Elizabeth Salazar es una chica con un solo objetivo: su trabajo. Pasa de estar en la industria farmacéutica a la venta de drogas. Ambos negocios familiares.
Hasta que una venta ilícita sale mal con el "comprador estrella" que la llevará a tomar much...
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Elizabeth Salazar's POV
Salgo en busca de la hamburguesa de mi mujer, estos días ha estado más ansiosa de lo normal, más hormonal y hambrienta. He tenido cuidado con no hacerla molestar porque no quiero discutir con ella y aumentar una rayita más a mi estrés, con la farmaceútica y...
–Con este hombre que no deja de joder –digo cuando mi celular suena y veo el nombre de la llamada–. Ahora qué quieres padre ¿ya te arrepentiste de ver a tu hijo?
Suelto molesta, según habíamos quedado en volver a reunir a la familia pero este hombre da mucho que desear, termina cancelando la cena según por "trabajo" que se le presenta.
–Tu piensas que lo hago a propósito pero no es así hija –suena tranquilo al otro lado del celular–, sabes que soy una persona que "según" está muerta, debo tener cuidado con mis movimientos. No puedo exponerme como si nada.
–Y yo que pensaba que habías cambiado –suspiro irritada–, eres el mismo hombre de siempre. Solo te preocupas por ti y tus negocios, nunca hemos sido tu prioridad.
–Lo son Elizabeth.
–Pues no lo parece.
–Hija –suspira–, en serio denme una oportunidad. Quiero volver a reunir a la familia y más que ahora estás expandiendo la tuya.
Genial, sabe que intentamos tener un hijo.
–Pues hasta que no te vea con las verdaderas intenciones de hacerlo, no le diré a Willian. Él no se merece saber que nuestro padre nos estuvo mintiendo sobre su muerte por 6 malditos años.
Llego a donde venden las hamburguesas favoritas de Hailee, así que bajo la ventanilla para hacer el pedido.
–Estoy ocupada padre, tengo que colgar.
–Hija... –cuelgo antes de que diga algo.
–Buenas noches –habla una chica por una bocina–, ¿que desea ordenar?
–Dos hamburguesas con doble carne y queso, con aguacate y tocino –empiezo a pedir de acuerdo a los gustos de Hailee–, le quita la cebolla a ambas y el pepinillo, no le ponga mucha salsa ketchup –¿qué más?–. Ah... y no se le olvide las papas fritas –recuerdo, la última vez que pidió se le olvidaron traerlas y me hizo venir al restaurant para reclamar.
