Genshin Things

1. Kaebedo 3.5

┋ TW: Kaeya x Albedo. Post canon, evento y misión de arconte versión 3.5. Sin spoilers.

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El piso de la sede de los Caballeros de Favonius acababa de ser trapeador por Noelle, así que además de estar limpio, era mortal, pulido a niveles peligrosos. Por ese motivo, para Kaeya, llegar hasta Albedo antes de que esté suba las escaleras sin caerse en el intento, era toda una hazaña.

—¡Albedo!— lo tomó del brazo y sonrió encantador. Kaeya gozaba de todo un repertorio de increíbles sonrisas engatuzantes a las que Albedo era totalmente inmune... Y Lumine y... Paimon, y Diluc, pero esas eras todas excepciones que confirmaban la regla.

—Volviste de Sumeru— Albedo revisaba sus hojas de borradores, alquimia y dibujos de grafito.

Aún subía la escalera a pasos muy lentos, con la mano de Kaeya sosteniendo su brazo, su paso lento pero firme estaba arrastrando al más alto, con esa clase de indiferencia que había cautivado a Kaeya en primer lugar, esa voz serena y regular pase lo que pase, hasta para saludarlo luego de un largo viaje.

—Lo hice. ¿Me extrañaste?— Kaeya optó por soltar el brazo pero tomar la mano ajena, confiado de que nadie demasiado chismoso los vería caminar de la mano por los pasillos.

Albedo le dió un apreton con su mano enguantadas de cuero frío. Giró por el pasillo hacia las habitaciones de los caballeros y Kaeya se dejó guiar con una facilidad casi dócil. No respondió a la pregunta con mucha rapidez.

—Claro, ¿Me tragiste algo?

Kaeya abrió la boca pero la volvió a cerrar, era un chiste, Albedo a veces hace chistes ahora, de vez en cuando, cuando esa parte en su cerebro que me recuerda cada cierto tiempo que debe mimetizarse con los humanos, la parte que le recuerda que debe fingir respirar de vez en cuando, que debe parpadear, que debe sentir hambre tres veces al día, que debería fingir tener frío en Espinadragon. Esa parte de su cerebro a veces le dice "Riete, haz una broma, habla más pausado, con más emoción... No, no tanta, ¿No deberías reír si ese chiste te pareció gracioso? ¿Comiste demasiado o muy poco? ¿Crees que lo notarán? ¿Crees que deberías arropar a Klee tu o está bien que Jean lo haga? ¿Que harás el día de las madres? ¿Que hará Klee el día de las madres? ¿Esto es normal? Estoy olvidando parpadear otra vez. Deberías decírselo a Sucrose. O no" es una parte muy molesta.

Pero esa pequeña parte se desconecta por completo cuando está a solas con Kaeya, es libre de ser realmente él, no tiene que explicarle nada que no sepa ya. No tiene que fingir emociones porque Kaeya le hace sentirlas sin planearlo, Kaeya hace que su voz se pause, que se emocioné por si solo, lo hace jadear aunque no tenga aliento. Y lo hace querer contar chistes por el solo placer de ver a Kaeya reírse.

—Yo.... Traje recetas de vinos... Y libros. Y mi maravillosa presencia, no entiendo cómo puedes querer más— Kaeya habló dramático, señalando todo su cuerpo— Oye, quería hablar sobre algo...— su voz bajo muchos decibeles, apagada y sería y Albedo supo que no iba a ser divertido.

Albedo le hizo una seña con su mano para que espere un momento, llegaron a la puerta de su habitación y lo invito a pasar para seguir hablando. Kaeya estaba más que acostumbrado con el lugar, se sentó al borde de la cama y comenzó a  sacarse las botas y las capaz superiores de ropa. Era cómodo y doméstico, o lo más parecido a un hogar que van a tener. Albedo se distrajo acomodando sus papeles en su lugar antes de que Kaeya llamará su atención para seguir hablando.

Ahora solo en camisa blanca suelta y escotada y pantalones ajustados, todos sus accesorios yacian en la mesa de noche de Albedo, y el corset y su capa de plumas tirados en el suelo.