Fuego [Omegaverse][Finalizado][Corregido]

- Muerte -

Ace podía oler, sentir su presencia, una compañera que había estado desde el momento en que llegó a este mundo. La muerte estaba a bordo de este barco, y Ace estaba seguro de que no era una pasajera deseada.

No podía dejar de revolcarse en la cama, sintiendo un nudo en el pecho. Esa sensación, otra vez, estaba tan nervioso. Sabía que algo malo estaba sucediendo desde que uno de los hombres de Barba Blanca regresó al barco con ese tipo que olía tan malditamente mal, un olor a malicia, como los cocodrilos que Ace había cazado con Luffy y Sabo cuando eran niños.

Se levantó de la cama de un salto y se dirigió a la cocina. Tal vez si tomaba un vaso de agua, podría calmarse y volver a dormir. Se calzó las zapatillas y se dirigió a la cocina. Cuando llegó a la puerta, estaba a punto de abrirla, pero escuchó a... ¿Teach? ¿Qué demonios hacía ese tipo en la cocina a estas horas?

¿¡Por qué demonios estás haciendo esto!? Se supone que eres mi hermano - Thatch sonaba tan enojado.

¡Solo quiero la fruta que escondes en tu cuarto! ¡Ahora solo tengo que matarte, tomaré la llave de tu pecho y podré tener la fruta que he buscado toda mi vida, y podré dejar a este grupo de inútiles para siempre! - Ace sintió a su Omega revolverse dentro de él.

¡Y una mierda! - El corazón de Ace se paralizó. ¡Tenía que hacer algo! ¡No podía quedarse de brazos cruzados otra vez! Su cuerpo se movió hacia adelante y abrió la puerta, empujando al hombre más grande. Thatch estaba en el suelo, a punto de ser apuñalado, pero Ace recibió el ataque en su espalda, protegiendo al cocinero.

Teach no esperaba eso y, viéndose atrapado, intentó avanzar desesperadamente hacia Thatch. Pero Ace, aún más enojado por la valentía estúpida y desagradable de este hombre, encendió su fuego, cerrando las salidas y protegiendo a Thatch y a él.

Ace, siguiendo su instinto Omega, se acurrucó al lado de Thatch, y cuando el hombre lo colocó cerca de su pecho, su aroma y el de Thatch se esparcieron por todo el barco, despertando a todos.

¡¿Ace, Thatch?! - Izo gritaba por todo el barco mientras Shirohige aparecía detrás de su hijo con kimono, para ver el fuego en la cocina. Marco estaba revisando abajo, no había tiempo para actuar. El hombre entró en la cocina y, aun quemándose al poner sus manos al fuego, sacó a sus dos cachorros omegas del peligro, y de paso sacó a Teach, que estaba desmayado en el suelo debido al humo en sus pulmones.

Namur y la división de agua se encargaron de apagar el fuego, que gracias a los mares no se expandió por la madera de Adam con la que estaba hecho el barco.

¡Ace, yoi! - Marco le dijo al chico de fuego mientras este gruñía mientras era tratado. ¡Maldición! Lo estaban cosiendo. Ace se mordió el labio, pero por dentro estaba gritando... ¡SUELTAME LA PUTA MADRE!

¡Cómo dolía! Cuando finalmente lo soltaron, Ace se dejó caer en la cama. Bay lo cubrió con una manta y le dijo a todos que salieran mientras Marco lo ayudaba y se dirigían a revisar a Thatch en la sala de enfermería de la derecha.

¡Ace, yoi! - Marco quería calmar al chico, pero Ace estaba llorando y eso le apretaba el corazón.

Las lágrimas de dolor y miedo corrían por el rostro del chico. Marco se agachó para quedar a la altura de Ace.

¿Duele mucho, yoi? - Marco pasó la mano por el cabello del chico que no dejaba de hipar.

¡Me acabas de coser, hijo de... sí, duele mucho! - Ace se mordió el labio tratando de no llorar más.

Está bien, Ace... ya va a pasar... papá ya se encargó de todo... Teach está muerto, no te molestará nunca más, yoi - Ace lo miró, pero estaba tan agotado como para responder.

¿Thatch está bien? - Marco asintió. Él no había visto heridas más allá de rasguños y moratones.

Lo salvaste... - Izo entró en la habitación y Marco se levantó de sus rodillas.

Solo ayudé a un tipo que me daba comida - Izo iba a responder, pero Ace ya estaba dormido. El chico se acercó y acarició la espalda del pecoso.

Gracias... -

Izo y Marco salieron de la habitación. Ace permitió que sus ojos se abrieran y lloró en la almohada. Necesitaba liberar sus emociones justo en ese momento.