«Te quiero»
Hay palabras capaces de detener el tiempo, de hacerte contener el aliento. Hay letras con el poder de derrumbar barreras, de construir puentes entre las almas de las personas. Solo hace falta un «Te quiero» para conseguir todo lo que has soñado. Las peleas, las noches sin dormir y el miedo ante la pérdida de mi mejor amigo habían quedado atrás. Habíamos sido valientes, habíamos dado el paso y ahora podía permitirme borrar la distancia para unir nuestros labios. El primer beso fue lento, casi tímido. Era producto de la incredulidad, de creer que podía despertar en cualquier momento. Me separé para ver sus ojos anegados en lágrimas y las limpié con mis dedos.
—Jihoon, llévame a la cama —Le susurré.
Se levantó como un resorte, tirando de mí hasta levantarme sobre su hombro con la facilidad de quien acostumbra a llevar grandes pesos. Reí todo el camino, tratando de bajar el volumen para no despertar a nadie ¿Se podía ser más feliz? Iba a cumplir uno de mis sueños: estar con Jihoon íntimamente sin el título de amigo colgando en nuestras cabezas. Iba a hacer de nuestra cita la mejor que había tenido nunca. Me aseguraría de ello. Me dejó con cuidado en su cama y volvió a besarme. Adoraba cuidar de mis parejas, darles todo lo que necesitaban, pero ¿En la cama? Era incapaz de tomar el control. Necesitaba que marcasen el ritmo, que me dominasen. Era mi momento de dejarme llevar. Por eso sabía que Jihoon era perfecto. Sin que yo dijese nada, comenzó a desvestirme como quien abría un regalo, prenda a prenda, torturándome con besos y caricias.
—No sabes cuanto deseaba esto —Me dijo apreciando mi cuerpo cuando me quedé sin ropa—. Sobre todo, cada vez que salías de la ducha sin toalla.
—Puede que me la olvidase adrede —Me sonrojé al confesarle uno de mis secretos.
—Vaya, vaya, daddy ¿Querías provocarme? —Comenzó a quitarse la ropa, pero se detuvo tras bajarse los pantalones. Su rostro perdiendo parte de la alegría que había tenido. Por un segundo pensé que podía estar arrepentido y no quería continuar con aquello, pero se llevo la mano al pello como siempre que estaba inseguro. Las heridas.
—Sabes que te he visto ya y no me importa ¿Verdad? —Le dije acercando mis manos a los botones de su camisa. Olía a un champú que no reconocí, señal que había tenido que ducharse en la estación—. No me importa, eres el hombre más sexy que he conocido, pero si no estás preparado, podemos dejarla puesto a dormir sin más.
Jihoon me miró con seriedad antes de negar con la cabeza y suspirar. Se retiró y pensé que se detendría, que iríamos a dormir, pero me sorprendió quitándose la camisa sin pensar más. Cuando hubo quedado completamente desnudo, mis ojos, incontrolables, le recorrieron. Me lamí los labios logrando que riese.
—Cien por cien comprobado que no te importa.
—Sexy, jodidamente sexy —Confirmé ganándome otro beso, mucho más acalorado, con nuestras lenguas provocando hasta caer en la cama—. No me hagas esperar, te necesito, ya exploraremos otro día.
—¿Tan desesperado estás?
Asentí, gimiendo al sentir su mano en mi erección. Dios, era mucho mejor que en mis fantasías. Podía sentir sus labios besando y marcando la curva de mi cuello mientras su mano recorría mi longitud despacio. Podía notar su propia polla contra mí, multiplicando mis sensaciones hasta hacerme gemir incontrolablemente.
—Shh, hay niños cerca —Me susurró al oído.
—Mierda —Exclamé haciéndole reír pues no me había acordado de Liam y su hermana.
—No importa, vamos a ser rápidos —Me guiñó el ojo antes de sacar el lubricante del cajón y una caja de preservativos—. No sabes lo mucho que he deseado estar enterrado en ti.
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Los hombres de El valle 2 - El militar y el olvido (Soonhoon) [+18]
RomansaSoonyoung ha tenido un secreto durante años, pero las circunstancias siempre le impiden confesarlo. Tres años después de una pesadilla tras otra y con una carga emocional sobre sus hombros por los efectos secundarios de su tiempo en el ejercito, enc...