Capítulo 93. Como el Ave Fénix

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Penúltimo capítulo

Elizabeth Salazar's POV

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Elizabeth Salazar's POV

–Perdóname Hailee.

Despierto de una terrible pesadilla.

Abro los ojos de golpe y con la respiración agitada.

–¿Qué ha pasado? –me pregunto a mi misma.

Aclaro la vista una y otra vez hasta que me doy cuenta que estoy acostada en una habitación blanca conectada a varios aparatos.

–Estoy en un hospital –susurro aliviada.

Carajo, creí que había muerto.

Quiero levantarme pero siento mi cuerpo pesado.

–Mmm –hago un esfuerzo por levantarme pero no puedo, estoy inmóvil.

Mis latidos empiezan a acelerar, los puedo escuchar en el monitor.

–Mierda –necesito moverme, necesito salir de aquí.

En eso la puerta se abre dejando ver al doctor y a una mujer detrás de él.

–Señorita Salazar –habla el hombre alto con bata–. Que alegría que haya despertado. Empezaba a preocuparme por usted –habla animado pero eso me asusta.

¿Preocuparse? Mierda, esta no es buena señal.

–¿Cu-cuanto tiempo dormí? –tartamudeo no queriendo saber la respuesta.

–Uff dormiste demasiado bella durmiente –esa voz femenina me alerta.

–Hailee –casi pego un brinco cuando se asoma a donde la puedo ver.

Tiene el cabello castaño, lo que llama mi atención porque la última vez se lo retocaba seguido para mantenerlo rubio.

–Elizabeth ¿cierto? –pregunta tímida acercándose.

¿Mm? Hay algo diferente en ella, no se que es pero lo puedo sentir.

–Claro que si amor –contesto emocionada al verla, pero contrario a ella creí que estaría feliz de verme, en cambio la veo confundida–. ¿Sigues molesta cariño?

Quizás es por haberla dejado amarrada a la cama, si, eso ha de ser.

–Pff ¿molesta? –se sienta a un lado de la cama–. ¿Por qué estaría molesta con quien me salvó la vida?

¿Salvar su vida? ¿A que se refiere? Si la que estuvo a punto de morir soy yo.

–No te entiendo cariño –intento tomar su mano pero la aparta, esa acción me hizo lastimar mi corazón–. Hailee ¿qué está sucediendo?

–Estuvo dormida por 1 año señorita Salazar –es el doctor quien habla haciendo que rompa contacto visual con mi esposa.

–¡¿Un año?! –me altero–. ¡¿Pero por qué?! –reviso mis brazos y mi cuerpo, no veo ninguna quemadura–. ¡¿Cómo me sacaron del incendio?! ¡¿Acaso me golpeé la cabeza?!

Una melodía al corazón - con Hailee SteinfeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora