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Jeongin estaba preparando la cena, era la última
noche que Felix estaría con ellos y planearon cenar
en el departamento. Hacía un par de horas que Hyunjin le había llamado trás haber negociado con el Sr. Carlos, lo único que el hombre quería era un local en el prestigioso lugar, así que aceptó el que estaba disponible.

Fue un verdadero alivio para todos, por fin las
cosas volverían a la normalidad, aunque eso
implicaba a Hyunjin volviendo también a su oficina.

Más, tarde mientras acomodaba la mesa, Jeongin
recibió una llamada de Sara. Sabiendo lo que significaba decidió devolverle la llamada más tarde.
Ya había tenido varios problemas ese día.

Sentado en su sala, el pelinegro pensaba en lo que
Karina le había aconsejado, se moría de ganas por ir y hablar con Jeongin, pero no sabía cómo empezar. En su mente repasaba las palabras que diría cuando por fin se atreviera a hablar con él.

El timbre sono interrumpiendole, fue a abrir, y ahí estába tan hermoso como siempre.

-¿Puedo pasar?-preguntó el castaño, se veía algo tímido.

- Adelante, - Hyunjin se hizo a un lado permitiéndole la entrada. Le indicó tomar asiento en el sofá y el castaño lo hizo.

- Uhm, - empezó un nervioso Jeongin, jugueteando con sus manos, -tengo algo que confesarte, -dijó.

-¿Qué pasa?-preguntó Hyunjin intrigado por el
comportamiento de Jeongin.

- Primero quiero agradecerte por lo que haz hecho por mi cafetería, -le sonrió sincero -pero tengo que admitir que aquella vez cuando obtuviste un mal pastel, tu estabas en lo correcto, - confesó, - yo estaba muy distraído y coloqué harina de más, no me di cuenta hasta después, -omitió decir que se había distraído pensando en él.

- Ya no importa Jeongin somos humanos y
cometemos errores, todos tenemos un mal día,
además ahora sé que solo fue eso, porque tú tienes
un talento increíble, -reiteró Hyunjin sonriendo.

- Bueno, aún así, tenía que decirtelo, y gracias por los halagos, - dijó el castaño.

-¿Eso es todo?-preguntó Hyunjin.

-Sí, -dijó el castaño levantándose del sofá, no, bueno, titubeó,- ¿Te gustaría cenar con nosotros?

Hyunjin arqueó una ceja, y el castaño explicó.

- Felix regresa a Australia mañana, estamos teniendo una cena de despedida.

-Supongo que lo vas a extrañar mucho, - dijó
con algo de ironía, no se le había olvidado que Jeongin y Felix habían parecido muy cercanos esos días, incluso Jeongin y él habían habían discutido el primer día que Hyunjin vió al rubio en su departamento.

- No se va por mucho tiempo, dijó el castaño.

Hyunjin hizo un gesto de molestía y Jeongin continuó, - Felix vino a hacer unos negocios, quiere abrir un club de golf en Seúl, al parecer todo le salió bien, así que en cuanto consiga un departamento para él y para su novio, ambos se mudarán.

-¿Novio?-preguntó Hyunjin sorprendido.

-Así es, -sonrió Jeongin , - Felix tiene novio y está comprometido.

La aclaración alegro mucho al pelinegro, ahora
entendía que había malinterpretado muchas situaciones, sobré todo cuando pensó que Jeongin y
Minho podían convertirse en pareja. No dijó nada
mientras procesaba la información.

-¿Entonces cenas con nosotros?-preguntó nuevamente Jeongin, al no obtener respuesta agregó- oh, descuida, me imagino que tienes planes con Karina supongo que te veré después.

-No, espera-habló Hyunjin, - cenaré con ustedes,
no tengo ningún plan con Karina.

Después de esa conversación, los cuatro disfrutaron de un delicioso spaghetti preparado por el castaño, Hyunjin se permitió conocer un poco al chico con pecas , comprobó que él y Minho eran tipos muy agradables.

- Estuvo delicioso, - dijó Felix - gracias por todo Innie, gracias chicos por permitirme quedarme en su departamento.

- Cuando quieras bro,- sonrió Minho,- ¿te parece
si jugamos videojuegos?

-Fabuloso- Mientras Minho y Felix se acomodaron en la sala, el castaño comenzó a quitar los platos de la mesa.

- Deja eso Jeongin - habló Hyunjin, yo los lavaré.

- Pero yo te invité, protestó el castaño, -ve a jugar con Minho y Felix , yo me encargaré, - se dirigió a la cocina con la pila de platos.

El pelinegro lo siguió,- Vamos te ayudaré, - insistió colocandose a su lado en el lavado. El castaño se apartó lo suficiente para comenzar a secar los platos, una vez que Hyunjin se los pasó, el roce de sus manos los tuvo mirándose fijamente una vez más, Hyunjin se apresuró a enjuagar el último plato y cuando el castaño lo tomó, Hyunjin yn se encargó de prolongar el contacto.

El pelinegro colocó el plato junto a los otros, aprisionándo nuevamente al castaño, un roce de
labios que hizo gemir a Jeongin, Hyunjin reclamó más de su dulce boca.

Se detuvieron unos segundos tratando de coordinar el beso, está vez fue Jeongin quien se impulsó hacia el pelinegro, haciéndolo sonreír. Fue un contacto muy dulce, ninguno quería que terminará. Las manos de Hyunjin comenzaron a colarse en la camiseta del castaño, esté sintió escalofríosbajo su toqué, en un impulso lo colocó sobre la barra de la cocina, y Jeongin se aferró a él en busca de otro beso.

- Hyunjin - susurró el castaño cuando esté levantó más de su camiseta, el pelinegro lo miró completamente aturdido, sus labios estaban por juntarse de nuevo cuando el teléfono comenzó a sonar.

Ambos se sobresaltaron, el castaño acomodó su
ropa, en un segundo tenía a Minho llamándolo, -
Jeongin, está Sara al teléfono!

- Será mejor que contestes, -dijó Hyunjin apartándose, el castaño asintió sin saber que más
decir, y fue hacia la sala.

- Hasta mañana.

Jeongin lo miró una última vez antes de tomar el
teléfono. - Hasta mañana Hyunjin.

Dulce delicia [hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora