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El pelinegro estába en una cafetería con Karina, la
rubia le había insistido tanto que terminó aceptando.

— Vamos, come tu pay de zarzamora, — dijó Karina, — es tu favorito y nisiquiera lo has probado.

— Bueno Karina, antes era mi favorito pero ya no me gusta más, — dijó el pelinegro.

— Oh, — Karina hizó una mueca, — bueno podemos pedir otra cosa.

— Gracias, pero tengo una reunión dentro de media hora, — dijo Hyunjin, — debo irme, — agregó sacando su tarjeta. La rubia simplemente lo miró.

[....]

Cuando el castaño llegó a su cafetería se dió cuenta que ya estaba abierta.
— Oh, Han, ¿decidiste madrugar eh?— bromeó el castaño.

— Si, uhm ayer Minho me dejó las llaves, — explicó el peliazul entregándoselas, — pensé que no tenían otras

.— Gracias, — dijó Jeongin, — en realidad pensaste bien, bueno iré a la cocina, ¿puedes terminar de
limpiar?

— Sí, — sonrió Han, — Yo me encargo.

Jeongin fué y empezó con su rutina, lavarse las manos, checar los moldes, sacar los ingredientes, etc…

Minho llegó cerca de medio día, Jeongin ya había colocado los primeros pasteles en la vitrina y estaba
terminando de decorar los recién horneados.

— Oh, te ayudaré con eso, — dijo Minho, — sabés que me encanta ayudar a decorar.

— Bien, — sonrió Jeongin, — en ese caso llevaré este, — dijó tomando un pay que acababa de enfriar, — creo que Han necesitará ayuda.

Cuando el castaño estaba por acomodar, una chica le pregunto si podía atenderla,

— Disculpa, llevo cerca de diez minutos aquí y no me han atendido, — dijó un poco molesta, — ¿tomarás mi orden?

— Disculpa, ¿Qué va a ser?— preguntó el castaño amable, todavía sosteniendo el pastel y Han que terminó de llevar la orden de un chico, dijó,— Oh, dame eso Innie, ahora lo acomodo.

Pronto Minho se unió a ellos, y pudieron atender a todos los clientes, el castaño iba a servir otro café
cuando una señora de mediana edad protestó, — Oye, ésto sabe horrible!— dijó señalando una rebanada de pastel de chocolate.

— Debe haber una confusión, — dijó Han,—podemos cambiarselo.

— Oh, no — dijó la mujer, — prueba tu mismo!

La mayoría de los presentes, empezaron a dar quejas similares, el castaño estába un poco confundido.

— De acuerdo— dijó Jeongin, — yo lo probaré, — tomó un bocado del pastel de chocolate y sintió un sabor extraño, no pudo evitar hacer una mueca.

— Y huele ésto!— exigió una joven mostrándole otra rebanada, — este olor es horrible.

— Dios yo,— el castaño no sabía que decir.

— ¿Devolveras nuestro dinero verdad?— preguntó otro de los clientes.— Es…— miró a Minho — por favor encárgate de devolver el dinero— dijó Jeongin.

Cuando todos se marcharon el castaño probó pastel por pastel, — Ellos tienen razón, pero no entiendo que pasó, — dijó Jeongin — nunca había hecho un pastel tan malo.

— Los ingredientes!— dijó Han — ¿Checaste la caducidad?

— Siempre lo hago, — dijo Jeongin — todo está en
buen estado.

Dulce delicia [hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora