Las calles

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Nicolás

-¿Nico?

-¿Qué pasa, Choreza?-dije mientras escribía en mi cuaderno-

Sentí su mirada en mí. Sentí como se acercaba.

-Nico-dijo en un lento susurro- Al final... ¿decidiste?

Deje de escribir, y me senté bien derecho en la silla de mi puesto.
Lo miré y sonreí incómodo.

-Choreza, weón. Ya hablamos de está wea-dije paciente-

-Sí sé... Solo que, me siento ansioso-miró hacia su cuaderno, de reojo pude notar un pequeño cambio de tono en sus mejillas- Aparte tengo... tengo muchas ganas de salir contigo...

-Oscar...yo aún no me siento listó para algo serio... de verdad. Sorry.

Levantó la vista y me miró con una tímida sonrisa.

-Lo sé... Lo sé, weón. Es que no sabes todo lo que he hecho para estar más cerca de ti, Nico-me miró serio-

¿Cómo? ¿Qué? ¿Qué había hecho? Ósea... Mejor le preguntó.

Estaba a punto de preguntarle al Choreza que había hecho para supuestamente estar más cerca de mí, pero la clase ya había empezado.
Llegó la profe y sin perder más tiempo había empezado a explicar.

El rato pasaba y debo decir que voy progresando. Antes en las clases solo miraba las clases y escuchaba. Pero escuchaba tipo, todas las cosas entraban por una oreja y salían por la otra, sin dejar ningún rastro de información en mi mente.
Por lo menos ahora pongo atención, entiendo y tomo apuntes. Creó que voy asumiendo el tema cada vez más. Igual a veces me acuerdo y me da la caga... pero esos son detalles... solo detalles.

La clase estaba por terminar, la profe estaba explicando solo los detalles de unas formulas y algunas ñes más.
  Me sentía ansioso por salir, me duele el poto de tanto estar sentado y cada minuto que pasa me aburro más.
Estaba escuchando la explicación atentamente hasta que cerca de mí, puedo oír el sonido de que están sacando una hoja de papel. Ignoré rotundamente el sonido y no me dispuse a pensar de donde venía, yo solo escribía mis apuntes.

-Ya chicos. Esto fue por hoy, les recomiendo estudiar harto porque la prueba no está fácil. Ya pueden irse.

Me sentía relajado, la clase termino y podía ir a almorzar... tenía hambre. Me encontraba guardando mis cosas en la mochila cuando siento que me tiran un papel en la mesa.
Levantó la vista y logró ver al culpable.
Era el Oscar. Él estaba caminando hacia la puerta, ni un segundo miró hacia atrás, solo se fue.
Me levanté de la silla y me puse mi mochila, para irme de la sala, ya no quedaba nadie. Pero antes de irme tomé el papel. Lo abrí con mucha calma y leí.

'Por favor piensa en mí... yo podré ser algo más que tu amigo, Por favor piensa.
PD: Sale conmigo el sábado...'

Pude sentir como mis mejilla se calentaban. A lo mejor yo no sentía nada hacia el Oscar pero debía admitir que me gustaba su atención. Hace tanto tiempo que no sentía que alguien pensará en mí.

Sin dañar el papel, lo guarde en mi mochila y a paso lento salí de la sala.
Al estar afuera pude ver el pasillo que creaba un camino hasta el jardín de la U, me gustaba esta parte. Era oscura por la falta de sol y no estaba cerrada por 4 paredes, solo por unos pilares y unas paredes que estaba en cada esquina a lo largo, formando un cuadrado al medio.
Al mirar bien, pude ver que esté lugar no se encontraba solo. Había dos hombres esperándome, estaban detrás de los pilares, donde casi ni una pisca de sol llegaba. Estos estaban tomados de las manos y a veces se daban unos pequeños besos... Era la wea más kawai de la vida...
Edgar... culiao.
Yelo... culiao.
Siento tanta envidia de su relación culia linda.

De la nada tuve una idea para no interrumpir tan asquerosamente. Iba a sorprenderlos. Yo solo me escondí detrás de otros pilares y dije en voz alta.

-Caballeros...-dije con una voz grave, de verdad no parecía mi voz- No creen que este no es el lugar apropiado para esa clase de demostraciones.

Pude ver como ambos se separan muy velozmente y sus caras se ponían palídas.

-Disculpe...-habló el Manu- No se volverá a repetir...

-¿Pero... en dónde está?-dijo el Edgar muy serio-

De verdad... no podía aguantar risa.

-Yo estoy por ahí...-desafortunadamente por la risa que tenía contenida, no salió muy bien mi voz-

-¡Ah! ¡Nico culiao!-gritó el Edgar- ¡Sale!

Caminé lentamente hacia dónde estaban ellos. En él lugar solo se escuchaba cada una de mis carcajadas.

-Jajaja ¡weón! ¡Sus caras! Jajaja-traté de decir mientras reía-

-Fome tu wea, weón...-dijo el Edgar serio. Pasó un segundo y comenzó a reír junto con el Manu- Me asuste más que la chucha jajaja-

-Cabro culio-dijo el yelo, mientras reía- Pensé que había cagado.

-Perdón, cabros no los quise asustar-dije y me seguí riendo junto a mis dos amigos-

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Narrador

-Edgar, weón. Quiero ir al baño-dijo Nicolás- Ya no aguntó, weón.

Los tres amigos se encontraban en una tremenda fila para poder comer algo pero justo hoy el comedor de la U se encontraba lleno.
Holyfu tenía unas ganas de ir al baño, ya no se aguantaba, pero ya había hecho tanto rato la fila y había avanzado harto.

-Ya Nico... Mira. Dime que quieres y yo te lo compró mientras tú vas al baño-dijo amable el más alto-

-Ya... weón, dale. Quiero un pan culiao italiano con una coca cola-dijo el moreno mientras se movía energéticamente-

-Ok, culiao. Apurate.

El moreno no dijo nada más, solo corrió al baño.
Corrió y corrió.
Los pasillos eran interminables. Se sintió feliz al ver a lo lejos el baño. Así que corrió más rápido. Estaba muy agitado... Cuándo ya el baño estaba solo al frente de él, paró de correr.

Entró tranquilamente al baño pero algo... hizo un gran cambio en él. Ya no sentía ganas de orinar, ya no sentía ganas de comer, ni de reír, solo sentía furia. Salió del lugar sin hacer ningún ruido.
Nicolás camina un poco y se sentó en el suelo. Miles de pensamientos pasaban por su menté... ¿Por qué?... ¿Por qué?... ¿Por qué?... ¿Por qué el Jaime se estaba besando con otro weón? Eso de verdad... no entraba en la menté de Nicolás. En esos momentos ya nada era claro. Solo atinó a tomar su teléfono, buscó el número y llamó.

1... 2... 3...
Contestaron.

-Oye Choreza... ¿por qué no salimos hoy día un rato?
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Narrador

Ya eran las 23:53 de la noche. Nicolás estaba acostado en su cama, mirando el techo. ¿Qué iba a hacer?
El Oscar se había encargado de brindarle la mejor cita. Primero que todo lo fue a buscar a la hora acordada, sin ninguna excusa de quedarse dormido o que el micrero le tiene mala. Lo llevo a comer a un restaurante, sin ningún problema de reservación. Tampoco lo llevo de un lado a otro buscando en donde comer. De verdad el Oscar había ganado algunos puntos.

Nicolás aún quería a Jaime, a pesar de todo. A pesar de verlo hasta con otro weón. Pero ahora ya estaba decidido... lo olvidaría y lo haría ahora, por el bien de los dos.

'De verdad, weón. Ahora sí le daré una oportunidad al Choreza... se lo merece y yo me lo meresco. Adiós... Jaime'
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❣Que el goth los bendiga❣
PD: El Choreza al parecer también se llama Óscar. Si ven los podscats antiguos, los que subían a podscaster. Los Cabros del goth, aparte de Choreza le decían Óscar.

Eres mi pololo o mi pololo, elige (JaiNico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora