Capítulo XXVII

980 78 8
                                    

Ángel

Estoy aburrido.

Estoy harto de estar en esta sala, con gente a mi alrededor, me agruma poder escuchar sus respiraciones pesadas.

Siento como el aire de estás cuatro paredes comienza a reducirse poco a poco, finjo estar leyendo el contrato mientras escucho de fondo la voz de algún accionista, Bridget: mi secretaria se encuentra a mi derecha, escucho como teclea en la Tablet para hacer anotaciones. Siento un pequeño golpee en mi pie que proviene del lugar donde se encuentra.

Quiero mirarla feo y preguntarle qué es lo que pasa y por qué me está golpeando.

Cuando levanto la mirada tengo 15 pares de ojos, todos en la mesa están esperando que diga algo y no sé ni en qué momento dejo de hablar, el hombre robusto está parado con las manos al frente, la proyección está a su lado finalizada.

Dejo de lado la carpeta que tengo entre manos y suspiro antes de decir:

—Hay que rechazarlo, no me gusta —algunos murmuran, pero no es viable para mí, no es viable para ser una inversión a largo plazo— no es algo rentable, las ganancias que generan son suficientes apenas para pagar sus deudas.

—Pero señor Stewart —habla uno de los hombres que están sentados y miro la placa antes de mirarlo al rostro y hacer que continúe hablando—. El precio es bajo y accesible, sería bueno comprarlo. Las proyecciones que hizo el jefe de auditoria son exactas, con una buena estrategia... —Dejo de escucharlo, para mi mala suerte miro como gasta el doble de oxígeno al respirar, y ya hasta que los pares de ojos se vuelven a posicionar en mí es cuando sé qué debo de hablar.

—Mi respuesta sigue siendo la misma —repito porque parece sordo—. Vamos a rechazarlo. Nadie con una pizca de cerebro va a comprar las acciones de esa empresa, que alguien más la compre si eso quieren, pero Stewart no lo va a comprar.

New Dialogue —vuelve a interrumpir—. Es el segundo noticiero más grande qué hay en Inglaterra. Nos conviene comprar ahora que las acciones están bajas.

Me imagino que es idiota porque parece que no sabe porque el precio de sus acciones bajó.

—No lo compraremos, no es rentable. ¿Sabe por qué están vendiendo New Dialogue? Porque está en bancarrota, hay problemas dentro del noticiero, la gente que trabaja ahí ni se soporta, desde hace dos años el ranking ha bajado, cada día se cae a pedazos ese noticiero, han sido envueltos en escándalos una y otra vez, no pienso comprarlo.

» No solo nos fijamos en el nombre de la empresa, compañía u organización, sino que también miramos cómo es que se trabaja dentro de ella.

Es evidente que, aunque sea el segundo noticiero más grande, ya no es rentable, había reporteros que dejaron el noticiero y poco a poco la gente dejo de verlo, porque solo lo veían por los que ya no están. El tratar de revivirlo sería traer a gente que el público ama y no estoy interesado en involucrarme más allá de solo lo económico.

—Hablamos de la parte económica —dice una de las socias y no es discreta a la hora de acomodarse, ni siquiera la detallo como todos los hombres en la sala, comparto una mirada con Bridget que solo entendemos entre los dos—. Esos son problemas internos que no nos corresponden.

Su voz es chillona y se me complica seguir escuchándola.

Tiene razón, pero no se lo digo. Es inteligente, pero no más que yo, la callo y vuelvo a explicar por qué no me interesa tener esa empresa en mis manos, no le doy más de un año para que el noticiero caiga, quizá pueda salir adelante, pero no estoy interesado en invertir ni comprar para que eso suceda.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora