CAPÍTULO 2

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Shoto Todoroki era un reconocido abogado de Kioto, junto a su padre se habían adueñado del imperio de la abogacía de toda la región, pues no había caso que su buffete no pudiera ganar. La ferocidad que mostraba Shoto en los tribunales contrastaba con la siempre pacífica personalidad en su vida cotidiana. Era noble, amable y curiosamente evitaba el conflicto siempre que pudiera. Todo lo contrario a su padre Enji, que solo respiraba para demostrar que nadie podía ser mejor que él, su competitividad era demasiado agresiva. 

Katsuki y Shoto llevaban ocho años de relación a pesar de las protestas del padre de éste, pues deseaba una linda familia tradicional para su único hijo e incluso un sucesor después del mismo Shoto. Quizá el factor decisivo para aceptar su relación fuera que Katsuki contaba con una considerable reputación, no era cualquier don nadie. Así fue por mucho tiempo que mientras Shoto lloraba entre los brazos de su novio después del sexo con un inmenso y terrible sentimiento de culpa gracias a su padre, el rubio simplemente le abrazaba hasta que Todoroki volvía a sonreír a su lado.

-¿Siempre estarás a mi lado, verdad Kats? No sé que haría si te perdiera…

Bakugou ante eso únicamente sonreía y lo besaba, ya que no creía en esas mierdas eternas y tampoco solía hacer promesas vacías, pero creía que por Shoto era capaz de, tal vez un día, considerar una vida a su lado.

Aunque si lo pensaba realmente, su novio comenzó a comportarse de esa manera tan necesitada desde que lo sorprendió mirando las fotos de Izuku en su computadora un par de años atrás.

Aquella noche, el abogado había decidido pasar la noche con su pareja. Después de una intensa sesión de sexo él como siempre había caído rendido en un sueño profundo. En algún momento de la noche estiró un brazo para sentir la presencia de Bakugou tocando solamente un espacio vacío. Se levantó y salió al pasillo, notando que la luz del estudio estaba encendida colándose por debajo de la puerta. Aún soñoliento caminó con sigilo y se asomó tan sólo un poco, sonriendo tiernamente al ver la tranquila expresión que curvaba en una sonrisa el rostro perfecto de Katsuki. El rubio tenía conectados los auriculares así que no escuchó ni un solo paso de su novio que aún desnudo caminaba hacia él, tenía la mirada totalmente perdida en el monitor de la computadora. Al llegar Todoroki a su lado se dio cuenta de que era lo que hacía sonreír a Bakugou tan dulcemente.

Una a una, pasaba las diapositivas de un chico de largos y esponjados rizos verdes, grandes ojos color aguamarina y pecas por todo su bonito rostro. En algunas, el tipo de extraño cabello verde se mostraba distraído, otras dormido, comiendo, o riendo con los ojos luminosos… y cuando Shoto cayó en cuenta de quién era, fue al ver una en la que su novio y ese pecoso unían sus labios en lo que se veía de fondo un parque que le era ligeramente familiar. Así que éste era el famoso Izuku del que Mina le había hablado, el primer amor de Katsuki.

-¿Shoto?

Bakugou había sentido crujir la madera del piso bajo sus pies, como si alguien corriera a través de el. Al levantarse y dirigirse a la habitación, cayó en cuenta que si, Todoroki había estado en su estudio.

-¿Todavía lo amas verdad? Creo que jamás me has mirado de esa forma, Katsuki.

El rubio suspiro hondo y pasando una mano por sus cabellos trató de no decir alguna estupidez que hiriera a su novio.

-Escúchame, Shoto. Yo no lo amo. Solo miraba viejos archivos. Tengo fotos de muchas personas.

-¿Y porqué no las borras? Me causa inseguridad, ¿sabes?. Llevamos juntos casi seis años, y sé que él fue importante para ti, pero no sé si aún lo sea más que yo.

Bakugou se recostó a su lado y lo llamó a sus brazos, le besó en la frente y acaricio su cabello bicolor que tenía una natural mezcla mitad rojo y mitad platino, cosa que se le hacía muy sexy de su parte.

La Piel del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora