Especial 4 años/ Especial 6k

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'No te vayas, chántame el pate'

Sin darse cuenta los años pasaron. Era un casi tan perfecto felices para siempre. Cada uno lo vive a su manera.

En la cama tocando sus cuerpos, besándose, frotándose. Manos suben y bajan.
El sexo era casi diario en el verano, el calor provocaba poca la ropa y esto atraía más rápido la calentura.
La pequeña casa ya había sido estrenada prácticamente al completo, ya lo habían hecho en todos lados.

-Nico-gimió-más rápido, rápido, más fuerte.

Nicolás tomaba el trasero de su novio y lo movía cada vez más rápido con su pene dentro de él.

Jaime adoraba esto.

Ya era tanto el amor, el deseo... que el tema de ser versátiles traía más diversión al juego.

-Jaime-lamió los labios de este- métemelo.

Jaime sintió un calor dentro de él, había sido tan excitante escuchar a su moreno decir eso. Luego simplemente se lo metió, fuerte.

Muchos días fueron así. Pensaron que al terminar el verano el sexo casi diario se acabaría, no fue así. En el invierno lo necesitaban para entrar en calor.

El moreno puso bolsas de té sobre el simple par de tazas blancas.
Tomó con cuidado el hervidor y lleno con agua recién hervida cada una de ellas. Cerró un pequeño segundo los ojos al oír el líquido transparente caer, le relajaba.
Mientras que el color cafe salía de la bolsita y empezaba a llenar toda la taza, Nicolás aprovechaba de mirar la noche por la pequeña ventana que tenía la cocina.

'Está empezando a llover'

Retiró las bolsitas al notar que ya toda el agua había sido pintada. A ninguno de los dos les gustaba muy cargado.
Para terminar, endulzo el té. A Jaime le gustaba con endulzante, mientras que a él con una cucharita de azúcar estaba bien.

Tomó las tazas junto a su pequeño platito, llevando una en cada mano.
Salió de la cocina. Caminó. Entró a la pieza.

-Jaime-estiró su brazo para entregar el líquido-te traje tecito, para el frío.

-Oh...-se sentó mejor en la cama para recibir el té-Gracias, amor.

Nicolás sonrío.
Dejó un momento su té en el único velador de la pequeña habitación con la intensión de acomodarse en la cama y luego poder tomárselo.
Pero al sentir el abrigo del cuerpo del menor, decidió olvidarlo.

Se acercó a él y se acurrucó.

Jaime al notar las intensiones de su pareja, dejo el té en el suelo, ya que su lado de la cama no tenía velador.

-Nico, ¿qué pretendes hacer?

'Hacerte el amor' dijo con tono coqueto y bromeando en su mente. No lo dijo en voz alta porque asumía que su compañero en el fondo lo sabía.

-Nada.

Nicolás hizo que Jaime bajara un poco su cuerpo para quedar a la misma altura en la cama.
Ahora sus respiraciones estaban cerca.
El mayor acariciaba el cuerpo del menor por encima de la polera, a ratos debajo de está, todo de una forma tan lenta.
El barbón tenía los ojos cerrados.

Era todo tan tranquilo. Disfrutaban el momento.
Nicolás pensó en acabar los cariños y seguir viendo la tele, estuvo a punto de tomar el té pero desechó la idea.

Eres mi pololo o mi pololo, elige (JaiNico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora