Muchas personas perdieron todo después del brote.
Verónica era una de ellas. Tuvo que sobrevivir, adaptarse y hacer lo que sea para mantenerse en una sola pieza.
Se sentía sola y sabía que no tenía nada que perder. O por lo menos eso pensó durante...
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20 años antes
Verónica y Leonardo, su hijo, se encontraban viendo la televisión de manera tranquila en la sala, Leonardo estaba con su cabeza en el regazo de su madre mientras ella le acariciaba el cabello con lentitud, deslizando entre sus dedos los mechones castaños.
—¿Puedo quedarme a dormir con Taylor? — preguntó el niño, levantando sus ojos para verla.
Verónica hizo un sonido mientras movía su cabeza, dudando en la respuesta, sin dejar de acariciar su cabello.
—Yo tengo el turno de noche hoy, mi amor — se movió un poco hacia adelante para poder ver dónde estaba su esposo — ¡Johny!
Escuchó unos pasos en la cocina y después salió hasta estar enfrente de ellos, limpiándose las manos con un trapo y teniendo la camisa gris un poco sucia.
—¿Sí?
—Tu hijo quiere quedarse con Taylor.
John lo miró de manera tranquila y antes de que pudiera hablar, Leo se paró de un salto hasta llegar a él, tomándolo de la camisa, como solía hacer cuando era más pequeño.
—Terminé toda mi tarea y ya limpié mi cuarto.
John soltó un suspiro y miró a su esposa, ella alzó sus hombros y lo señaló con la cabeza, dándole a entender que la decisión era de él.
—Está bien.
El niño apenas escuchó esas dos palabras se echó a correr a su cuarto a guardar las cosas necesarias.
John le sonrió a Verónica y se fue hasta ella, sentándose a su lado. Le dio un beso en los labios y ella sonrió.
—Está creciendo muy rápido — dijo él — no puedo creer que tendrá once la próxima semana.
Ella asintió, soltando un suspiro y tomándolo del brazo, dejando suaves caricias en él. Tomó el control y cambio de canal a uno de noticias.
—Ya es un hombre — bromeó Verónica y se escucharon de nuevo los pasos apresurados de Leonardo.
Bajó con su mochila y unos videojuegos en mano.
—Ya estoy listo — dijo con una sonrisa plasmada.
John se levantó del sofá y besó la cabeza de su mujer.