TRADUCCION_Salir a caminar [Worm/Hellsing Ultimate

3.3

Kaiser gruñó mientras se levantaba de los escombros de lo que alguna vez había sido otro de los almacenes del Imperio. Tosió, sus pulmones intentando sacar el polvo de ellos. Escuchó los sonidos de la batalla provenientes de Alabastor y la vigilante Carmilla. Disparos, explosiones, gritos de dolor, todo. Kaiser miró alrededor del área en busca de los gemelos, con la esperanza de que todavía estuvieran de una pieza. Encontró a Menja cavando entre los escombros con una mano, mientras las lágrimas corrían por su rostro.

El líder del Imperio Ochenta y ocho se acercó tambaleándose a ella, tratando de ver qué había sucedido. Enterrado debajo de los escombros, vio un brazo saliendo de él, agarrando el de Menja. Ambas capas estaban agotadas y sus poderes estaban incluso al límite. Kaiser se lanzó hacia adelante, extendiendo una mano.

"¡Menja, muévete!" ordenó, captando la atención de la mujer.

Se apartó del camino, aún permaneciendo lo suficientemente cerca como para sostener la mano libre de su hermana. Kaiser extendió la mano con su poder, haciendo que docenas de cuchillas empujaran lentamente los escombros fuera del camino. Fue recompensado cuando escuchó un leve jadeo debajo de los escombros, seguido de un ataque de tos. Empujó más, lo que hizo que las hojas empujaran aún más escombros, revelando a Fenja, golpeada y ensangrentada, pero viva.

En el momento en que el rublo estuvo claro y Kaiser estuvo seguro de que no caería encima de ella, retrajo las cuchillas, lo que le permitió a Menja sacar a su hermana de lo que Kaiser no había podido quitar.

"N-no puedo sentir mis piernas..." Tartamudeó Fenja, agarrando los brazos de su hermana con los nudillos blancos.

Menja gritó, envolviendo a su hermana en un fuerte abrazo. Kaiser maldijo, desviando su atención de las hermanas que lloraban y hacia la pelea en curso entre Alabastor y ese vigilante maldito. Hace un mes, había matado a Stormtiger y Kaiser había jurado venganza. Pero no tenía forma de rastrearla, y cuando ella comenzó a atacar sus almacenes, las cosas solo se intensificaron.

Capturó a Rune, le disparó a uno de los ojos de Hookwolf, le cortó los dedos a Krieg antes de capturarlo y convertirlo en el Protectorado, le cortó el brazo a Cricket, capturó a Victor... todo iba mal. Ella era un cañón suelto, y todos en la bahía lo sabían. Se había topado con otras pandillas antes, lo que resultó en que matara a los dos líderes de los Comerciantes y dejara a Mush para ser capturado por el Protectorado poco después. Se había encontrado con ABB, aunque no había luchado contra ninguna capa y solo había matado a tres de sus miembros, Lung todavía estaba enojada. No enojado por la destrucción de la ciudad, pero lo suficiente como para salir y usar el Imperio como saco de boxeo.

Finalmente, todo había llegado a su clímax. Quedaban pocos miembros del Imperio sin poder, la mayoría se fue debido al número de muertos sin precedentes, y pocos dispuestos a unirse por la misma razón. Solo empeoró cuando intentó que Purity se reuniera y casi lo arrojan al otro lado de la bahía.

Su ex esposa no quería tener nada que ver con él, su pandilla, la Gesellschaft o cualquier otra cosa. El hecho de que el Imperio estaba siendo destrozado por una sola capa tampoco había ayudado en su caso.

Kaiser miró hacia arriba para ver un par de fantasmas de Crusader volando en dirección a Carmilla, probablemente con la esperanza de al menos detener la regeneración de la capa. Por lo poco que podían hacer, al menos eran buenos para mantenerla distraída el tiempo suficiente para que una o más capas se pusieran en posición. Escuchó un gemido, no como el de una persona normal, pero que sonaba como metal luchando por mantenerse unido mientras estaba doblado y retorcido.

Miró a su derecha y vio a Hookwolf excavando para salir de los escombros. La capa afilada negó con la cabeza, antes de transformarse de nuevo en su forma carnosa.

"¿¡Qué carajo se supone que debemos hacer, Max!? ¡No hay forma de que saquemos a Krieg y Victor de allí ahora, no con esa perra loca destrozándonos así! Hookwolf gritó, su voz solo eclipsada por la masa de disparos y explosiones.

Kaiser apretó los dientes, "¡Si supiera que ella iba a interferir, entonces ni siquiera estaríamos aquí en primer lugar!" Hizo una pausa cuando escuchó a Fenja gritar: "Maldita sea, ¿¡dónde diablos está Othala!?"

Su pedido quedó sin respuesta ya que pronto se encontró arrojando su cuerpo a un lado, esquivando el cuerpo de Alabastor. La capa pálida gruñó, su rostro se partió por la mitad y un segundo después se revirtió. Incluso en su estado revertido, estaba cubierto de moretones y pequeños cortes. Kaiser se giró para ver a Carmilla vestida de rojo saltar sobre la pila de escombros que había separado a Kaiser de la pelea, proporcionando una pequeña cantidad de protección.

Maldijo, enviando una oleada de espadas en dirección a Carmilla, que ella esquivó con facilidad, saltando hacia el mismo Kaiser. Hookwolf la tiró al suelo en el aire, su cuerpo cubierto de cuchillas comenzó a destrozarla, por muy poco que ayudaría.

"¡Ir!" Hookwolf gritó, incluso cuando Carmilla comenzó a arrastrarse por debajo de él.

Kaiser gruñó, acercándose a los gemelos y mirando a Fenja. Se agachó y la levantó con no poco esfuerzo, colocándola sobre su hombro. Corrió, Menja y Alabastor a cuestas. Se abrieron paso entre los montones de escombros, tratando desesperadamente de ignorar los sonidos del metal que gritaba y la carne desgarrada.

Encontraron a Crusader no muy lejos, sus fantasmas sostenían su cuerpo mientras se agarraba el abdomen sangrante. Su armadura estaba teñida de rojo y su lanza parecía abandonada hacía mucho tiempo.

"¿Aún vivo? Bien. Hookwolf está tratando de defenderse de ella, pero no sé cuánto durará. ¿Dónde está Othala? preguntó Kaiser.

Crusader hizo una mueca debajo de su casco, "Ella está muerta, Kaiser. Aplastado bajo los escombros.

Kaiser hizo una pausa. Crusader no le mentiría, no sobre algo tan importante.

"¡Maldita sea! ¡Tenemos que salir de aquí, rápido! ¿Pueden tus fantasmas llevar a Fenja? preguntó, señalando a la mujer en su hombro.

Crusader asintió, antes de que un par de clones se formaran a partir de él y flotaran hacia Kaiser. Levantó a Fenja y la puso en manos de los fantasmas: "Llévala a una de nuestras clínicas, si es posible, o quítale el disfraz y llévala al hospital. Está paralizada de la cintura para abajo por el aspecto de las cosas".

Crusader asintió y acababa de dar la orden a sus fantasmas cuando Menja interrumpió: "Me voy con ella".

Kaiser se volvió hacia ella, "No, no lo eres. Todavía estás disfrazado, y necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir si vamos a-" "

'Ir a' ¿¡Qué, Max!? ¿¡Matar a esa perra loca!? ¡No creo que eso sea posible! ¡Ni siquiera Brad puede detenerla! Menja gritó: "¡Me importa un carajo lo que digas, lo que ordenes , me aseguraré de que mi hermana sobreviva hoy!".

Se dio la vuelta y corrió tras los fantasmas de Crusader, dejando atrás al resto. Crusader miró a Kaiser y, mientras consideraba ordenarle que fuera tras ella, simplemente negó con la cabeza.

Déjala en paz. De todos modos, ella no está en forma para pelear como está". Él admitió.

Crusader asintió, antes de volverse en dirección a los sonidos de batalla que producían Hookwolf y Carmilla. Se acercaron más y más, y Kaiser sabía que incluso si lograba sobrevivir el resto de la batalla, el Imperio no lo haría. Su reino se había derrumbado a su alrededor y poco podía hacer para detenerlo.

