CAPÍTULO 20

439 48 7
                                    

- Se acabó, Shoto.

-¿Qué? ¡Te largaste toda la puta noche y más de medio día! Y tú, ¿solamente vienes y  dices eso así nada más?

El rubio seguía parado en el marco de la puerta de la habitación del hotel. Solo deseaba darse un baño y dormir hasta que ese día terminara.

-No puedo decirte la verdad y tampoco quiero mentirte, así que, se acabó.

Las lágrimas caían de los ojos heterocromáticos empapando la almohada que Todoroki abrazaba contra su pecho hecho un ovillo en el sofá

-Estuviste con Izuku, ¿no es así? Ayer le conté todo sobre su trágica historia de amor  a la pobre de Ochaco.

Intentando mantener la calma, Bakugou sólo pudo suspirar fuerte y pasar una mano por su rostro exhausto e hinchado hablando como si Shoto tuviera algún tipo de retraso mental.

-¿Qué tú hiciste qué?

-Merecía saber la verdad sobre con quién se está casando. Aunque parece que nunca se termina de conocer a una persona, ¿no es así, Kacchan?

Shoto rio sarcástico al decir eso, estaba comenzando a perder los estribos y ambos sabían que cuando eso pasaba, absolutamente todo salía mal.

-Sho, por favor. Sé que es duro, pero créeme que es lo mejor para ti y para mí.

Caminó hacia el sillón queriendo tocar su hombro.

-¡No te atrevas a tocarme! No después de haberte revolcado con el bastardo ese. Eres un pedazo de mierda, Katsuki. Una parte de mi sabía que esto pasaría al venir pero, ¿sabes una cosa? Quise creer en lo que me dijo Mina, confíe en el tiempo que llevaba a tu lado. Pero solo bastó que el doctorcillo ese te moviera el culo y como el imbécil que eres te dejaste engatusar… ni siquiera vale tanto la pena.

Katsuki desencajo la mandíbula con los ojos desorbitados de furia y tomando del cuello de la camisa a Shoto vocifero a centímetros de su cara.

-¡Cállate, maldita sea! No tienes derecho a hablar así de él… cuida lo que sale de tu puta boca porque te juro que si no lo haces olvidaré todo lo que una vez sentí por ti.

Todoroki herido en lo más profundo de su corazón al escuchar ese “lo que una vez sentí por ti”, escupió directo en la cara de Bakugou.

Totalmente fuera de sí el rubio alzó una mano para abofetearlo, deteniéndose inmediatamente cuando cayó en cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Era demasiado.

-Anda, pégame, bastardo. Solo eso te falta para terminar de humillarme.

Retrocediendo, Bakugou limpió su cara y cerró los ojos tratando de calmar el torrente de sensaciones que amenazaban con asfixiarlo en cualquier momento. Su pecho se estaba desgarrando a cada minuto que pasaba de ese día. Estaba perdiendo al amor de su vida y no había habido nada que pudiera hacer al respecto.

Soy un puto inútil.

No servía para hacer feliz a Shoto ni para retener a Izuku a su lado. El break down mental le provocó un insoportable zumbido en los oídos que le obligó a sentarse en el piso con ambas manos presionando cada lado de su cabeza.

Quiero desaparecer.

Quiero estar a su lado.

A su lado.

Izuku.

La náusea que nació desde el fondo de sus entrañas le hizo correr al baño y vomitar hasta que ya no quedaba más dentro de él.

Al salir del baño casi una hora después Todoroki seguía en la misma posición aferrado a la almohada.

-Cuando supe lo que te hizo, intuí que yo jamás podría llenar el vacío que dejó ese médico en tu vida. Y sé que seré el mayor imbécil de este mundo al decirte eso pero, te quiero tanto que estoy dispuesto a largarme ahorita mismo de esta inmunda ciudad a tu lado y hacer como que esto nunca pasó. ¿Qué dices? ¿Vamos a casa?

Estirando su mano hacia el fotógrafo, Shoto espero más de un minuto hasta que los sollozos le hicieron imposible seguir haciéndolo.

-Lo siento, Shoto. Yo no podré recuperarme ésta vez. Y no serás tú quien tenga que pagar por ello.

Dicho eso, Katsuki fue hasta el dormitorio para guardar sus cosas seguido de su ahora ex pareja.

-¿Lo amas?

-Sí.

-¿Y a mí? ¿Me amaste alguna vez? ¿Aún me amas aunque sea un poco?

Katsuki tomó a Todoroki entre sus brazos permitiendo que éste se desahogara contra su pecho; era lo mínimo que podía hacer por él.

-Claro que sí. Eres parte de mi vida, de mi historia y te debo tanto que no se cómo podría pagarte todo lo que hiciste por mí.

-¿Pero porqué el y no yo? ¿ Que de especial tiene ese tipo que yo no tenga, Katsuki?

Mientras hablaba, Shoto caía al piso arrastrando al rubio con él.

Bakugou acarició una y otra vez su pelo lacio hasta que los espasmos del llanto cesaron un poco, lo meció con tanto amor que solo así el corazón de su ex novio encontró la manera de poder seguir latiendo sin tanto dolor.

-¿Regresas a Osaka hoy, Kats?

-Si ¿Y tú?

-Prometí a Ochaco estar ahí… por si ustedes decidían huir.

Una dolorosa risa involuntaria brotó de ambos, estrechándose más fuerte buscando consuelo en el otro.

-Que tengas buen viaje, Katsuki. Perdón por lo de hace un momento y, gracias… gracias por tu sinceridad aunque no me hayas dicho toda la verdad.

Después de un rato, Bakugou salía en silencio de la habitación y de la vida de Shoto Todoroki, rompiendo éste en llanto cuando miró el reloj que le había regalado en su cumpleaños sobre la mesa.



Después de un rato, Bakugou salía en silencio de la habitación y de la vida de Shoto Todoroki, rompiendo éste en llanto cuando miró el reloj que le había regalado en su cumpleaños sobre la mesa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.









La Piel del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora