- Hormonas -

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Ace pasó todo el día en la enfermería con Bay recibiendo tratamiento médico, haciendo exámenes, todo bajo la estricta vigilancia de barba blanca, cuando por fin termino recibió sus pastillas, y en realidad esto lo hacía sentirse más seguro.

Cuando fue liberado y se le permitió correr a su habitación, Ace sintió un fuego ardiendo en la zona baja de su estómago, se sentía bien, como si tuviera que liberar una enorme carga, eran sus hormonas de adolescente, pero Ace estaba solo y no tenía problemas en liberarse, no tenía vergüenza en ello, cuando estaba solo.

Así que se encaminó hasta su cama y se recostó bajando lentamente sus Shorts, paso sus manos por su abdomen para meterse en sus boxers, ya estaba goteando y duro, ¿Por qué mierda tenía que ser tan sensible solo por ser un Omega?, Pronto sería época de celo y su cuerpo ya lo estaba sintiendo.

- Oh dios... - Ace se calentó mientras tomaba su polla llorosa, masajeando sus huevos, en busca de un poco de calma antes del placer, no podía evitar pensar en Marco un poco, después de todo era su alma gemela y no tenía que negar su propio deseo, no cuando estaba solo.

Comenzó a mover su mano derecha sobre su polla cuando su propio culo comenzó a gotear el lubricante natural de los omegas, el slick, se sentía tan caliente, tan húmedo, ¡Mierda quería uno de sus jodidos dildos aquí con él!

- ¡Dios Marco!- Ace gimoteo dulcemente sobre la almohada, buscando un poco de consuelo, se dio la vuelta sobre la cama, dejando su trasero hacia arriba mientras se frotaba contra la cama, mordiendo sus labios y goteando lágrimas en sus ojos, quería correrse, pero tenía que admitir, que él solo sin sus juguetes no podía hacer mucho, se sentía tan solo, tan vacío...

- ¿Ace yoi? - Marco no toco la puerta y solo entro en la habitación, rápidamente un aroma tan dulce, exquisito para él, choco en su nariz, miro hacia la cama donde Ace estaba masturbándose, ni siquiera demoro un segundo cuando su boca estaba hecha agua.

Los ojos llorosos de Ace llegaron a chocar con los suyos, Ace abrió sus ojos sorprendidos y sus manos cubrieron sus partes intimas, mientras su rostro se llenaba de color carmesí, con una mano tomo las sábanas y se cubrió totalmente avergonzado, como una pupa.

¡Quería llorar justo en este momento! ¡Era tan vergonzoso!

- ¡Marco sal de aquí de una puta vez! - Estaba llorando un poco ruidoso, ¡Esto era tan vergonzoso, subió sus pantalones, no quería que esto pasara!

- ¡Ace, vamos, solo sal de ahí podemos hablar yoi! - Marco cerró la puerta detrás de él, estaba tratando de ser el tipo maduro en la habitación, pero sus pantalones estaba igual de apretados y sus colmillos dolían con la necesidad de mordisquear a un lindo pecoso escondido debajo de las sábanas, Marco levantó la mano y la puso sobre Ace que estaba debajo de la mano, dónde se encontraba la cabeza del pelinegro, acariciando, tratando de calmarlo.

- ¡Nooo! ~ - Ace lloriqueo porque estaba muy sensible, Marco comenzó a tirar la sábana para verlo y él no quería salir, pero la fuerza del Alfa era mucho mayor en este momento.

- ¡Está bien yoi..! - Cuando de un tirón Marco le quitó su escondite a Ace, el chico se veía tan sexy y desecho, sus manos cubriendo sus zonas íntimas que aún estaban exitadas.

- No mires - Ace sonaba tan débil y tenía un puchero con ojos llorosos tan lindo, Marco quería tener contacto físico con su alma gemela, se sentó en la cama al lado del chico.

- Podemos ayudarnos mutuamente yoi - Ace fijó su vista en la entrepierna de Marco, buscando una erección y la encontró, eso lo hizo sentir en las mismas condición y lentamente aún con su puchero y cara triste se levantó para quedar sentado en la cama.

- ¿Tú también? - Ace gimoteo cuando la mano de Marco rodeo su cintura acercándolo.

- No es necesario que lleguemos al final, pero si necesitas aliviar ese dolor de tus zonas íntimas puedes venir aquí todo lo que quieras, te aseguro que nunca te voy a decir que no, podemos jugar sin llegar al final, yoi- la mano de Marco llegó a la entrepierna de Ace, que gimoteo agarrándose de su brazo.

- ¿Podemos? - Ace aún estaba dudoso, cuando Marco lo guío para sentarse sobre las piernas del hombre con cabello en forma de piña y bajo ambos pares de pantalones, juntando ambos miembros, haciendo que Ace gimiera y se escondiera en el hombro del rubio.

- Sí... todo lo que quieras yoi - Marco gruño, dios Ace era tan perfecto para él, podía sentir como su fénix cantaba de felicidad, mierda, estaban tan bien ahora mismo, Ace tenía el calor que a su fuego le faltaba, los gemidos del Omega eran tan encantadores hacía que Marco alucinara de amor.

- M- Marco - Ace gimoteo burbujeando de placer, apretó un poco sus piernas, pero las manos de Marco lo mantuvieron en su lugar, corriéndose, estaba sudado y lloroso, pero ahora se sentía mucho mejor, Marco siguió moviendo su mano para correrse él y cuando Ace miro abajo para suspirar, su cara se manchó con gotas del semen del mayor.

- ¡Diablos Ace! ¿Estás bien yoi? - Marco se preocupó de haber molestado al chico, pero ace abrió su boca un poco sonrojado, y el semen cayó en su boca, no...no sabía mal y Marco casi exploto ante la majestuosa vista.

- ¿Por qué es dulce? No sé, supone que sea dulce - por pura curiosidad Ace tomo un poco más con su mano y lo puso en su boca mientras Marco tenía la boca abierta, ¡Por madre mar, quién le hubiera dicho que lo de la piña era realidad!

- No hagas eso yoi - Marco rio besando a Ace que abrió sus ojos sorprendidos, pero aun así disfruto el beso - ¿Me darías una oportunidad de dejar de ser enemigos yoi?

Ace se sonrojó, su propia marca del fénix bailaba en su corazón, y asintió tímidamente.

- ¡Pero no significa que soy parte de la familia! - Marco rio.

Fuego [Omegaverse][Finalizado][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora