Dulce delicia [hyunin]

[24]

—Karina, — llamó Hyunjin, una vez que estuvieron en
la casa de la rubia .

—¿Si?-preguntó la rubia y mientras servía un poco de café para el pelinegro.

— Necesito hablar contigo, —dijó Hyunjin. Karina lo miró con atención, mientras se sentaba a su lado.

—Todavía estás enamorada de mi, ¿cierto?- afirmó el pelinegro.

— Sabés, que sí, -le reiteró la rubia, —mientras estuvimos juntos, todo era tan genial que nunca me
esperaba que terminará. He estado tratando de que
volvamos a lo que teníamos. Para que me ames
cómo lo hacías antes. Me he esforzado por volver a
conquistarte, pero tengo claro que soy la única que
corre en tu dirección, —soltó algunas lágrimas con su última frase. -Y ahora sé que no puedo hacer que me ames de nuevo, haga lo que haga.

Ambos se miraron, el momento de ponerle fin a esto había llegado.

— Ahora es tu turno, —dijó la rubia, — es tu momento de ser claro sobre tus sentimientos hacia mi Hyunjin.

— Tienes razón, — dijo el pelinegro, — yo te aprecio mucho, pero no puedo amarte de nuevo. Estoy seguro de que pronto encontrarás a alguien que sea capaz de corresponder tus sentimientos, — completó Hyunjin, —es momento de que dejes de forzar lo que una vez hubo entre nosotros, y quizá en el futuro podamos ser buenos amigos.

— Me encantaría, -dijó Karina, — ahora es mejor
que tome mi distancia, y hay otra cosa que te quiero
decir.— Hyunjin asintió.

— Debes ser más claro para expresar tus sentimientos, una de las razones por la que seguí luchando por ti, es porque jamás admitiste sentir algo por Jeongin. Me imagino que el debe estar muy confundido respecto a ti.

— Tienes razón. Gracias por el consejo. Lamento
no haber sido claro desde el principio, —dijó Hyunjin, —reconozco que seguí saliendo a almorzar contigo
para poner un poco celoso a Jeongin. Te ofrezco una disculpa por eso.— Karina sonrió a medias,

— Insisto, ambos tienen mucho de que hablar, tienes que ser claro con él — dijó, —espero que seas feliz Hyunjin, siempre voy a tener un aprecio especial hacia ti.

Hyunjin dejó un beso en su mano.
— Es el momento de irme,— la rubia asintió, — Hasta pronto.

[...]

—A trabajar! -dijó Jeongin — pasado mañana tengo la cita con el señor  Hwang aclarar todo el asunto de la cafetería, como hemos recuperado las ganancias dulce delicia no estará más en riesgo.

Minho le sonrió, — ¡A trabajar entonces! Felix
estará ocupado en sus asuntos así que hoy no podrá
ayudarnos.

— En cuanto hable con el Sr. Jackson, subiré el
anuncio a la página para contratar a alguien nuevo,
no quería adelantarme hasta asegurar que nuestra
cafetería iba a seguir abierta, pero ahora que tenemos todo bajo control, puedo empezar a buscar a alguien.

— Totalmente de acuerdo,— dijó Minho, — Hyunjin pronto volverá a su oficina, —le recordó, —y tenemos que conseguir sustitutos si o sí.

El castaño asintió con un poco de pesar, aunque
no lo admitiría frente al pelinegro, iba a extrañar
trabajar con él.

Tuvieron una mañana difícil, Hyunjin no apareció
como usualmente y eso dejo a Jeongin tratando de
hornear de prisa, y a Minho confundiendo los pedidos.

A medio día las cosas se habían calmado un poco, cuando un hombre vestido elegantemente llegó a su cafetería. Parecía observar detenidamente el lugar .