- Mar -

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El mar se veía muy bien. Shanks se había largado del barco, pero podía sentir la mirada de los Barba Blanca en su espalda. Eso era incómodo. De cualquier manera, estaba mirando el mar. Esta era la manera más fácil de evitar una interacción con toda una manada de celosos detrás de él.

Ace suspiró, pero estaba feliz. Podía ver a Deuce bailando alrededor de Jozu mientras el alfa lo cortejaba. Eso era muy lindo, con un alma gemela. Marco no había aparecido desde que Shanks desapareció del barco, según Thatch, estaba lleno de papeleo.

Regresó a su habitación, mirando a otros lados para evitar a los hermanos celosos. Bueno, ¿cuál era el problema de ver a estos idiotas celosos como sus hermanos? Ellos no sabían que esto estaba pasando.

Caminó frente a la habitación de Marco, pensó que era momento de hablar con él. Tocó la puerta lentamente, pero nadie respondió. Pensó en irse, pero algo lo empujó a abrir la puerta de la habitación. Caminó hacia la puerta y empujó hacia adelante, abriéndola.

Cuando pudo ver lo que había dentro, vio a Marco dormido sobre una pila gigante de papeleo, así que Ace suspiró y cerró la puerta detrás de él con una sonrisa. Con un poco de fuerza, llevó a Marco hasta su cama y él tomó su lugar en el escritorio.

Diablos, Marco, ¿de dónde carajos por todos los mares sale tanto papeleo si te la pasas haciendo esto? - Ace rio mientras comenzaba a completar el papeleo del rubio, que se veía realmente agotado.

¿Cómo es que Ace sabía hacer eso? Vamos, él nunca fue un idiota. Sabía hacer perfectamente esto. Sabo y Garp se encargaron de enseñarle a leer y escribir. No era tan difícil. Porque él estuvo presente durante toda la semana, además, cuando se concentraba en algo, lo hacía con todo lo que tenía. Le gustaba hacer todo con todo lo que tenía. Lo iba a hacer bien, así no tendría problemas con nada. Cuando finalmente terminó, se estiró como un gato. Diablos, eso había sido agotador, pero estaba al día.

Sin pensarlo mucho, se quitó su sombrero y se ubicó en la cama justo entre los brazos de Marco. Se acurrucó en su pecho y lo hizo para quedarse dormido.

Pasaron algunas horas y Marco abrió sus ojos, bostezando. ¿Estaba en la cama? Él recordaba haberse quedado dormido en el escritorio de la habitación, no en la cama. Sentía algo entre sus brazos, y cuando miró abajo, su corazón casi se salió de su pecho al ver a Ace profundamente dormido, totalmente en paz. Su marca de alma gemela se veía tan jodidamente bien.

Marco se levantó lentamente sin despertar a Ace. Por más que le gustaba la posición y la vista, tenía que cumplir con su trabajo. Por estar vigilando al pelirrojo se le habían acumulado los papeles, y ahora tenía una pila gigante de trabajo.

Se sentó en el escritorio, suspirando y poniéndose sus lentes en su rostro para tomar el primer papel y empezar a leer. Cuando se dio cuenta de que estaba hecho, comenzó a revisar todo rápidamente. Todo estaba listo. Esa letra... ¿Era la letra de Ace? ¿Ace había hecho el papeleo para él? Dios, esto estaba todo perfecto. Buena letra, bien escrito, correcto. El corazón de Marco se aceleró. Joder, Ace era tan perfecto para él.

¡Joder, Ace, cásate conmigo, yoi! - Marco se acercó a Ace, tomando sus manos entre las suyas, despertando al chico de un susto.

¿¡Qué carajos, Marco!? - Ace se acurrucó contra la muralla del susto, y Marco se acercó a él, llenando su cara de besos.

Cásate conmigo, Ace, yoi - Oh, esa fue una declaración un poco intensa.

¿P-porque qué demonios? - Ace se sonrojó y miró hacia otro lado, pero aun así dejó que el rubio siguiera besándolo.

¿Hiciste el papeleo? Fue simplemente encantador, yoi - Ace se sonrojó y miró hacia otro lado.

S-sí, pero no voy a casarme contigo solo por eso, Marco - Eso era vergonzoso, y su corazón estaba acelerado como loco.

Entonces déjame cortejarte bien. La última vez que te pregunté no me respondiste, yoi - La sonrisa de Marco floreció mucho más al verlo tan sonrojado.

Eso está bien para mí... Marco - Ace mordió su labio inferior.

Voy a quedarme... vamos a quedarnos con ustedes - Marco no había sonreído de esa manera en años. ¡Ace se iba a quedar en el barco! ¡Tenía nuevos hermanos y a su alma gemela en el barco! No podía estar más jodidamente feliz.

¡Eso es fabuloso! ¿Se lo dijiste a Oyaji, yoi? - Marco preguntó, y Ace se sonrojó y miró a otro lado.

Me da vergüenza... - Ace se sonrojó y miró hacia abajo - me da vergüenza llamarlo Oyaji - Marco rio. Él también había pasado por esa situación. Él también se ponía rojo al llamar por primera vez a Oyaji... Oyaji, era un bochorno. No de que lo hiciera sentir mal que fuera su padre, sino que la risa y los ojos del hombre lo hacían sentir como niños de 4 años que acababan de hacer algunas travesuras.

Está bien, yoi - Marco acarició los labios de Ace y depositó un beso en ellos, ganándose un suspiro por parte del Omega - todos hemos pasado por eso. Podemos hablar de eso con el Mañana, yoi - Ace se sintió apoyado por su alfa. Podían hablar de eso mañana, pero no le diría a los demás aún.

No les digas a los demás aún. Quiero que se den cuenta ellos mismos - Marco rió ante la pequeña travesura de Ace. Está bien, verían cuánto demoraban los idiotas de sus hermanos en darse cuenta de que Ace ya se había unido a la manada.

El que se pondría más loco entre todos era Thatch. Esto iba a ser una locura esta semana.

Ace - Marco miró al chico, que le regresó la mirada sonrojado - me hace feliz que tú seas mi alma gemela, yoi - Ace se sonrojó y miró hacia otro lado.

A mí también -

Fuego [Omegaverse][Finalizado][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora