Susan
El enamoramiento por Max no es cualquier cosa, el sentirme atraída por Max no es solo por su físico, es por su persona.
Max es todo aquello que quise siempre en un hombre, es tan irreal que a veces me pregunto si merezco esta oportunidad con él.
Sabe lo que quiere, es claro, no pone excusas o rodeos ante las cosas y eso me asusta un poco porque me da miedo fallar.
No me siento menos o más, me siento su igual.
Es lo que más miedo me genera, que he encontrado a la persona dispuesta a aceptar y respetar lo que quiero.
—¿En qué piensas? —me pregunta Bridget.
Es la secretaria de Ángel y que ha sido mi amiga desde que ingrese al banco H&B, en pocas palabras se ha convertido en una de las personas a las cuales puedo confiarle algunas cosas, y creo yo que es la segunda mujer que le soporta el mal genio al hombre rubio.
—Estoy pensando en un hombre —digo divertida y me da una sonrisa cómplice—, creo que me tiene atrapada.
—Si no lo dejas de pensar, en definitiva, si, te tiene atrapada.
—¿Será?
—Por supuesto.
—¿Te has sentido así?
—¿Por un hombre? Quizá, pero no solo ellos me roban los pensamientos —me guiña un ojo haciendo que le regrese el gesto—. Te dejo, el rubio acaba de venir y tendré que soportar sus gritos.
—¿Por qué lo sigues soportando?
—La paga es genial y es divertido enterarme de algunos chismes de los ricos —se despide yendo a su lugar de trabajo mientras yo me quedo en el mismo lugar, Ángel pasa de largo de donde estoy, ignorándome.
—Idiota —susurro y estoy segura de que me escucho, pero no se gira.
En este tiempo que he estado cerca de Ángel por trabajo, me di cuenta de que los sentimientos no son tan fuertes como lo fueron en un pasado, solo cargo buenos recuerdos.
No me atormenta el no estar con él, al contrario, se siente tan libre poder hablar con él como dos compañeros de trabajo, aunque, en su mayoría no me hable y me ignore, pero cuando me dirige la palabra es respetuoso y se siente como si estuviera hablando con alguien de confianza.
Somos ahora dos compañeros de trabajo y además amigos que cargan buenos y malos recuerdos, lo veo darle algunas instrucciones a Bridget mientras ella se pone al tanto con las cosas, el hombre desaparece de mi vista ingresando a su oficina.
Bridget regresa minutos después sentándose conmigo.
—¿Y qué piensas hacer con Ángel?
La pregunta que me lanza me deja en blanco.
—No sé a qué te refieres que haga con él.
—Llevas años enamorada, no me dirás que todo lo que sientes por el desapareció de la noche a la mañana.
—No, no desapareció todo —no lo niego—, pero la mayoría de lo que siento, sí.
—¿Y es más fuerte lo que sientes por Max ahora que lo de Ángel?
Suspiro al recordarlo, no me gusta hacer comparativas ambos son dos hombres completamente diferentes.
—Es simple lo que pasa con Max —eso la hace poner más atención a lo que digo—, Max hizo en meses lo que Ángel no hizo en años.
Es verdad, Max no es solo palabras, lo de él son las acciones y para mí eso es más valioso que palabras que tarde o temprano nunca se cumplen.
—Max no promete en vano.
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Una última vez
RomanceSegundo libro de la biología irlandesa. Susan está cansada de estar esperando a una persona que no sabe que es lo que quiere. Decide enfocarse en ella y en sus metas encontrándose en el camino a un hombre que va a amar cómo si fuera la primera vez...