[26]

2K 201 73
                                        

El castaño mordía su labio nervioso, fue bastante difícil seguir el hilo de la conversación con su madre, y cuando logró concentrarse ya había aceptado otra de sus visitas para comer juntos.

Respirando lento una vez más, para tranquilizarse, presionó el timbre de la puerta del pelinegro, apenas y podía recuperarse del momento que recién habían compartido.

—¿Pasa algo?— preguntó el pelinegro confundido y tan sólo vestido con su pantalón de pijama.

—Hyunjin …— se dió cuenta de que el pelinegro lo
miraba con atención, olvidando por un momento
cuál era el motivo de su visita, miró su torso con la
boca ligeramente abierta.

El pelinegro rió para sus adentros, — Eh, Jeongin
mi rostro está acá, — bromeó, haciendo sonrojar al
castaño como en sus primeros encuentros.

El castaño logró controlarse, pero de todas formas seguía sin decir nada.— Entonces, ¿qué pasa?— volvió a preguntar Hyunjin.

— Pasa que, uhm, mi madre viene en un par de días, y tú, ¿todavía me vas a ayudar?— preguntó esperanzado.

El pelinegro se sorprendió mucho, no había esperado que Sara los visitara pronto.

— Bueno, supongo que tenemos que continuar,
— dijó el pelinegro, logrando sorprender al castaño.

—Muchas gracias!— se apresuró a abrazarlo
emocionado, Hyunjin nunca le ponía las cosas fáciles.

— Jeongin, hemos ido muy lejos con ésto, ¿no crees?— reflexionó el pelinegro.El castaño asintio apenado.

— Pero, acabas de decir que me ayudarás, por favor no cambies de opinión, sólo una vez más, después hablaré con mi madre, y…— se habíavquedado sin argumentos, solo quedaba esperar la decisión del pelinegro.

— Jeongin, ha llegado el momento de ser honestos,
— insistió Hyunjin, mirándolo serio.— Sinceramente
no me siento bien mintiendole a tu madre.

-¿Es por Karina?-preguntó Jeongin.

—No, — dijó Hyunjin inmediatamente,— por cierto, he hablado con ella, le aclare que no vamos a volver, — le informó.

— Uhm, ¿Entonces?— preguntó Jeongin, — está bien, hablaré ahora mismo con mi madre para que no venga, disculpame Hyunjin , — dijó el castaño dirigiéndose a su lugar.

— Jeongin … espera— pidió Hyunjin y lo condujo a la
cocina, en cuanto el castaño lo siguió, lo colocó contra la barra, tal y cómo habían estado unos momentos atrás.

El castaño lo miró nervioso, Hyunjin lo miró fijamente antes de decir, — No tienes que cancelarle a Sara, a lo que me refiero es que, no quiero que le mientas mas porque… Jeongin, quiero que ésto sea real.

El castaño abrió mucho los ojos, no estába preparado para tal confesión, Dios, Jeongin había suspirado tanto por el pelinegro, que no podía creerlo.

— No puedes negar que entre nosotros hay mucha atracción, Jeongin, hemos pasado muchos días juntos, nos hemos conocido y no puedes negar que has desarrollado sentimientos hacia mi, cómo yo los he desarrollado hacía, ti. Joder Jeongin, estoy enamorado de tí, desde el día en que saltaste sobre mí asegurando que yo era tu novio, no haz salido de mi mente.

Jeongin sintió que se desmayaría en cualquier momento.

— Bebé, — habló Hyunjin haciendo que lo mirara,
— respóndeme, ¿te gustaría ser mi novio?.

Las palabras no llegaban al castaño, se impulsó para abrazarlo mientras asentía con la cabeza, Hyunjin  lo estrechó con toda su fuerza, ambos sonreían.

Finalmente se apartaron solo para reclamar sus
bocas, era un beso realmente hambriento y a la vez
dulce, cómo lo era Jeongin.

Nuevamente las manos del pelinegro escabullendose bajo la camiseta del castaño, la tensión se había hecho presente en ellos más de una vez, en esta ocasión, el pelinegro no estaba dispuesto a parar, necesitaba sentir al castaño.

Las manos de Jeongin, recorrieron la espalda desnuda de Hyunjin, provocándole escalofríos con su tacto, ambos estaban inmersos en las caricias del otro. El pelinegro bajo sus manos, tratando de desabrochar los pantalones de Jeongin, quería acariciar sus torneadas piernas, deleitarse con la hermosura del castaño.

— Espera… —gimió Jeongin cuando Hyunjin ya había
desabrochado los jeans.

— ¿Qué ocurre?— preguntó el pelinegro al persivir el nerviosismo del castaño.

— Yo, no he tenido sexo antes, — confesó. El pelinegro se sorprendió con sus palabras, no hubiera imaginado que él castaño se mantuviera virgen.

Estába ansioso por hacerle el amor, pero no iba a
presionarlo, si Jeongin había mantenido así, sus
razones tenía.

— Bien, — presionó su frente contra la de Jeongin
— no tenemos que hacer nada, — dejó un beso en su
frente.

— Hyunjin, — habló Jeongin, — yo quiero hacerlo…
— admitió, — pero tenía que decírtelo porque no sé
exactamente que hacer, no porque quería que te
detuvieras.

— No, — dijó Hyunjin, — me encantaría pero si te
haz mantenido así, debe ser por algo, quizá debemos esperar un poco más.

— Joder Hyunjin, fuiste mi primer beso sin siquiera
planearlo, — soltó el castaño sorprendiendo de
nuevo a Hyunjin, — y esto quizá tampoco lo planeamos, pero estoy seguro que quiero hacer el
amor contigo, después de todo, ¿ya somos novios
no?.

Hyunjin le sonrió, — Por supuesto bebé, aún así no
quiero que vayamos tan rápido.

Jeongin los ojos, — Está bien, tampoco quiero que te sientas obligado a algo que no quieres, — dijó.

— Innie, no vamos a iniciar una discusión en
nuestros primeros minutos cómo novios, te deseó
cómo no tienes idea, pero créeme que es mejor
esperar, ni siquiera tengo preservativos o lubricante,
y al ser tu primera vez, dolería horrible, créeme.

— Puedo buscar en las cosas de Minho, — dijó
Jeongin.

Hyunjin rió, — No, en verdad, esperemos un poco,
así nuestra primera vez juntos será especial.

El castaño volvió a acomodar su camiseta, — Tienes razón, supongo que debo volver a mi departamento.

— De ninguna manera, — dijó Hyunjin, — me gustaría que durmieras conmigo, — pidió, — por favor.

— Sólo espero que no ronques, — dijó elbcastaño, ocasionando que Hyunjin riera — iré por mi pijama y volveré.

— De eso nada, — volvió a decir Hyunjin, abrazándolo por la cintura —te buscaré algo mío, estoy seguro que te lo quedará bien, — Jeongin se sonrojó y asintió.

Finalmente en la cama, con Jeongin entre sus brazos, Hyunjin conversó con el castaño, le contó acerca de su familia y su vida en general, el castaño por su parte le contó más acerca de su madre y sus amigos.

Cuando Hyunjin notó que el castaño comenzaba a
dormitar, apagó la lámpara y acarició su cabello
hasta que él también se durmió.

Dulce delicia [hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora