Capítulo 13

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Luego de la comida, pedí permiso para ir a ver a Jin, hacia varios días no lo veía y cuando pregunte me dijeron que estaba en cama.
Min me permitió ir a verlo y Tae quiso acompañarme, a lo que no me pude negar por la forma tan tierna en que lo hizo, parecía un niño pequeño.
Al llegar Nam nos abrió y nos hizo una reverencia, preguntamos por su Omega y nos llevó a su cuarto a verlo.
_ Hola como estas hyung? _ le pregunté.
_ Bien _ decía suspirando.
_ Que te sientes? _preguntaba Tae curioso.
_ Los síntomas normales de un embarazo, las náuseas y mareos no me dejan ponerme de pie pero dice el doctor que es normal los primeros 4 meses, espero que se me pasen pronto _sonrio.
_ Veras que si _ dije.
Tae y yo pasamos un rato haciéndole compañía a Jin, antes de marcharnos nos agradecía el haberle echo la visita, porque a pesar de que Nam siempre está al pendiente de el, a veces se siente solo porque su alfa tiene que encargarse de cosas de la casa.
Al llegar a la mansión Tae me dijo que se iría a su cuarto a tomarse una ducha y yo le dije que lo haría también.
Luego de salir del cuarto, me recoste en mi cama un rato, aunque no había echo mucho hoy me sentia todavía algo adolorido por el castigo de Min.
Al recordar aquel momento mis lágrimas se comenzaron a asomar, el señor Min me gusta pero no me agradó para nada que me castigara así, he escuchado que suele ser cruel con sus acompañantes, no pensé que lo fuera conmigo, ya que a su manera el siempre me a tratado bien.
De pronto sentí la puerta de mi cuarto abrirse y me giré, pensaba que era tata pero para mi sorpresa era Min quien se encontraba cerrando la puerta tras el.
Me senté en la cama abrazando mis piernas, y mi cuerpo temblaba, no quería que me volviera a castigar, me miró y mi manera de reaccionar fue enterrando mi cabeza entre mis piernas, me encontraba atemorizado.
Senti sus pasos y como se acercaba, un frío recorrió toda mi espalda y solo comenze a llorar aún con mi rostro escondido, sentí que se sentó a mi lado.
_ Pequeño mirame_ escuche que me dijo con aquella voz ronca.
No quería mirarlo, me daba miedo, pero tenía que obedecer, así que lentamente levanté mi rostro.
_ Si señor _ hable con la voz temblorosa.
_ No llores _limpiaba mis lágrimas con sus pulgares _ No me gusta, te ves feo _ me sonrió.
Me sentía confundido, no sabía si bromeaba o lo decía en serio, a pesar de su sonrisa su rostro jamás refleja nada, con el no se sabe que esperar, así que solo lo mire sin decir nada, no quería ser golpeado.
Al ver que no respondía se acercó más a mi, su rostro lo tenía frente al mío rozando mis labios y yo lo único que hacía era temblar y mis lágrimas rodaban aún más, sentía pánico de lo que sería capaz.
Sus labios chocaron con los míos, fue un beso lento, demandante pero tierno, le encanta tener el control y yo solo me dejo llevar.
A pesar de que jamás he tenido amigos, muchas veces escuché a las omegas hablando de cómo tener a un alfa a sus pies, como enamorarlos, entre tantas cosas hubo una que contó que a pesar de que los alfas son posesivos y les encanta tener el control, también los vuelve locos cuando uno es quien se atreve a llevar las riendas a la hora del sexo, así que en estos momentos quiero arriesgarme, solo le pido a la madre luna que le guste lo que haré.
Deje de besarlo y el ladeo su cabeza frunciendo un poco el ceño, al parecer le molesto, pero no le di tiempo a pensar mucho, solo me subí a su regazo y comenze a besarlo, mi beso era feroz, ardiente, trataba de transmitirle lo mucho que lo deseaba mientras desabrochar uno a uno los botones de su camisa.
Al parecer le gustaba lo que hacía porque entre el beso sentí que sonreía, comenze a mover mis caderas suavemente haciendo que nuestros miembros se rozaran y sentí como dejo escapar un gruñido de satisfaccion.
Quite toda aquella tela que nos molestaba, al bajar mi miraba pude ver su miembro tan duro que solo mordi mi labio inferior.
Con una mano le di un pequeño empujón para que cayera acostado en la cama, el no decía nada, solo observaba todo lo que hacía con una ceja levantada.
Baje hasta su pene y lo agarre entre una de mis manos metiendo todo lo que podía en mi boca, subía y bajaba lentamente torturandolo un poco y sentí como agarro mi cabello pero lo detuve para seguir haciéndolo a mi paso, el no protesto.
_ Aaaaaaah omega, acaso me estás castigando? _dijo entre la excitación.
Saque su miembro de mi boca y con mi lengua comenze a recorrer toda su extensión, al llegar al glande lo chupe y lami, lo escuche soltar un fuerte gemido, al parecer le gustaba lo que hacia.
_ Jimin aaaaaaah, me tienes aaaah, me encantas Omega _dijo.
Al escucharlo me levante y me senté a horcajadas encima de el tomando con mis manos nuestros miembros para comenzar a masturbarlos al mismo tiempo, se sentía tan bien, lleve una de mis manos hacia mi entrada para prepararme yo mismo.
Una de sus manos la llevó hacia mi cuello apretando un poco pero sin llegar a ahogarme, su acción fue estimulante, haciendo que no pudiera aguantarme más, sin pensar debido a la excitación levante mi trasero alineando su miembro en mi entrada y me deje caer sobre el.
Deje escapar un grito, no negaré que dolio y un ardor me invadio, mientras dejaba caer mi cabeza hacia atrás y mis lágrimas rodaban por mis mejillas, pero necesitaba tanto sentirlo dentro de mi.
Min con su mano libre agarro mi cintura haciendo que comenzara a moverme y así lo hice, mis movimientos eran algo torpes debido a mi inexperiencia pero el parecía disfrutarlo.
De pronto se puso de pie conmigo encima y sin sacar su miembro, se paró frente al gran espejo del cuarto, agarro mi cara y la giro hacia nuestro reflejo.
_ Quiero que veas como tu trasero se traga mi pene_ decía con una sonrisa ladina _ Que veas tu hermoso rostro lleno de lujuria disfrutando de mis estocas _ las cuales aumentaron con sus palabras haciéndome gemir cada vez más alto.
Me encanta el sexo con este hombre, me hacía perder la cordura, se veían tan bien nuestros cuerpos conectados, ver nuestros reflejos me tenía al límite.
Sus embestidas eran cada vez más fuerte tocando mi punto dulce, me agarré más fuerte de su cuello y comenze a moverme más rápido, quería liberarme, lo mire a los ojos pero volvió a girar mi rostro.
_ Quiero que veas como te corres y tu cara se ve aún más hermosa _decia mientras mordía el lóbulo de mi oreja.
_ Aaaaaaah _ gritaba mientras me corría, el morbo de vernos en el espejo me hizo explotar de placer.

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