Fue aterrador cuando los sonidos cesaron. Los sonidos del metal desgarrado se detuvieron, los disparos de las armas saqueadas de Carmilla, todo se detuvo. O Hookwolf se las había arreglado para matarla de alguna manera, lo que Kaiser dudaba con pesar, o Brad...

Max rezó en silencio para que el hombre estuviera inconsciente, en lugar de muerto. Aunque admitió vergonzosamente que este último era el resultado más probable.

Los pasos resonaron en todo el edificio que alguna vez estuvo en pie, los escombros que los rodeaban eran lo único que los mantenía algo cubiertos. Luego, salió de la esquina de una pared medio derrumbada. Estaba cubierta de sangre, goteando con ella. Su mirada roja se cernió sobre cada uno de ellos por un momento, antes de que finalmente se detuviera en Kaiser.

"Supongo que eres todo lo que queda, ¿eh?" Preguntó, su sonrisa maníaca hizo que Kaiser gruñera: "Lo admito, Hookwolf fue un dolor de cabeza, pero una vez que encontré su núcleo, estaba prácticamente acabado".

Kaiser se quedó quieto, antes de cerrar los ojos y enderezarse. Crusader y Alabastor lo miraron, sus severas expresiones vacilantes.

"Lo mataste", declaró Kaiser. No es una pregunta, una afirmación.

Carmilla asintió, "Él también sabía bastante bien, aunque un poco demasiado irónico para mi gusto".

Kaiser hizo una mueca. Se había convertido en un hecho bien conocido que Carmilla era un poco caníbal, bebiendo la sangre de sus enemigos. Sin embargo, esto generalmente coincidía con su regeneración ganando un impulso, por lo que el PRT lo había interpretado como una extraña peculiaridad de su poder que no le agradaba.

La sonrisa en su rostro decía lo contrario.

"¿Qué piensas hacer ahora, entonces? Nos tienes acorralados y sabes muy bien que nos superas en poder. No somos una amenaza para ti. Kaiser dijo.

Ella negó con la cabeza, "Bueno, tienes razón en eso último. No eres una amenaza para mí, pero eres una amenaza para la gente de esta ciudad". ella explicó, "¿En cuanto a lo que pretendo hacer contigo? Bueno, podría comerte y decirle al Protectorado que te negaste a rendirte. Pero eso no es lo que hacen los héroes, ¿verdad? Ella preguntó.

Kaiser se quedó boquiabierto: "¿¡Te crees un héroe!? Tú, que nos masacras por docenas, ¿tienes el descaro de llamarte héroe?

Carmilla se rió entre dientes, "Oh, diablos no, ni siquiera estoy cerca de ser un héroe. Al menos, no según los estándares modernos.

Dio un paso adelante, "No, soy algo más parecido a un exterminador. ¿Quién se especializa en la remoción de nazis?

Kaiser maldijo, tratando de pensar en una forma de salir de su situación actual, "¿Qué quieres? ¿Quieres que abandonemos la ciudad? preguntó.

Carmilla negó con la cabeza, "Mira, eso no es lo suficientemente bueno. Si te vas de la ciudad, empezarás a aterrorizar a otra ciudad, a otro grupo de personas que no se ajustan a tus estúpidos y arbitrarios estándares. No, te quiero fuera de escena . Ya sea que eso signifique seis pies bajo tierra o en una celda del Protectorado, realmente no me importa". Ella explicó.

Kaiser consideró sus opciones. Los tenía acorralados. Ella había dado un ultimátum. Si no cumplían, serían asesinados. Al final, para Max Anders, solo había una decisión lógica.

"En ese caso, entonces yo, Kaiser, líder del Imperio Ochenta y ocho, me rindo". Dijo, arrodillándose frente a la capa vampírica.

"Yo, Cruzado, me rindo". Dijo el hombre a su izquierda, arrodillándose de manera similar.

"Yo, Alabastor, me rindo". Dijo el hombre a su derecha.

Carmilla sonrió, sus colmillos brillando intensamente, "Bien entonces, caballeros, espero que hayan disfrutado el día de hoy. Solo tienes que presenciar la muerte de un Imperio.