Capítulo 4 - Woozi

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Woozi despertó de su siesta mucho más relajado. Había superado el peligro, la bomba a punto de estallar, y ahora había una persona más con la que podía ser él mismo sin ocultar ninguna parte de su personalidad. Aun se sentía extraño por la seguridad que Soonyoung le transmitía. Era como si su subconsciente supiese, en el fondo, que podría protegerlo de cualquier mal.

—Hey, corazón —Me dijo Seungkwan con delicadeza asomando la cabeza por la puerta de un cuarto que cada vez tenía más juguetes y peluches. Mis amigos no podían dejar de mimarme, siempre regalándome algo nuevo—. Te he traído una infusión de jengibre que te hará bien durante tu sesión de estudio.

Era la infusión que siempre me traía cuando lloraba o hablaba más tiempo de la cuenta. Mi garganta no siempre era capaz de aguantar el trote. ¿Cómo se daba cuenta de nuestras necesidades? Siempre sería un misterio para mí. Se quedó un rato mientras me cambiaba y preparaba mis apuntes para estudiar uno de mis últimos exámenes. Me estuvo contando como Soonyoung había usado su amenaza y ahora Seungcheol saltaba al sentarse en cualquier superficie no blanda, pero ahora no paraba de sonreír complacido por la recompensa posterior.

—Cuando acabes los exámenes vamos a ir al club. Tú y yo nos merecemos conseguir un poco de diversión. Julia es buena ama en prácticas, pero quiero el chollo real.

—¿Por qué no vas con Zipi y Zape? —Le dije usando los motes que le habíamos puesto a Jun y Mingyu por sus travesuras—. No tienes que esperarme.

—Hemos hecho un pacto, no vamos a ir sin ti y todos vamos a cumplirlo. Chan tiene a esos dos locos tranquilos y Seungcheol y yo bailamos cuando nos apetece así que, no te preocupes. Tú aprueba y lo celebraremos —Su mirada bajó a sus manos que temblaron durante unos segundos hasta que pudo recuperarse de lo que estuviese pensando—. Además, hemos estado viviendo muchos dramas últimamente y si vamos a divertirnos, tendrá que ser todos juntos.

—Eres un cielo, Seungkwan.

Me besó en la mejilla a modo de despedida antes de marcharse de mi habitación cerrando la puerta tras de sí. Dos más y el título sería mío. Ya no solo sería un ayudante, un hombre para todo, sino que sería capaz de ayudar a Julia. La idea de poder trabajar con los animales era emocionante. Aunque una parte de mí pedía a gritos que hiciera algo más, que no dejase mi vida en manos de la ciencia, pero ¿Qué otra cosa podría hacer? Se me daban bien los animales y me permitía una razón más para quedarme aquí. Ellos me habían acogido, me habían dado un hogar y me habían ofrecido una nueva vida. Sin embargo, yo no les ofrecía nada. Aquello sería suficiente. Recordé la sensación de fuerza y poder que me había embargado al entrar en el granero en llamas, la adrenalina recorriendo mis venas mientras hablaba con los bomberos y la sensación de vida que parecía aligerarme como nunca en esos tres años que llevaba allí. Me limpié las lágrimas que se habían escapado de mis ojos ¿Por qué estaba llorando?

— Nada de esto tiene sentido —Me recriminé en voz alta—. Céntrate en tu futuro. No busques explicaciones.

— ¿A qué no puedes buscar explicaciones? —Preguntó Seungcheol sobresaltándome. Cuando vio mis lágrimas vino corriendo a mi lado—. ¿Qué ocurre, Woozi?

Se había cambiado después de comer, el traje había dado paso a una camiseta blanca bajo una sudadera vieja y desgastada que le servía para no pasar frío mientras se ocupaba de sus tareas. Ahora debería estar quitando la maleza que quería amenazar nuestro huerto en construcción. Sin embargo, estaba allí conmigo. Había venido a darme un abrazo antes de bajar a trabajar. Sus mejillas tenían mejor color. Todo en él parecía gritar que estaba recuperado ¿Por qué tenía que darle yo problemas?

— Sea lo que sea lo que estás pensando, olvídalo —Me recriminó besando mis mejillas ahora limpias—. No es molestia cuidar de ti, eres mi mejor amigo —Bajó la voz al decir esto último—. No se lo digas a Seungkwan —Me hizo reír un poco, aunque la sensación extraña en mi pecho no parecía irse. Algo había pasado en aquel incendio que había hecho que volviese a tener el vacío de cuando desperté sin saber quién era—. Ahora, ¿Qué pasa?

Los hombres de El valle 2 - El militar y el olvido (Soonhoon) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora