Elizabeth Salazar es una chica con un solo objetivo: su trabajo. Pasa de estar en la industria farmacéutica a la venta de drogas. Ambos negocios familiares.
Hasta que una venta ilícita sale mal con el "comprador estrella" que la llevará a tomar much...
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Elizabeth Salazar's POV
Esto es una mala idea, no que digo mala, malísima idea. No debí dejarme convencer por Hailee, pero es que tiene tiene unos métodos que me doblegan por completo y me dejan a su disposición.
Es increíble que solo ella tenga ese efecto en mí, me gusta pero a la vez tiene sus desventajas.
Ni Amanda ni mi hermano estaban de acuerdo con que yo fuera pero no, aquí estamos las dos.
–¿Por qué estás enojada mi amor? –pregunta delicadamente Hailee acariciando mi pierna.
Pirqui istis inijidi miimir
Pues es obvio, voy conduciendo en el audi negro hacia nuestro punto de reunión para emboscar a Tyler y Mathew.
–No estoy molesta –contesto seriamente.
–Que mala eres mintiendo Lizzy, hasta tus nudillos se están poniendo blancos de lo fuerte que estás agarrando el volante.
Los observo y es cierto, no me fijé que estaba agarrando fuerte el volante, pero es que estoy que hiervo de coraje.
–Pues ya sabes la respuesta Steinfeld –digo mientras giro a la derecha para entrar por un pequeño desvío, casi no se ve porque es de tierra ya que vamos en dirección a una hacienda.
–Creí que con la sesión de sexo de ayer se te quitaría lo amargada –habla pícara.
–Pues fíjate que no.
Y eso es lo peor, ayer me volví a negar de que me acompañara pero hablando de sus "métodos" el sexo escandaloso es uno de ellos y más con ver ese lindo trasero rebotar en mis piernas cuando lo agarro de perrito.
–Tranquila cariño, todo saldrá bien –vuelve acariciar mi pierna pero ahora más cerca de mi sexo–, te prometo que después te lo recompensaré.
Entiendo sus intenciones pero yo solo ruego a Dios que no pase nada malo.
Me limito a contestar, lo que menos quiero es discutir con mi prometida porque no sabemos qué es lo que nos espera.
Minutos más tarde llegamos a nuestro punto de reunión, son pasada las 12 de la noche, estamos en las afuera de Los Ángeles en completa oscuridad, por una hacienda que es grande, demasiado grande pero bien oculta ya que está rodeada de hectáreas de sembradío de marihuana, al parecer aquí es donde ocurre toda la magia de los cucarachos.
