Neteyam es secuestrado por el Alfa Olo'eyktan de un clan cercano que afirma que Eywa los ha destinado a ser almas gemelas.
A solo unas semanas de presentarse por completo como Omega, Neteyam se encuentra atrapado entre tratar de encontrar el camino...
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Kxolo admiraba a Neteyam, que seguía durmiendo plácidamente sobre la estera de su aldea.
El viaje desde la aldea del clan Omaticaya hasta la suya fue corto pero difícil, ya que él y los otros guerreros lucharon para escapar de los avances de los aldeanos defensores. Jake Sully estaba especialmente enfurecido mientras perseguía a Kxolo, emitiendo gritos de guerra.
A Kxolo le resultó todo un desafío dirigir a su ikran con el delicado omega flácido en sus brazos, pero afortunadamente había practicado y planeado la ruta de escape con tanta precisión que ni siquiera el infame Taruk Makto pudo alcanzarlos.
Su clan se agazapó alrededor del muchacho intentando ver bien al Omega que Kxolo se había empeñado en llevar a casa.
El Alfa no había podido dejar de pensar en el joven omega desde su visita al clan Omaticaya. Su belleza y presencia eran completamente cautivadoras. Jake se había negado a dejar que Kxolo lo cortejara, ni siquiera dejó que el niño entrara al pueblo ese día al enterarse de sus intenciones. A pesar de sus persuasiones y promesas, Toruk Makto se mantuvo firme en su decisión. Fue solo después de recibir una señal de Eywa de su vínculo de alma gemela que Kxolo decidió finalmente llevarse a Neteyam.
Como Olo'eyktan, sus guerreros llevaron a cabo el secuestro, ansiosos por encontrar a su jefe emparejado.
— Seguro que dio pelea — Pulo, su segundo al mando y mejor amigo, se rio entre dientes mientras señalaba el brazo vendado de Kxolo — Parece un poco más que un mordisco de amor, en mi opinión.
— Ma Neteyam tiene espíritu, es un pequeño Omega luchador.
— No esperaría menos de un omega emparejado contigo — Kxolo puso los ojos en blanco con cariño a su amigo — Aunque puede hacer que las primeras semanas sean un desafío. Espero que hayas seleccionado guerreros que estén preparados para esta tarea de "niñera especial".
— Será difícil, estoy seguro, pero Eywa sabe que se le pasará.
Eventualmente, Neteyam comenzó a gemir y moverse mientras recobraba el conocimiento. Su mirada estuvo desenfocada y confundida durante unos segundos mientras observaba a la multitud que lo rodeaba.
Sus grandes ojos color ámbar se abrieron de par en par cuando se dio cuenta e instantáneamente se levanto de un salto y se agachó en una posición de combate. Siseó a los extraños mientras los ojos se disparaban alrededor del círculo en busca de una abertura. Kxolo reconoció las señales de un macho a punto de saltar y atacar: orejas bajas, ojos enfocados y cola agitándose.
Neteyam dejó escapar un grito mientras se lanzaba hacia el otro extremo de la multitud. Los guerreros que estaban allí no se inmutaron y simplemente apretaron la formación para crear un muro que él no pudiera atravesar.
— ¡Déjenme pasar, skxawngs!
— Neteyam. — La firme llamada alfa de Kxolo apenas fue escuchada por el omega mientras seguía luchando contra la multitud. El alfa se puso de pie y rápidamente atrapó al omega entre sus brazos, asegurándolo alrededor de la cintura y los hombros una vez más — Calla pequeño omega y cálmate. No quiero atarte, precioso.
