XXV

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Sofia Scaloni.

-Que hacés vos acá?-Le pregunté llendo a abrazarlo confundida .

-Vengo a conocer a mi sobrina y ya -Me exigió con cara de "Enojado".

-Esta con Paulo- el me abrazo muy brevemente en forma de saludo y se fue en busca de la bebé.

Entramos a comedor y como todavía era temprano el desayuno no estaba terminado.

Paulo y Exe se pusieron a hablar en una esquina mientras esperaban el desayuno y el último nombrado cargaba a la bebé mientras la miraba con mucho amor.

Cómo me aburría me puse a mirar mi galería ya que hace mil años no entraba .

Baje y baje hasta llegar a la primera foto que tenía mi celular, era una foto donde aparecía yo vestida con la bata del hospital mientras cargaba a los gemelos. Esa foto me acuerdo que la había sacado Paulo cuando nacieron los quilombos.

Estaba tan sumisa mirando las fotos que ni cuanta me di que Exe y Paulo se sentaron al lado mio.

Los meseros empezaron a servir el desayuno y todos comimos entre risas, charlas y bromas muy malas por parte de Enzo.

Cómo termine primera dije buen provecho a lo que todos respondieron con un gracias.

Me levanté y agarre el coche de Eve guiandolo hasta la sala de estar de la residencia y los gemelos se quedaron con Paulo.

La alce a una y me senté en una de las sillas que se mecían. Eve estaba jugando con mi dedo cuando Juli y el resto de los chicos entraron a la sala.

—Pau—Lo llame cuando el se sento en uno de los sillones individuales que tenía a mi lado—te acordar que te conté que tenía a seción de fotos?

—Si.

—Mañana es la sesión y te queria preguntar si no te molesta cuidarla dos horas—Dije rogándole.

—Ay preciosa justo mañana tengo un asunto muy importante pero llévala seguro que alguien te la cuida.

—Bien —fue lo único que le pude decir , Paulo me había dejado sorprendida cuando me llamo preciosa adelante de todos los chicos.

Después de un rato los chicos se fueron al gimnasio de la universidad y Exe se fue a su hotel .

Suspiré cuando me llegó un mensaje que decía "Ya llegué al hotel, gracias por el transporte, los amo mucho" por parte del Chango.

Sin dar mucha vuelta el resto del día no hicimos nada, así que a la noche los gemelos, la bebé y yo nos empezamos a cambiar para ir a dormir.

Ayude a los gemelos a taparse mientras le daba de comer a mi hija.

Todo es muy raro con la llegada de Eve, Paulo estuvo más... "Cariñoso" conmigo por así decirlo, los gemelos y los chicos (incluso mi papá  ) están todo el día pegados a la pequeña y lo más raro Ney me había mandado un mensaje para hablar y de paso que Davi conozca a La niña.

Salí de mis pensamientos cuando tocaron la puerta seguro era alguno de los chicos.Abrí la puerta y ahi estaba Paulo.

—Hola, que paso?—Le pregunté extrañada.

—No te acordás que te dije que te iba a ayudar con nuestra hija?— dijo sonriendo.

Desde que nació Eve estoy teniendo problemas para dormir, ella se levanta cada dos horas a tomar leche y Paulo se había ofrecido a hacerme compañía por hoy.

Dejé que pase y me  volví en concentrar en darle la leche a Eve por qué si me ponía a mirar los abdominales de  Paulo me desmayaba.

El llevaba simplemente unas medias blancas con un jogging gris y nada mas, ni siquiera una remera llevaba.

Me di cuenta que me le quede mirando mucho cuando el volteo la mirada hacia mi.

Cuando los gemelos cayeron en los brazos de Morfeo Paulo se paro y se recostó contra el respaldar de mi cama.

Pensé que se iba a quedar en la cama de los chicos pero no y se sentó en la mía y como se veía tan decidido no le dije nada.

Después de acostar a la bebé me acoste yo. Traía una calza negra, un top blanco, un buzo gris y unas medias de corazón. A cambio de Paulo yo si tenía mucho frío.

Con el aire y la lluvia, yo estaba cagada de frío y temblando.

Mi piel estaba echa una gallina así como la de Caché, Enzo, Franco, Juli y todos los otros que son de river.

—Dejate abrazar—Paulo me abrazo fuerte por las espalda.

Paulo me hacía sentir cosas que con mis otras parejas nunca pude. Por ejemplo esto cuando dormíamos juntos y hacia frío, Paulo solia abrazarme por la espalda. La única diferencia es que el solia dejar besos en mi cuello y hacerme caricias en la cintura , cosas que ahora claramente no estaba haciendo.

—Buenas noche preciosa—dijo mientras yo dormía.

—Buenas noches cordobés—Dije en un susurro.

MAR // Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora