Muchas personas perdieron todo después del brote.
Verónica era una de ellas. Tuvo que sobrevivir, adaptarse y hacer lo que sea para mantenerse en una sola pieza.
Se sentía sola y sabía que no tenía nada que perder. O por lo menos eso pensó durante...
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20 años después
Verónica estaba dejando un par de encargos a las luciérnagas. Ella era una especie de puente entre la gente de FEDRA y las luciérnagas. Una "contrabandista con principios" así es como ella se describe. Una mujer la llamo y le pidió que la acompañara, pues alguien quería verla.
Verónica frunció el ceño y caminó junto a ella. Se encontraban en un edificio, la mexicana pensaba que se podía derrumbar en cualquier momento, pero las luciérnagas le repitieron varias veces que eso no pasaría.
—Vero — le habló una mujer y la reconoció al instante.
—Marlene — dijo dirigiéndose a ella, con los brazos cruzados.
—¿Cómo lo estás llevando?
Verónica negó con la cabeza.
—Han pasado años, no necesito esta platica — se acercó más y movió su cabeza, señalándola — ¿para que me querías?
Marlene se dio la vuelta y le indicó que la siguiera. Verónica estaba confundida, se supone que solo era una entrega de un par de suministros médicos y regresaría a la zona de cuarentena.
Llegaron a una habitación, la mujer cerró la puerta después de que Verónica entró, después le dio la espalda, dando un suspiro.
—¿Qué mierda es esto, Marlene?
La mujer se giró hacia ella.
—Nadie se puede enterar, te conozco de años, Verónica — estaba hablando en un tono extremadamente bajo que a la mexicana le costaba entender con claridad lo que decía — sé que podrás ser de ayuda
Verónica frunció el ceño de nuevo.
—Tengo una niña que...
—Yo no vendo personas.
—La mordieron — susurró viéndola a los ojos.
Verónica se cruzó de brazos.
—Entonces está prácticamente muerta — dijo, recargándose en la pared, en el mismo tono que ella estaba utilizando.
—No se ha convertido.
Verónica soltó una carcajada.
—Okey, ahora necesito que digas todo en una oración porque no estoy entendiendo una mierda.
—Tenemos un registro de días, Verónica — se acercó un poco más para que solo ellas escucharan — hace días la mordieron y no tiene síntomas. Es inmune.
