04. Camino

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Ellie estaba maravillada con el paisaje

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Ellie estaba maravillada con el paisaje. La verdad es que a Vero también le parecía bonito. Ver cómo la naturaleza se adueñaba de todas las estructuras del ser humano le parecía majestuoso, pero el saber que había infectados en cualquier lado la dejaban intranquila.

Caminaron un poco más. Enfrente a ellos había una gran masa de escombros, que obstruían por completo el camino.

—La legislatura está del otro lado — dijo Vero dando un par de pasos más adelante — serían diez minutos si fuéramos en línea recta.

—¿Camino largo o corto? — preguntó Joel a Tess.

—Es el largo o el "estamos remuertos".

—Elijo el largo, solo basándome en esa información.

—Antes vigilemos desde el hotel — dijo Joel, con un tono serio.

Tess aceptó y siguieron caminando.

Ellie caminaba al ritmo de Vero y Tess aunque ellas fueran un poco rápido. Guzmán vio de reojo a la niña y no pudo evitar sentirse mal por ella. Estar solo no era algo que pudiera sobrellevarse de buena manera, ni siquiera para un adulto.

—¿Dónde carajo están?

—Si se acercan, lo sabrás — le respondió Verónica.

—La última vez no lo supe.

—¿Cómo te mordieron? — preguntó Tess.

—¿Vieron el centro comercial de la ZC?

—Ah creo que ya sé ¿el que está sellado y al que nadie puede ir por lo peligroso que es? — preguntó Vero viéndola con obviedad.

—Quería ver cómo era, me metí. De la nada, apareció uno y me atacó — respondió un poco cabizbaja — creí que no me había mordido.

Tess frunció un poco el ceño y la miró.

—¿Fuiste tú sola?

—Sí.

—¿Cuántos años tienes? — preguntó la mexicana, deteniéndose a un lado de la mujer.

—Catorce.

A la madre.

—Tienes pelotas, hermana — halagó Tess.

—Gracias.

—No tomes ese comentario como un "haz otra pendejada".

Trust || Joel Miller Donde viven las historias. Descúbrelo ahora