Capítulo 49: Matar o morir

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Nota al final 👀

Tras abrirse la puerta, hubo un jadeo colectivo de sorpresa. Nadie se esperaba alguna sorpresa como aquella, y cuando Artem reveló que esa entrada los llevaría hasta dentro de la mansión con aspecto de castillo Katya fue la primera en reaccionar.

Ella corrió, honestamente no le importó nada en ese momento: su reposo, puntos de sutura o cualquier peligro que aquello significara para ella. Nada de eso tuvo valor cuando ella sabía que ese pasadizo secreto la llevaría hasta su hija.

Sin embargo, su camino se vio cortado cuando los brazos de Artem la atraparon a medio camino. Ella ni siquiera estuvo a un pie de distancia del estante, y lo que más la frustró era que quien la había detenido había sido su supuesto padre. Katya pataleó hasta lograr separarse de él, pero los guardias de Artem le obstaculizaron el camino.

– ¡Diles que se aparten! –Le exigió Katya a Artem, señalando con un dedo acusador a los guardias vestidos de militares que le prohibían cruzar el pasaje secreto–. Artem, ¡tengo que ir a buscar a Alyssa!

Artem suspiró. – Deja de ser tan caprichosa, Katya. Iremos, pero no puedes simplemente lanzarte sin siquiera tener la base de un plan en mente.

Katya hizo un ademán.

– ¿Plan? No necesitamos un plan cuando tienes armas y hombres que saben usarlas –Katya estaba tan desesperada por ir en busca de Alyssa que su raciocinio estaba apagado y todos lo notaron–. Simplemente diles que nos acompañen, sometemos a Elian y recuperamos a Alyssa. Luego...

– Nos matan a todos y Alyssa vuelve a quedar sola –aquello despertó a Katya como una bofetada–, ¿eso es lo que quieres? Entonces, siéntate y escucha lo que todos tenemos para decir.

Y de mala gana, Katya se sentó en la mesa donde estaba extendido el plano de la mansión. Ahora estaba comenzando a verle el lado negativo a tener un padre que estaba acostumbrado a dirigir todo y siempre tener el control.

– Katya, aunque me duela admitirlo, Artem tiene razón al decir que no podemos entrar allí sin un plan en mente –Egan dejó sus manos sobre los hombros de Katya, de pie detrás de ella–. En especial si puedes salir lastimada o corremos el riesgo de lastimar a Alyssa en el proceso también.

Artem asintió. – Tengo una propuesta si desean oírla.

Egan esperó que Katya aceptara, quitara su puchero y se relajara un poco. Estaban a nada de recuperar a Alyssa y no podían arruinar esa oportunidad que tenían en sus manos, ni siquiera sabían si era la última oportunidad.

Ella asintió, porque fuese como fuera, el único objetivo en ese momento de Katya era recuperar a Alyssa sana y salva.

– Te escuchamos, Artem. –Respondió Egan. Tenía la mandíbula apretada de tener que estar bajo las órdenes de alguien más, pero a él tampoco le importaba estarlo si eso significaba que las dos mujeres que él más amaba estarían a salvo después de eso.

🩸

El primero grupo de guardias vestidos de militar salieron en formación a través del túnel secreto que Artem había descubierto. Ivan los vio desaparecer por la oscuridad de ellos, y solamente un pequeño reflejo de sus linternas se vio a la distancia. Otros dos grupos lo siguieron después de eso y el tiempo se paralizó.

Las computadoras que habían traído estaban esparcidas por la mesa de la pequeña cabaña. En ellas se veía solo lo poco que podían alumbrar los militares a su paso, pero se podían oír las voces de los guardias hablando entre sí. Las cámaras eran buenas, pero Ivan temía que con la distancia que ellos recorrerían la señal se perdería.

EL INFIERNO DE LA MAFIA © || [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora