Neteyam es secuestrado por el Alfa Olo'eyktan de un clan cercano que afirma que Eywa los ha destinado a ser almas gemelas.
A solo unas semanas de presentarse por completo como Omega, Neteyam se encuentra atrapado entre tratar de encontrar el camino...
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Vamai se agachó contra la rama que sobresalía. Desde lo alto de la espesura de los árboles estaba en un punto de vista perfecto para ver aterrizar a los Sully. Se aseguró de mantener su propia figura oculta detrás de las capas superpuestas de vegetación crecida. Sólo sus ojos se asomaban por la gruesa rama a la que se agarraba.
Maldijo el aumento de la frecuencia cardíaca que le hacía doler las costillas cuando vio que un Sully en particular desmontaba de su ikran. Se dio cuenta de que era la primera vez que veía a Lo'ak a plena luz del día. Solo las imágenes de su cuerpo cubierto de pecas iluminado por la bioluminiscencia del eclipse dominaban sus sueños todas las noches. Siempre habían tenido lugar durante la noche, su presencia a veces no era más que una sombra que la consumía.
Sin embargo, verlo a la luz era peor.
Sus ojos podían seguir fácilmente las líneas musculares a lo largo de su abdomen o maravillarse con cada movimiento de sus deltoides flexionados mientras se movía. Incluso desde su posición elevada podía ver lo alto que era entre su familia. Le hizo recordar lo pequeña que se sintió esa noche, teniendo que estirar el cuello para mirarlo, pero sobre todo odiaba lo mucho que le gustaba. Cómo su cuerpo enviaba una oleada de excitación a través de su sistema cada vez que la imagen de ese chico engreído aparecía en su mente.
Vamai nunca antes en su vida se había sentido tan presa de sus propios instintos.
Por lo general, podía contener el deseo de representar sumisamente el papel de omega. Simplemente se había convertido en una voz molesta en la parte posterior de su cabeza que ella había desconectado.
Y, sin embargo, Lo'ak lo estaba arruinando todo.
Maldito sea.
— Necesito que todos se comporten lo mejor posible. — La voz profunda de Jake se podía escuchar desde su lugar en los árboles. Se puso a trabajar para asegurarse de que los ikrans estuvieran asentados y en su sitio, al tiempo que informaba a la familia.
— Tuk, toma mi mano. — Neytiri insistió suavemente. Tuk ya había estado a punto de correr sola hacia el bosque ya que su familia estaba tardando demasiado.
Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Vamai al ver cómo la pequeña niña saltaba sobre la punta de sus pies mientras sostenía la mano de su madre.
Vamai no fue capaz de captar lo que Kiri le decía a Lo'ak mientras se ataba las trenzas hacia atrás, pero la expresión de su rostro insinuaba que se trataba de otra disputa entre hermanos sin sentido. Ella se inclinó hacia delante mientras él arreglaba sutilmente las correas de su taparrabos con un resoplido. La agitación le erizó la piel al ver lo interesada que se había vuelto por sus movimientos sin sentido.
La familia se movió como una unidad. Jake iba delante, mostrando que no llevaban armas a los guerreros del puesto de control.
A Vamai le resultaba más difícil moverse y saltar entre los árboles a medida que se acercaban al Árbol Hogar. Los caminos estaban congestionados por otros miembros del clan que cumplían con sus obligaciones. Su paranoia la mantenía alejada de esos caminos, pues no quería que nadie viera su interés infundado por los Sully.
