23. Te dije que lo haría

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Este capítulo será un poco descriptivo en la violencia y así

Este capítulo será un poco descriptivo en la violencia y así

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Vero escuchó movimiento en la habitación de Ellie. Algo se arrastró y unos segundos después un golpe seco en el suelo. Verónica decidió no preguntar qué fue. Las rejas se movieron un poco y después hubo silencio de nuevo.

Todo eso la estaba inquietando. No ver a Ellie le estaba poniendo de nervios.

La puerta de Ellie se abrió. Pero nadie dijo nada. Algo se arrastró de nuevo en un solo movimiento. Verónica se obligó de nuevo a callarse.

—No sé si te importa, pero es venado. Lo juro — habló David.

La mujer frunció el ceño y se levantó con un jadeo.

—Van a cortarnos en pedacitos — dijo Ellie en un tono muy bajo.

—Preferiría que no. Por favor, dime tu nombre.

La mente de Vero trabajaba rápido. Su corazón latía con velocidad y sintió la boca seca. Quería saber a qué se refería la niña, pero decidió seguir escuchando.

—Si quieres juzgarme...

—¿Juzgarte? — preguntó Ellie en un grito — ¡comes personas, eres un enfermo!

La mujer se sobresaltó por el ruido de algo rompiéndose. Supo que Ellie lo gritó tan fuerte para escucharla. Repitió las palabras en su cabeza para entenderlas. Se había bloqueado.

—Sí — contestó el hombre con calma — solo unos pocos lo saben, pero te lo habría contado. Tarde o temprano. Supongo que temprano.

—Eres un animal.

—Sí, como todos. Esa es la cuestión. Fue una medida desesperada ¿crees que no me avergüenza?

Vero comenzó a caminar por la celda en busca de algo que le fuera útil.

—Pero ¿qué se supone que hiciera? — siguió hablando el hombre — ¿qué se mueran de hambre? ¿A ellos, que ponen sus vidas en mis manos, que esperan que los proteja, que me aman?

—Sí, tal vez — contestó Ellie.

Vero observó que del otro lado de la reja, cerca de la puerta, había un cuchillo. Era imposible tomarlo.

—No crees eso, tus amigos tampoco lo creerían. ¿No tomaron una vida para salvar la tuya?

—Se estaban defendiendo.

—Te estaban defendiendo a ti. Pero sabías eso — hubo un corto silencio — sabes comprender. Igual que yo ¿sabes que veo cuando te veo a ti? A mí.

Verónica negó levemente.

Es un pinche enfermo — se susurró a sí misma.

—Me recuerdas a mí. Eres una líder natural, eres lista, leal... violenta.

Trust || Joel Miller Donde viven las historias. Descúbrelo ahora