Capítulo IV. La mente puede ser tu peor enemigo

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Elizabeth Salazar's POV

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Elizabeth Salazar's POV

Hailee me estaba besando y sentía la necesidad en sus labios, yo no puedo apartarme de ella así que la tomo de la cintura y la pego más a mí, empiezo a mover los labios correspondiéndole el beso, se sienten demasiado bien y no pienso parar.

La jalo hacia adentro y cierro la puerta apoyando su espalda en ella, el beso va subiendo de intensidad, sus manos van al borde de mi playera para quitarla, cortamos el beso solo para desposarme completo de la prenda.

Nuestras respiraciones son pesadas, cada vez me pego más a su cuerpo y Hailee empieza a hacer movimientos con su cadera intentando tener más contacto con nuestras pelvis.

Me excita demasiado sentir su desesperación.

Meto mis manos debajo de su blusa, mi objetivo es llegar a sus pechos y amasarlos pero me alerto al escuchar golpes al fondo y alguien diciendo mi nombre.

No me importa el ruido no quiero apartarme de Hailee o ¿Emily? No entiendo que está pasando, los golpes y ahora un timbre no dejan de sonar... hasta que por fin abro los ojos.

–¡¡¡ELIZABETH!!! –Tocan la puerta con ímpetu–. ¡Voy a derribar la puerta!

Me encuentro en el mueble y mi corazón está agitado, siento mi cabeza perdida como si apareciera en otro universo. Escucho la puerta nuevamente y por impulso salgo corriendo a abrirla y veo a un acalorado Tyler.

–¡Dios mío Elizabeth! ¿Estás bien? –sus manos se posan en mis hombros.

–Si –intento recobrar la conciencia–. ¿Qué día es hoy?

–Es domingo y son las 3 de la tarde. Vine por ti a comer, llevo media hora tocando y me preocupé.

–¿De verdad? –Llevo mi mano a la cabeza–. Me quedé dormida.

–Eso es muy inusual en ti –se adentra a la casa y echa un vistazo–. Se nota que te divertiste.

–Perdón por el desorden, me quedé viendo una serie y... –viene a mí el sueño– ...y no recuerdo más.

Una melodía al corazón - con Hailee SteinfeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora