafarme de ese problema.

–¿Entonces cuál es el plan? –pregunta Arthur.

–Esperar –ambos chicos se sorprenden–. Lo mejor que podemos hacer es esperar y que el contador piense que morimos en el desierto. Por lo mínimo unos 6 meses.

–Elizabeth... es mucho tiempo –refunfuña Anthony.

–Si, es mucho tiempo pero debemos ser más inteligentes esta vez. Lo atacaremos cuando menos se lo espere y pagará por lo que le hizo a Frank.

–¿Que hacemos por mientras? –vuelve a preguntar Arthur.

–Vivan su vida, ve con tu esposa Arthur y cuídala, no sabemos a quienes nos estamos enfrentado –volteo a ver a Anthony quien no está de acuerdo con lo que estoy diciendo–, y tú... mi amigo por favor lo digo enserio, no hagas nada estúpido. No quiero perderte –hablo suave–. No quiero perderlo a ambos, está pequeña travesía sirvió para unirnos un poco.

Una melodía al corazón - con Hailee SteinfeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora