Después de contarle a Minho lo ocurrido, ambos
comenzaron a ordenar sus cosas, querían aprovechar el tiempo ya que ese día no habían abierto la cafetería.— Finalmente podremos descansar, — dijó el rubio tirándose descuidadamente en el sofá, no habían comido todavía.
— Yo iré a ducharme, — informó el castaño.
— ¿Pedimos pizza no? Estoy cansado para pensar en cocinar, — le consultó Minho.
— De todas formas no tenemos nada— rió Jeongin, — mañana iré al supermercado.
— De acuerdo — dijó Minho, y tomó su teléfono para hacer el pedido.
Cuando Jeongin salió de la ducha, la pizza todavía
no había llegado.— Mi turno Innie, — dijo Minho, — deje el dinero sobre la mesa, — informó antes de ir a ducharse.
— No! Minho atiende tú!— protestó demasiado tarde pues el rubio ya había entrado a la regadera.
El castaño tan solo se había colocado un boxer y un
enorme suéter que apenas cubría sus muslos, no
quería que lo vieran así.Decidió ir a buscar unos pantalones cuando él timbre ya estaba sonando, tomó el dinero y se dispuso a abrir.
Jeongin se sintió sonrojar cuando él repartidor le hecho un vistazo de pies a cabeza, se apresuró a recibir la pizza, entregó el dinero y el muchacho se marchó.
El castaño estaba girandose para entrar cuando sintió una mirada sobre él, deteniéndose notó al pelinegro en su puerta, así que se aclaró la garganta llamando su atención.
— ¿Así que el acosador soy yo?— dijó el castaño arqueando una ceja.
Por un segundo notó que él pelinegro se ponía nervioso, pero enseguida se defendió.— Oh por favor, no vas a pensar que yo miraría a
alguien como tú, en verdad me preguntaba porque la
gente es tan desvergonzada que se pasea semidesnuda sin pensar en el trauma que nos podría causar a los demás.El castaño abrió completamente la boca, sorprendido por lo que el pelinegro acababa de decir.
— ¿Qué demonios?— chilló Jeongin, y lo apunto con
su índice, — ¡Tú no eres más que un engreído maleducado!El pelinegro lo miraba divertido, el castaño frente
a él trataba de parecer amenazador pero no hacía
más que lucir tierno.— Disfruta tu cena, — soltó su vecino confundiendo
al castaño y entrando en su departamento.Jeongin quedó confundido por un rato, antes de
decidir restarle importancia y entrar a su propio piso,
seguramente Minho ya estaba fuera de la ducha.[...]
Jeongin se levantó un poco más temprano de lo habitual, se colocó unos jeans, una sudadera y salió
en dirección al supermercado, tendría un día ocupado en la cafetería así que si no hacía las compras ya mismo, después no podría.Después de una hora, su carrito de compras tenía
todo lo que probablemente ocuparía, repasando su
lista encontró que se estaba olvidando de su helado
favorito .Caminó hasta el pasillo donde se encontraban,notando que solo quedaba un bote de su saborfavorito abrió la puerta del refrigerador dispuesto atomarlo cuando otra mano se adelantó.— Oye, yo iba a tomar eso!— dijo y enfadado se
giró para enfrentar al ladrón de helados encontrándose de frente con el pelinegro.Él chico también lucía sorprendido de encontrarse con el castaño, pero inmediatamente se recompuso,
—Ibas, tú lo has dicho, — lo puso en su carrito de compras y trató de continuar su camino pero el
castaño se interpuso.— Dame eso, — dijo el castaño haciendo referencia al bote de helado. Podía simplemente tomarlo pero no quería ser tan grosero cómo él.
— Por supuesto que no, — dijo el pelinegro.
— Dámelo, — pidió nuevamente Jeongin, — yo lo
vi primero.— No puedes asegurar eso,— dijo Hyunjin, el castaño decidió dejar de ser amable y se dispuso a tomarlo, pero nuevamente el pelinegro bloqueo su movimiento. Comenzaron a forcejear por un momento,entonces Hyunjin se adueñó del bote y lo puso a su altura sabiendo que el castaño era un poco más bajo que él.
— Es mío, y me lo llevo, — dijo victorioso.
El castaño enfadado se impulsó de puntillas para
arrebatarlo, pero con su movimiento solo logró que
sus labios se estamparan con los del pelinegro.Jeongin se quedó unos segundos ahí, con los ojos muy abiertos por tal cosa, por otro lado el pelinegro
permaneció con los ojos cerrados. Cuando trató de
alejarse, la mano libre del pelinegro lo sujetó por la
cintura, prolongando el contacto, Hyunjin se atrevió amover los labios pero el castaño permaneció inerte.Reaccionando finalmente dejó ir a un castaño
completamente sonrojado,— Yo, — Jeongin olvidó el tema del helado y se
marchó a la caja para pagar sus compras. El
pelinegro sonrió de lado por la expresión del chico.[....]
Era la hora del almuerzo y Hyunjin pensaba quedarse en la oficina para adelantar trabajo, tomó un contrato y comenzó a leerlo cuando Sofia su amiga y asistente le informo que tenía una visita.Salió a mirar de quién se trataba encontrándose con Karina, la rubia portaba un precioso vestido y lo esperaba con una sonrisa.
— Hyunjin, — se aproximó a dejar un beso en sus
labios, pero el pelinegro notando su intención se giró
para obtener el beso en su mejilla.— Karina, es mi lugar de trabajo, — dijó disculpándose. — ¿Qué te trae por aquí?
—Simplemente vine a visitarte, — dijó la rubia,
— Cómo no me has llamado…— trató de acercarse
una vez más a él, acomodando el nudo de su corbata.Hyunjin la alejó, — De acuerdo, ¿Quieres ir a almorzar?— propuso.
— Vamos, — dijo la rubia, — conozco un lugar que abrió hace poco, te va a encantar.
El pelinegro la siguió sin agregar nada, en su
momento había apreciado el cariño y compañía de la muchacha, pero cuando notó que algo faltaba en surelación se sinceró con ella. Era una buena persona pero ya no sentía las mariposas revoloteando en su estómago al verla.Estaban por llegar al restaurante sugerido por Karina cuando se encontraron de frente a un par depersonas.
— Rápido Minho, — decía Jeongin, tirando del brazo de Minho, — te digo que tenemos poco tiempo para volver…— sus palabras se quedaron en el aire
cuando se cruzaron con el pelinegro y su acompañante.Jeongin abrió los ojos, mostrándose nervioso, trató
de seguir su camino cuando a Karina se le ocurrió
hablar.— Hey, tu eres el chico de la otra noche, — dijó
Karina señalandolo, — Hyunjin me contó todo y ahora noes más que un incidente bastante divertido, —agregó la rubia, — aunque¿sabes? Deberías disculparte, por poco y me creo que Hyunjin estaba saliendo contigo, — hizo un gesto que a Jeongin no le gustó nada.— Ah, ¿Y como sabés que Hyunjin no te mintió?—
decidió decir el castaño.— Es fácil, Hyunjin no es gay, a él sólo le atraen las
chicas — dijó la rubia con autosuficiencia.Un ligero brillo cruzó por los ojos del castaño,
Hyunjin trató de interferir cuando él castaño habló denuevo.¿Ah, es así? — el castaño se encogió de hombros, — Jinnie, ¿Porqué no le contaste sobre nuestro beso está mañana?
— ¿Qué?!— exclamó Karina mirando de Jeongin a
Hyunjin.—Oh mierda! ¿se besaron?— preguntó el rubio
divertido por toda la situación, — ¿porque no me
contaste?.El castaño silencio a Minho, pero de todos modos
Karina ya no les prestaba atención a ellos, su mirada
estaba dirigida a Hyunjin. Jeongin no se quedó ahí para escuchar la explicación del pelinegro, tomó su portunidad de escabullirse y llevo a Minho con él.

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Dulce delicia [hyunin]
FanfictionJeongin,es un chico que está iniciando como blogger de cocina, ama hornear pasteles por lo que empieza a subir sus creaciones a sus redes, así mismo se asegura de tener clientes en su pequeña cafetería. Jeongin enamora a primera vista de Hyunjin , p...