Capítulo 11 - Soonyoung

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Mi corazón dolía por la distancia impuesta entre Jihoon y yo. Me sentía feliz porque había vuelto a recordarme, pero esa alegría se empañaba por el secreto que había estado guardando. Es cierto que se me había pedido, que seguía órdenes médicas. Sin embargo, la culpa me carcomía por dentro. Iba a tener que arrastrarme, pedirle perdón, y explicarle todo. Jeonghan vino a ayudarme, una excusa para ver cómo lo estaba llevando. El psicólogo en él no podía apagarse en ningún momento. Le expliqué que, pese a estar alejados hoy, sentía esperanza porque sabía cómo comportarme con Jihoon cuando metía la pata y no cambiaría nada de lo que había ocurrido. Me recordaba y eso era más de lo que podía pedir.

—Cuando estaba encerrado, solía pensar mucho en lo que diría cuando lo viese de nuevo. Le daría la razón: ir al ejército por venganza había sido la peor idea de mi vida. Pensaba que hablaría con mi padre, que le daría la oportunidad de explicarse, porque un nuevo rechazo de su parte no dolería tanto como lo que estaba viviendo —Le comenté—. Me solía mantener cuerdo saber que estaría aquí al volver y que podría regañarme por el susto que le había dado.

—¿Qué sentiste cuando te dijeron que había muerto? —Me preguntó indicándome que nos sentásemos a descansar. Al parecer, la terapia mientras usas herramientas peligrosas no es demasiado buena.

—Sentí que la pesadilla no acababa. Deseé haber sido... —Tragué saliva. Tenía que hablar de lo que pasó si quería que la terapia sirviese—. Mike, murió al instante. No habría sido capturado ni torturado para volver a un hogar vacío. Deseé estar muerto porque no tendría que recordar cada herida, cada golpe...

—¿Y tras ese pensamiento?

—Llegó la culpa porque le deseaba a un amigo, a un hermano, la tortura que me esperó. Luego me sentí horrible por querer estar muerto después de ser el único superviviente. Pensé que debería estar contento, sentirme aliviado, y no estar sufriendo porque ellos no habían vuelto y no podrían seguir con sus vidas.

—La culpa del superviviente —Asintió Jeonghan.

—Había sobrevivido dos años de tortura ¿Por qué? ¿Por qué había sido yo? Ellos tenían familias, hijos a los que volver. Tenían razones para seguir luchando —Cerré los ojos y acaricié a Kiara, mi fiel compañera—. Cuando cierro los ojos los oigo gritar. Yo debería haberles dirigido, debería haberles traído de vuelta a salvo, pero solo me quedé allí, encerrado, mientras les escuchaba uno a uno. Me dejaron para el final adrede, para que supiese que era el último.

—Eras el líder, pero solo eres un hombre. A veces en la vida las cosas escapan de nuestro control y debemos preguntarnos si hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos. Cuéntame todo lo que hiciste como su teniente, pero solo lo que sientas que puedes contar hoy. No es bueno forzarse.

Reconté cada uno de mis movimientos desde la preparación de la misión. Expliqué cada una de las órdenes que di. Me hizo pensar en alternativas y no había ninguna que ofreciese mejor resultado. Había hecho todo lo posible, pero no había podido controlar lo que no dependía de mí. No sabía que había fallado, pero hablando con Jeonghan, me di cuenta de que luché con todas mis fuerzas. Había tratado de ser yo de los primeros, de negociar para que dejaran ir a aquellos que tenían familia, pero no sirvió de nada. Saber que había dado todo me alivió, relajó el peso sobre mis hombros. Como me explicó después, antes de que me dejase descansar de un día intenso en el campo emocional, tenía derecho a tener sentimientos y sufrir, aunque haya sido el único superviviente.

Cogí el teléfono por si encontraba algún mensaje de Jihoon, pero el silencio continuaba. Debía ser paciente y darle tiempo. Vendría a hablar conmigo cuando estuviese preparado. Era común en él. Huía un tiempo, pero cuando conseguía las fuerzas que necesitaba, regresaba para aclarar los problemas. Lo había hecho conmigo, con sus parejas, con sus amigos. A cambio de su silencio encontré un mensaje de mi padre, la respuesta a los datos que le había mandado.

Los hombres de El valle 2 - El militar y el olvido (Soonhoon) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora