CAPÍTULO 14

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Shoto corría entre la multitud del aeropuerto esperando encontrar aún a Katsuki en la sala de espera. A último minuto había decidido que no lo soltaría tan fácilmente. Llevaban casi nueve años juntos, no había manera en que ese tal Izuku ganara. Además, el bastardo iba a casarse con la cotizada hija del mayor inversionista en el mundo del entretenimiento, tenía la vida resuelta.

No tenía oportunidad de quitarle el corazón de Bakugou cuando él fue quien con paciencia y amor se encargó de reparar cada pedazo.

-¡Katsuki!

El nombrado volteó hacia atrás viendo como su novio se aproximaba a él con su maleta.

-¿Ya me perdonaste?

Shoto rio alto y plantó un beso en la mejilla del fotógrafo.

-Vamos, el avión está por salir.

Juntos abordaron el vuelo directo al JFK de Nueva York, seguidos de Mina y Eijiro.

Tras 14 horas en las que Katsuki paso más de la mitad dormido y Shoto leyendo un libro completo, aterrizaron al fin.

-katsubro, mira ¡Está nevando!

-Cariño, parece que nunca has visto la nieve.

-Nunca en Nueva York, amor.

Ambos chicos se dieron la mano y comenzaron a caminar dejando atrás al otro par hasta que la voz en alto de Shoto los detuvo de repente.

-¡Chicos, esperen! ¡Ya vienen por nosotros!

Los otros tres le miraron extrañados, sobre todo Katsuki cuando Todoroki alzó una mano y la agitó sobre su cabeza mientras sonreía.

-¡Estamos aquí, O!

¿O?

La jodida extra que Bakugou había visto en el bar abrazando a Deku ahora caminaba justo hacia él con una adorable sonrisa.

-¡Hola a todos! Soy Ochaco, la prometida de Izuku. Un placer conocerlos al fin.

-Gracias por venir, Ochaco.

-No es nada. Mi padre y yo estamos muy agradecidos contigo así que ni lo menciones.

Shoto notó como su novio parecía haber quedado en blanco. No había expresión alguna en su rostro, ni siquiera el de su habitual fastidio. Le tomó de la mano dándole un ligero apretón.

-Ochaco, el es mi novio Katsuki Bakugou, tu fotógrafo.

El rubio hizo una ligera reverencia hacia Uraraka, realmente no deseaba ni siquiera tocarla para estrechar su mano.

-¡Al fin te conozco, Katsuki! Izuku me ha hablado mucho sobre ti, es tu fan, ¿sabías?.
Tiene su departamento lleno de tus fotos.

-¿Ah?

Ochaco lo tomó dulcemente del hombro.

-No sabes lo mucho que significa para Zuzu que estés aquí. Gracias.

-No es nada.

Bakugou sintió que se mareaba, se sentía asfixiado y malditamente enojado. Debía reconocer que Ochaco era una tipa bastante agradable.

Dando un saltito de alegría, la castaña les miró extasiada.

-El chofer está afuera, los llevaremos al hotel para que descansen. Ha sido un largo vuelo.

Ya fuera del hotel, Ochaco se acercó a Katsuki y Shoto.

-Katsuki, quisiera invitarte a cenar con Sho al departamento de Izuku. Quiero darle la sorpresa de que has llegado, ¿qué dices?.

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