[27]

2.1K 189 32
                                        

— Jeongin, ¿se puede saber dónde pasaste la noche?-preguntó el rubio cruzándose de brazos, el
castaño había entrado de puntillas a su departamento para ducharse y cambiarse de ropa, y Minho lo había pillado.

— Es obvio que en mi cama, — dijó Jeongin  rodando los ojos.

— Yang Jeongin, — exigió Minho, —a mí no me puedes engañar, tú cama está perfectamente tendida. ¿de dónde vienes?

—Salí a correr, — mintió, —lo hago a diario, ¿lo olvidas? por cierto antes de salir, acostumbro tendermi cama, no cómo tú,—dijo dirigiéndose a subhabitación.

Minho le creyó nada, aún así dejó de insistir, vigilaría de cerca al castaño. — Espera, iré a dejar a Felix aeropuerto!-le recordó,— por la tarde tengo cita en el dentista, tendrás que atender tu solo la cafetería, ¿quieres que llame a Han?

—Oh, diablos, -dijó el castaño, —lo olvidé por completo, supongo que abriré tardé para tener suficientes pasteles, no podemos molestar a Han.

— Han estará encantado de ayudarte, lo sabés— dijó Minho —te veo en la noche.

Jeongin a despedirse de Felix y después de arreglarse, se dirigió a su cafetería, apenas eran las siete treinta de la mañana, y por lo visto no abriría hasta las once.

Cuando entró a la cafetería, cerró la puerta principal y fue a abrir la cocina se encontró con el pelinegro.

—¿Hyunjin? ¿qué haces?-preguntó el castaño.

Esté se giró con un plato en las manos, —Yo—… el
castaño notó que estaba nervioso, se aclaró la
garganta y habló, — Chef Jeongin, me podría dar su
opinión de este platillo, es el desayuno para mi
novio, ¿sabés?

El castaño sonrió, recordando los horribles hotcakes, que alguna vez Hyunjin le había preparado.

— Pues lucen muy bien, -dijó, —ahora déjame
probarlos.

Tomó un tenedor, pero Hyunjin se adelantó, — Déjame alimentarte a mí, — cortó un poco para que Jeongin probará y lo llevó a su boca, espero impaciente mientras este terminaba de masticar. — Entonces?

—¿Tengo que decir la verdad?-preguntó el castaño un poco indeciso, Hyunjin asintió, -Gracias,- dijó Jeongin, —me pareció muy romántico que intentarás prepararme el desayuno pero, — mordió su labio—el sabor sigue siendo horrible, — confesó.

Hyunjin lo miro esperando a que dijera que mentía,
él mismo lo probó y confirmó que el castaño decía la verdad.

— En ese caso, necesito que me enseñes por el resto de mi vida, — dijo tiernamente.

— De acuerdo, Jinnie, — dijó el castaño,pronunciando de nuevo el tonto apodo con el que solía molestar al pelinegro. Hyunjin lo miró serio, entonces Jeongin dijó, —Si me dejas llamarte así, permitiré cualquier apodo cursi que tengas en mente.

—De acuerdo, pastelito, -rió  Hyunjin n, está vez,
ambos se miraron sonrientes.

El resto del día, Hyunjin se quedó para ayudarle a
Jeongin, cada que el pelinegro iba dentro de la cocina para llevar un pastel al mostrador, no desaprovechaba la oportunidad de besar al castaño.

— Gracias, nuevamente, — dijó Jeongin, — te prometo que buscaré a alguien que nos ayude.

— Por mi no hay problema, le diré a mi padre que no me puedo mover de aquí hasta que encuentres un reemplazo.

—¿Porqué nunca me lo dijiste?-preguntó Jeongin
pensativo, Hyunjin lo miró confundido, y éste le aclaró, —Qué Hwang Jackson es tu padre.

—Oh, bueno, siempre he sido reservado en
cuanto a eso, antes que mi padre, mi abuelo siempre
ha sido un hombre muy influyente, en la escuela
querían ser mis amigos sólo por mi apellido, en la
Universidad me las arreglé para ser conocido por el
apellido de mi madre. Sinceramente la primera vez
que vine a este lugar para supervisarlo trate de
presentarme formalmente, pero enloqueciste
creyendo que sólo quería perjudicarte, — Hyunjin
sonrió, — y después, después ya no era relevante.

Jeongin recordó ese momento,— Fue toda una
sorpresa para mí y para Minho — dijó el castaño, —
tú padre es muy agradable, pero, ¿él estará de
acuerdo en nuestra relación?-preguntó Jeongin poco
preocupado.

—Sinceramente no lo sé, — admitió Hyunjin, —
nunca supo que yo era bisexual, así que estará muy
sorprendido cuando le diga que tengo un novio.

Esa confesión preocupó un poco al castaño, Hyunjin
lo notó y decidió cambiar de tema, — Por cierto, ¿a
qué hora nos visitará mi suegra? -preguntó haciendo
sonreír a Jeongin.

— Cena, -dijó,— creé que siempre pongo de excusa
la cafetería, así que supone que en la cena no lo
haré.

— Uhm, supongo que tiene sentido, -dijó Hyunjin,
acercándose para darle un beso.

—¿Me das un beso?-preguntó el pelinegro antes
de devorar la boca del castaño, Jeongin se aferró a su contacto. Estaban en el pasillo del edificio, poco
dispuestos a separarse.

Cuándo finalmente se separaron, Hyunjin dijó,
—¿Cenarías conmigo? ahora que te tengo no quiero
pasar ni un segundo lejos de ti.

Jeongin jadeó con sorpresa sintiendo las mariposas
revolotear en su estómago,— Me encantaría, -dijó sonriendo.

— De acuerdo, pediré pizza, -sonrió el pelinegro,
el castaño lo miró mal.

— Jeongin odia que ordenemos pizza, prefiere algo
casero, — dijó Minho, abriendo por completo la puerta del departamento.

—Min, ¿qué diablos haces ahí?!-preguntó Jeongin
cruzándose de brazos.

— ¡Minho!te dije que dejarás de espiar!-lo regañó
Han  apareciendo trás Minho .

—¿Es enserio Minho?-preguntó Jeongin frunciendo
el ceño.

— En mi defensa diré que te niegas a contarme
sobre tu vida amorosa, — señaló el rubio — hasta
donde sabía soy tu mejor amigo y tengo derecho a
saber, se encogió de hombros.

Jeongin de Hyunjin a Minho, el rubio siempre
había sido su confidente, tomó la mano de Hyunjin
entralazandola junto a la suya y dijó, -De acuerdo,
Hyunjin y yo somos novios desde ayer, — soltó
sonriendo mientras miraba al pelinegro.

—Lo sabía!— chilló Minho alegre— sabía que esto
pasaría! ¿cómo te lo pidió? necesito detalles! ustedes tuvieron citas y no me lo dijiste!- señaló acusador.

— Tranquilo Min — dijó Jeongin — ahora que lo
pienso creo que nisiquiera fuimos a una cita.

— Ow pastelito, creo que estamos haciendo todo
al revés, me besas, me presentas con tu madre, nos
hacemos novios y apenas iremos a nuestra primera
cita.

—Definitivamente son un desastre,-rió Minho y él
castaño se sonrojó.

— Creo que tendrás que pensar en una buena cita, — dijó Minho mirando a Hyunjin.

— Y lo haré, — afirmó el pelinegro haciendo que
los ojos de Jeongin. brillarán esperanzados.

Dulce delicia [hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora