Silenció Mortal (Komi-San)

epilogo

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Una vida normal en la vida de Hitohito
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Los rayos del sol se colaban por las finas cortinas blancas que adornaban la ventana de una habitación algo desordenada, iluminando con suavidad el rostro de un joven de 22 años el cual se despertaba lentamente.

- (bosteza) que hora es -

Dijo, mientras se levantaba de su cama.

- ¡las 9! Llego tarde -

Dijo alarmado, para después levantarse con apuró.

Sin desperdiciar ni un segundo, el joven pelinegro se da una ducha, se viste, y cuando este se dirigía a la puerta para ir a trabajar este se encuentra con una pequeña sorpresa.

- Tadano-kun -

Dijo con sorpresa al ver a su amigo tan alterado.

- Mika-chan, perdón pero ahora no puedo llego tarde -

Dijo este, mientras hacía a un lado a su amiga.

- ¡Tadano-kun! -

Dijo en voz alta con molestia, haciendo que nuestro protagonista se detenga en seco.

- es sabado, hoy descansas -

- ahhg, mierda, perdón Mika, me olvidé de que había llegado el fin de semana... oye por cierto, porqué estás aquí tan temprano -

Pregunto con curiosidad.

- baka, dijistes que me acompañarías al festival cultural -

Dijo con un puchero.

- ahhh, eso explica todo, ehhhh... dame unos 5 minutos para arreglarme, si quieres espérame adentro -

Dijo, mientras se adentraba a su casa con apuro.

Unos 10 minutos después, la pareja de amigos se dirigió al parque comunal para pasar el día en el festival cultural, en donde estaban celebrando la herencia japonesa de la cuidado.

- vaya, hace años que no veía un festival así -

Dijo con asombró, mientras veía los puestos de comida organizados de la misma manera que lo hacían en Japón.

- vaya, en serio se parece tanto -

Pregunto la chica, mientras miraba a Tadano.

- claro, acaso no te acuerdas -

- no Hitohito, acuérdate que yo crecí aquí, no conozco Japón, solo se hablar Japónes por mis padres -

- ah es verdad, se me había olvidado -

Dijo con incredulidad.

- pero, podrías enseñarme como es en Japón -

Dijo un poco ruborizada.

- bueno, entonces no perdamos tiempo -

Dijo con una sonrisa.

Acto seguido, ambos se adentraron al festival, para jugar juegos tradicionales, probar platos tradicionales, y aprender gestos tradicionales de la cultura japonesa de la que Mika no tenía tantos conocimientos.

- vaya, no pensé que fuera tan divertido -

- bueno, y eso que faltan algunos juegos como aquel de capturar un pez con un pedazo de papel -

- que, eso es posible? -

Dijo Mika, confundida.

- si, es algo complicado pero una vez le agarras el juego se vuelve divertido, aunque lamentablemente el pez no sobrevive tantos dias -