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Jeongin despertó alrededor de las tres de la mañana, tenía que tener los pasteles listos, se aseguró de incluir los mejores, así sus clientes estarían satisfechos.

Cuando el castaño estaba terminando de hornear,
despertó a Minho, llevarían todo a la cafetería y ahí el rubio le ayudaría a decorar los pasteles.

— Vamos Min prueba esto, — dijó Jeongin, — quiero asegurarme de que tiene buen sabor.

El rubio probó el bizcocho que el castaño le daba, — Está delicioso Innie, ahora a decorar.

Faltaba poco para abrir y todavía les faltaba acomodar las rebanadas de pastel en las cajitas de cartón para que los clientes pudieran llevarlas.

— Hey chicos!— los saludó Han, — ¿los pasteles están listos?

— Si, — Jeongin sonrió, — ahora sólo los vamos a acomodar.

— Yo lo haré, — dijo Han, — los clientes se llevarán una mejor impresión si tú mismo los entregas.

— Es cierto,— dijó Jeongin — iré a ordenar afuera. — Minho,  Han por favor traten de que todo esté listo, — ambos asintieron y Jeongin.

El primero en llegar a la cafetería fue Charlie, Jeongin lo saludo, — No creí que estuvieras interesadoen una rebanada de pastel grátis, — dijó el castaño.Charlie rió,— En realidad vine a ver si podía ayudarte en algo, — preguntó.

— No me gustaría molestarte, — dijó el castaño.

— Jeongin, tenemos que aceptar su ayuda, — intervino Minho mientras encendía la cafetera, — con todo esto por poco olvidamos las bebidas.

— Cierto, — gimió Jeongin frustrado, — Charlie ve
con Han y ayudanos a empacar el pastel, en un rato
subo tenemos que preparar el té también. -Charlie
asintió y fue dónde Han.

A las nueve en punto los primeros clientes llegaron por la rebanada de pastel gratis, a tan sólo una hora todo se había agotado, el castaño estaba pensando en preparar más para el resto del día.— Yo sugiero que descanses un poco, — dijó Charlie, — después yo mismo te ayudaré en lo que pueda.

— Gracias Charlie, — dijó el castaño, — pero si
quiero recuperar a mis clientes debo trabajar en ello.

— En ese caso me iré ahora,— dijó Charlie, — me llamas por cualquier cosa.

— De acuerdo, — dijo Jeongin, — Han, también puedes irte,. Minho y yo podemos manejarlo sólos por hoy, gracias.

El peliazul asintió y salió detrás de Charlie. Jeongin
comenzó a preparar una nueva masa, si tenía suerte
más tarde comenzarían a llegar sus clientes.

— Oh mierda, — lo interrumpió Minho pasándole
su teléfono a Jeongin. El castaño observó la pantalla y una expresión de confusión cruzó su rostro.“Dulce delicia,regala pasteles en mal estado”, lapublicación era se apenas unos minutos y ya contaba con comentarios que la apoyaban.

El castaño entró en su instagram y notó que su última publicación también tenía varios comentarios negativos.— ¿Qué hice mal está vez? — preguntó el
castaño, — Minho, todo lo hice apenas hace unas
horas, no lo entiendo.

— Es muy sospechoso Jeongin, — dijó Minho, —
quizá alguien les está pagando para decir ésas cosas de nuestros pasteles.

— Vamos a perder a todos nuestros clientes, — dijó el castaño, — no sé que vamos a hacer.

Minho lo estrechó en un abrazo, — Tranquilo Jeongin, eso no pasará, pero creo que por hoy debemos cerrar.

— Tienes razón, -dijo Jeongin, — además me duele la cabeza.

Dulce delicia [hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora