Capítulo 7 - Soonyoung

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Quiero que seas mi daddy...

Las palabras de Jihoon resonaban en mi oído. Por un segundo había sido como volver al pasado cuando él con su descaro habitual decidió que yo le ayudaría en su regresión cuando no estuviese con alguien. Igual que aquel día no había otra respuesta posible, en el presente tampoco. Yo era el dominante de nuestra extraña relación, para él era quien mantenía el istécontrol y le hacía conservar la cordura en el caos de su vida cuando nadie más podía hacerlo.

—Claro que sí —Contesté besando su frente y consiguiendo que suspirase aliviado—. Me vendrá bien tener un chico tan bueno como tú para relajarme mientras estoy aquí —Luego me separé para mirarle a los ojos. Estaba ruborizado. Siempre era un placer verle así, sobre todo cuando estaba en ese estado a medio camino entre el adulto y el Little—. Como primera misión quiero que vayas a por Jeonghan. Yo seguiré nuestras tareas hasta que vuelvas.

—¿Puedo retirar lo de que seas daddy? —Frunció la nariz de una forma adorable que me dieron ganas de besarla—. Está bien oppa, voy corriendo.

—Puedo hacer esto, no es la primera vez que trabajo en el campo —Le sonreí y tomé el jersey rojo de sus manos—. Aristóteles y Kiara me acompañarán y cuando vuelvas hablaremos de límites y expectativas.

Asintió y volvió a su mutismo acostumbrado mientras salía del establo. La oveja llamó mi atención impidiendo que soñase despierto con Jihoon y lo que acababa de ocurrir. Le coloqué la prenda a Aristóteles que lamió la cara como agradecimiento.

—Bueno, chicos, vamos a trabajar —Agarré el cepillo, el recogedor y las bolsas para arreglar el estropicio de lana. Jeonghan iba a volver a limpiarla por si había suerte, pero todo apuntaba a que iba a ser inservible—. ¿Qué crees que habrá recordado? ¿Será buena señal, Ari? —La oveja baló y yo sonreí mientras Kiara nos miraba desde el rincón en el que se había sentado—. Tienes razón, irá bien.

Aproveché que estaba solo y quera una hora prudente para llamar a mi padre. No tardó en cogerlo y le expliqué todo lo que había sucedido hasta el momento. Él sabía cuál era mi estilo de vida y se había documentado. Ninguno quería secretos después de lo mal que habíamos estado. La vergüenza merecía la pena si volvíamos a comprendernos y no dejábamos que la falta de comunicación no impidiese ser felices. Por eso habíamos hablado abiertamente de ser daddy y de lo que solía hacer con Jihoon. No íbamos a ocultarnos en su presencia. Por un instante pensé que volvería a abrirse la brecha entre nosotros, pero él simplemente me dijo que iba a informarse bien porque se negaba a ofender a mi amigo. Incluso ofreció hacerle algún juguete de madera como los que me hacía de pequeño.

—Bueno, hijo, que gran noticia —Me dijo, la felicidad palpable en su voz—. Ese chico tuyo parece estar recordando —Rio al pensar de nuevo en como había disfrutado su conducción. Mi padre solía hablarme de una vez cuando lo llevaron de paseo en un camión de bombero siendo pequeño—. Tiene peligro. Te lo pondrá difícil. Me gusta.

—Papá, no es mi chico.

—Oficialmente, pero siempre lo ha sido, aunque él no lo sepa. Ahora sé un buen daddy y preséntale a su suegro.

—¿Qué tal Tinder? —Le cambié de tema. No servía de nada protestarle, así que era mejor avergonzarle.

—Sabías que suben foto de sus...? —Chasqueó la lengua, incómodo y avergonzado.

—Oh, que tierno, tu primera fotopolla —Me reí, más fuerte todavía cuando empezó a regañarme—. Huye de esos. Solo quieren sexo y nosotros buscamos material de novio —Le dije una vez que pude parar de reírme, poniéndome serio de nuevo—. Tienes que buscar a alguien que te haga feliz todos los días, no un rato.

Los hombres de El valle 2 - El militar y el olvido (Soonhoon) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora